La carretera cruza la población de Torrelles de Llobregat y sigue adelante adentrándose entre pequeñas estribaciones de la montaña, hasta llegar a otro pequeño núcleo de población, el Raval Torrelletes.
El lugar lo componen cuatro casas agrupadas, y otras más dispersas por los alrededores que se asientan en las laderas de la montaña del fondo. Destaca junto a las casas un pequeño taller de reparación de automóviles.
Dejo el coche en una pequeña explanada que hay al final de un camino, donde se encuentran varios coches aparcados.
Comienzo la ruta y paso junto al taller. Saludo al mecánico y pregunto si molesta el coche donde lo he aparcado. Me dice que el pequeño parking pertenece al taller pero que puedo dejarlo allí.
La carretera asfaltada termina aquí, y luego se convierte en una pista polvorienta que llega hasta la población de Begues. Sigo por aquí en subida durante unos 500 mts. rodeado de una espesa vegetación boscosa.
Abandono la pista por un un pintoresco camino que se adentra en el bosque.
El camino desciende suavemente entre la vegetación. Al fondo grandes arboles invadidos muchos de ellos por la hiedra.
El camino va dando lazadas para ir remontando por la ladera de la montaña y así, ganando altura.
La subida va incrementando el desnivel hasta llegar a un cruce de caminos.
La ruta sigue por un camino cerrado por una valla metálica que impide el paso hacia una finca agrícola con arboles frutales.
Me adentro en ella con precaución. Después de cruzar un centenar de metros, me encuentro con otra pequeña valla metálica que abro y vuelvo a cerrar a mi paso.
Un poco más allá una puerta metálica impide de nuevo el paso al camino que se encuentra más allá.
Supero el obstáculo subiendo por la roca donde está soportada la puerta y salto al otro lado.
El camino sigue ahora sin obstáculos y llega a un pequeño llano donde se advierte que es lugar donde retozan los jabalís.
Sigo por un sendero hacia lo alto de la montaña...
Entre unas rocas un negro ejemplar se cruza en mi camino hacia la cima.
Sorprende ver las grandes rocas graníticas que conforman la cima de la montaña . Es el Turó de la Bruguera
Desde lo alto de la montaña puede contemplarse una excelente panorámica de 360º.
Allá abajo puede observarse perfectamente el raval Torrelletes, agazapado entre estribaciones, puedo incluso ver el parking del taller de coches donde he aparcado mi vehículo.
Aquí llegan perfectamente los sonidos provenientes del fondo.
Observo con curiosidad una profunda ranura entre dos de estas rocas. El tajo permite entrever el fondo.
Aprovecho una sombra del lugar para desayunar. Después de la foto de rigor, comienza este momento de tranquilidad que ayuda a reponer fuerzas.
Pero hoy, el pan del bocadillo no ha sido lo que se esperaba y ha decepcionado un tanto.
Sigo ruta, ahora deshaciendo el camino. Me enfrento de nuevo a los tres obstáculos de la finca que tengo de nuevo que atravesar. Paso los dos primeros y cruzo. Observo de repente que allí, en medio del camino se encuentra el coche del propietario. ¡Maldición!, me pillarán in fraganti. Pienso rápidamente la excusa. Me acerco al coche…no veo a nadie…sigo adelante y llego al linde de la finca con la valla abierta. Paso sin dificultad y ¡salvado!.
Estoy en la pista que había dejado antes. Ahora continúo en subida y de nuevo dando lazadas por otra vertiente de la montaña.
El desnivel es importante pero se va remontando sin demasiadas dificultades. Es un camino solitario y tranquilo.
Una señal junto a un desvío indica la dirección del siguiente punto de la ruta, la Penya del Moro, lugar ya visitado en anteriores itinerarios.
Ahora el camino se transforma en empinado sendero señalizado como PR, que en algunos tramos hay que sortear debido al desnivel y a las rocas que lo conforman.
Me encuentro al final de la subida con otra dilatada panorámica de gran belleza. Mirada lejana y contemplación paisajística para deleite de los sentidos. Así es la Penya del Moro.
Poco después sigo itinerario por un ancho camino que ya he recorrido también en anteriores ocasiones, que sigue hasta la población de Begues.
Más adelante dejo la pista principal i me desvío...
... que poco a poco se convierte en sendero, y que va internándose en la montaña siguiendo el curso del llamado Torrent de la Font de l´Alba.
Pronto me veo envuelto por una espesa vegetación que desciende hacia el fondo del barranco. El ecosistema conforma una tipología de flora y fauna característica de estos ambientes de sotobosque.
El sendero, pedregoso en extremo, es magnífico aunque ahora el ambiente esté completamente seco. Los rigores del sol estival quedan atenuados en este ambiente fresco y sombreado durante la mayor parte del día.
El sendero termina junto al camino principal que había tomado casi al inicio de la ruta. Un poco más adelante encuentro la pista sin asfaltar que siguiendo en claro descenso me va a llevar al inicio del itinerario, al raval Torrelletes.
Paso junto a la puerta cerrada del taller de coches y termino la excursión en el "parking" del mismo taller.
Desde este lugar puedo contemplar con otra perspectiva del "turó de la Bruguera". Una visión muy distinta de la que he podido contemplar desde su cumbre.
Han sido 10,43 kms. de recorrido con un desnivel de 363 mts. que nos ha llevado a conocer esta zona y disfrutar de unos magníficos entornos.
Aquí dejo el enlace:
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| Ruta realizada |
