Esta ruta circular comienza en el término municipal de Aiguafreda, situada en el límite entre la comarca del Vallès Oriental y Osona, y es una combinación de naturaleza, patrimonio histórico y rincones prehistóricos del Montseny.
Aiguafreda, cuyo nombre significa literalmente “agua fría”, tiene una conexión muy íntima con el agua, tanto por su nombre como por los espacios naturales que lo rodean.
Partimos desde el Parque Ramon Margalef de esta población, donde comienza un sendero que se adentra en bosques de encinas y robles, típicos del entorno montañoso del Montseny.
Acompañados del río cuyas aguas descienden cerca del camino, llegamos al Gorg de la Sort.
Se trata de un pequeño salto de agua rodeado de vegetación exuberante, ideal para hacer una breve parada y disfrutar del entorno natural.
El Gorg de la Sort es una poza natural en la riera de Martinet, un afluente del río Congost. Es un rincón de gran belleza donde el agua cristalina y fría fluye entre rocas y vegetación, formando una pequeña cascada.
Abandonamos el lugar por un sendero en fuerte ascenso hasta retomar un camino que sigue hasta llegar a un curioso lugar.
Es el centro de arte y naturaleza La Frau, situado en el municipio de Seva, pero muy cercano a Aiguafreda.
Aquí, en La Frau vive el artista Paco Ballesteros, y es la sede permanente de las exposiciones de este polifacético pintor. Como intuimos por el jardín, su filosofía de vida está en pleno contacto con la naturaleza viva, en movimiento.
Destaca el Dragón en hierro forjado que decora un estanque que ahora está completamente seco, y donde hace un tiempo había agua y carpas.
El lugar es ideal para el desayuno y una charla desenfadada donde entran todos los temas posibles incluido el de Miguel Angel R.
Continuamos el ascenso hacia el histórico núcleo de Aiguafreda de Dalt, donde se encuentra una gran construcción medieval: la iglesia románica de Sant Martí.
La Iglesia de Sant Martí es uno de los conjuntos patrimoniales más significativos del Vallès Oriental, situado en un entorno natural privilegiado a los pies del Montseny. Esta iglesia románica, fundada en 898 por la abadesa Emma, hija del conde Guifré el Pilós, es considerado el origen histórico del actual municipio de Aiguafreda.
Destaca en el la Rectoría, la cueva cripta de los siglos V-X, el Comunidor s. XIII o la Fuente en homenaje a Emma, abadesa de San Juan.
Esta iglesia románica presentaba una planta de tres naves con ábside semicircular, y en su interior se encontraban varios altares dedicados a Sant Martí, Sant Pere y Sant Climent.
En el siglo XVII, se realizaron reformas que afectaron la estructura original del edificio, como la sustitución del antiguo campanario de espadaña por el actual campanario de planta cuadrada. A lo largo de los siglos XIX y XX, el templo sufrió diversos daños debido a las condiciones climáticas y la falta de mantenimiento, lo que llevó a su deterioro progresivo.
Llegamos a la Font de la Gallina, una fuente histórica que se encuentra al norte de Can Brull, cerca del Torrent de la Font del Pollancre, en un entorno natural del Montseny. La fuente está construida con un muro de piedra seca y en el centro, destaca un panel decorado con la imagen de una gallina en relieve. El brocal es un pequeño tubo de donde emerge el agua, que cae sobre una pica cuadrada de piedra.
El sendero sigue entre pinares y se adentra en el bosque. De pronto este va desapareciendo y tenemos que seguir abriendo paso con ciertas dificultades hasta llegar a una pista que en descenso nos va a llevar al Dolmen de la Serra de l’Arca, un monumento megalítico que nos habla de la presencia humana en estas tierras desde tiempos prehistóricos.
Su estructura de piedras verticales y losas de cubierta se conserva en buen estado y ofrece un espacio ideal para detenerse y contemplar el pasado.
El Dolmen de la Serra de l'Arca II, es un monumento funerario datado en el final del Neolítico o Calcolítico, aproximadamente entre el 2700 y el 2200 a.C
Originalmente, el dolmen era una cista rectangular de 2,90 metros de largo, 1,20 metros de ancho y 1,90 metros de alto, construida con grandes losas de caliza local. Durante el siglo XX, el monumento sufrió deterioros y fue utilizado como refugio por carboneros, lo que llevó a su reconstrucción en 1965 por parte del propietario de Can Brull y vecinos del pueblo, aunque sin criterios arqueológicos rigurosos.
Más adelante se encuentra el dolmen de Cruïlles.
Se trata de una cista rectangular que estaba formada por tres grandes losas y un túmulo, aunque actualmente sólo se conservan las dos losas laterales y restos del túmulo. Fue descubierto y excavado por el Centro Excursionista de Vic en 1916, donde se depositó el material localizado. Posteriormente, se han realizado actuaciones por parte de aficionados. La última intervención la promovió el Ayuntamiento de Aiguafreda en 2005, aunque se desconocen sus resultados.
La ruta continúa hacia la Cova del Moro, otra formación natural con posibles usos ancestrales, envuelta también en historias populares.
La Cova del Moro tiene un recorrido de aproximadamente 31 metros y un desnivel de 8 metros. Su entrada es un conducto de unos 4 metros de desnivel, seguido de una rampa que da acceso a una galería principal de unos 18 metros de largo y 2 metros de altura. La cavidad termina en una obstrucción de bloques .
La cueva alberga una rica biodiversidad, especialmente en el reino animal. Se han registrado diversas especies de arácnidos y coleópteros.
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/gorg-de-la-sort-dolmen-de-can-serra-de-larca-y-dolmen-de-cruilles-desde-parc-de-ramon-margalef-208070447