31/5/19

VUELO EN GLOBO. Por los antiguos volcanes de OLOT. LA RUTA QUE LLEVA EL VIENTO.


A las 7 de la mañana, nos encontramos ya en el "campo base" de la empresa "Vol de Coloms", cercana a la población de Olot, en la comarca de la Garrotxa.
Hemos pasado noche en un pequeño establecimiento rural de Santa Pau, por lo que ha resultado relativamente fácil llegar hasta este lugar.
Puntualmente, nos encontramos con las barquillas preparadas y dispuestas para efectuar el llenado del globo.






La lona que forma el enorme globo, se extiende en la mullida hierba y se dispone convenientemente para insuflarle aire.







Se cierra la cúpula y se ajusta para que almacenar el aire.





Como una inmensa estancia, el aire caliente se ha adueñado del interior del globo, y va dando forma espectacular a la enorme envergadura de la lona.








La llama penetra en el interior calentando el aire para lograr que el globo pueda elevarse.






El globo se eleva hacia el cielo, lentamente, en silencio sublime, roto solamente por la ignición controlada de la llama de los quemadores.
Allá abajo quedan los edificios y el entorno acotado para el ascenso de los globos.







Una vez hemos remontado hasta una determinada altura, se extiende ante nuestra mirada un horizonte magnífico, de estribaciones irregulares y montañas llenas de verdor.








Después de alcanzar una altura de unos 1600 mts. sobre el nivel del mar, el globo se estabiliza. Después comienza a descender suavemente. El altímetro indica que cae a 1 metro por segundo, pero es inapreciable.




Para evitar descender, hay que ir calentando el aire con los quemadores de gas, que suministran 5 bombonas con un peso de unos 250 kilos.







Sobrevolamos un antiguo volcán extinguido desde épocas remotas. Es el "Croscat", que tuvo dos erupciones.
La primera y mayor hace 17.000 años, y la segunda hace 11.500 años. La emisión de lavas fluidas y una serie de explosiones de moderada violencia dieron lugar a un cráter en forma de herradura. 
Durante 25 años estuvo dedicado a la explotación de gredas, para la producción de ladrillos y pistas de tenis. Las extracciones del Croscat fueron la principal causa de las movilizaciones para que se aprobara la creación en 1982 del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha. No obstante, hasta 1991 no se pudieron parar las extracciones, cuando la Generalidad de Cataluña compró la empresa explotadora y expropió más tarde los terrenos de la Reserva Natural procediendo a su restauración.
La extracción de gredas o lapilli dio lugar a un impresionante tajo en la parte posterior del cráter, la más alta, de más de 100 m de altura y 500 m de longitud, que se ha convertido en una atracción turística. Las capas más oscuras son las originales de la lava, pero debido a la oxidación, se han formado una serie de capas de colores rojizos y anaranjados muy llamativos.









Surcar el aire en silencio... a pesar de la charlatanería del pasaje..., resulta realmente asombroso. La mente se relaja porque la mirada abarca un infinito mundo de sorpresas y maravillas que descubrimos a medida que el globo avanza en el aire "límpido" de la atmósfera.








El aerostato a través de su piloto, comunica la situación al aeropuerto de Girona para que lo ubique dentro de sus pantallas.






Es típico descorchar unas botellas de "cava rosado" para celebrar el acontecimiento del vuelo. Unos trozos de típica "coca" sirven para facilitar el tránsito digestivo del espumoso.








Llevados en alas del viento por la suave brisa de altura, vamos recorriendo espectaculares paisajes de montañas y bosques.
Hasta nosotros llegan nítidos los sonidos del fondo, completamente perceptibles por nuestro oído.












El viento nos ha llevado hasta la población de Besalú, que sobrevolamos a muy baja altura, y a una velocidad aproximada de 15 kms./h. Hace poco tiempo, íbamos cayendo a 3 mts. por segundo, hasta llegar a este nivel de altura que el piloto ha estabilizado.










La cúpula del globo, bien cerrada para mantener el aire caliente en su interior. Para el descenso y vaciado del globo se abre esta ventana para dejar escapar el aire.








Llevamos hora y media de vuelo. Ahora el piloto está a la búsqueda de un lugar para aterrizar...
En la zona no abundan precisamente los lugares para hacerlo, estamos a finales de abril y la mayoría de los campos están sembrados con trigales en un punto álgido de crecimiento.





Oteando el horizonte en busca de terreno apto para el descenso controlado...








Encontramos un campo justo al lado de un camino. Descendemos para poder aterrizar... y lo hacemos con tres sacudidas al posarse la cesta sobre el terruño, justo en el borde del campo. El globo nos sigue sosteniendo a pesar de tocar tierra. Pero el lugar, para el vaciado y el plegado del globo no resulta el más idóneo, por lo que volvemos a remontarnos en busca de un lugar más aceptable.






Gracias a esto podemos seguir disfrutando de momentos plenos de gozo y disfrute.






Finalmente descubrimos un terreno yermo cerca de un río, y el piloto opta por descender definitivamente, alertando al grupo de seguimiento para nuestra localización.
El descenso se realiza con mucha suavidad. Bajo la cesta se escucha el crujir de las ramas y la maleza. El lugar resulta muy abrupto, con altas hierbas y tupida vegetación.






Esperamos al grupo de rescate bajo un sol de justicia y un calor sofocante.






Finalmente logran sacarnos de la espesura mediante el uso de la fuerza y, todavía el poder ascensional del globo.








Apertura de la cúpula para la salida del aire caliente.






En pocos minutos, la gran lona va perdiendo su consistencia, iniciándose ahora el plegado cuidadoso del mismo.









Todo termina cuando se carga la gran cesta en el remolque de la furgoneta, para regresar, ahora por tierra, al lugar de inicio de la indescriptible ruta aérea de casi tres horas de duración.






Y es que con este vuelo, he podido rememorar re-lecturas realizadas no hace demasiado tiempo, de libros con la temática del "Viaje en Globo".
El primero de ellos "Safari en Globo", un Viaje a través de África. 






Se narran las visicitudes de varios expedicionarios que partiendo de la isla de Zanzíbar, cruzan al continente africano llegando hasta Tanzania. Sobrevuelan el lago Tanganika y las llanuras del Serengueti. Todo en globo de hidrógeno.








Otro libro es "Doble Águila" donde se narra la primera navegación en Globo, también de hidrógeno, cruzando el Atlántico por primera vez en la historia en el año 1978.
Maxie L. Anderson, Ben L. Abruzzo y Larry Newman, salieron de Presque Island el 11 de agosto y aterrizaron en tierra firme en Miserey cerca de París el 17 de agosto.






La última de las lecturas es "La vuelta al mundo en 20 días". Increíble hazaña realizada en 1999 por Bertrand Piccard y Bryan Jones a bordo de un globo estratosférico.
Dicha travesía pudo realizarse gracias también al grupo de meteorólogos y científicos que asesoraron la expedición.
Era la primera vez que se conseguía dar la vuelta al mundo.







En definitiva, unos libros realmente imprescindibles para conocer el funcionamiento de la navegación aerostática.
Esto es todo.