LUNES 1 DE SEPTIEMBRE DE 2025. ALBANYÀ.
Me encuentro de nuevo en la pequeña población de Albanyà (Gerona), después de haber tomado un tren hasta Figueres y un autobús que me ha llevado al punto donde terminé mi particular GR11 el pasado mes de junio. En el albergue "La Rectoría d´Albanyà", pasaré de nuevo la noche, completamente solo.
Durante la tarde doy una vuelta por los alrededores para ver un poco el itinerario a seguir y me relajo contemplando el río Muga que pasa a tocar de la población.
Después de cenar, me retiro a descansar a la habitación, donde puedo ver tras los cristales la pequeña plazoleta desierta que hay frente al albergue, mientras una abundante lluvia cae sobre el pavimento.
Me acuesto recordando el bullicio de la gente que había un par de meses antes, y al poco, me quedo dormido tranquilamente en mi litera.
MARTES 2 DE SEPTIEMBRE DE 2025. ALBANYÀ - PUIG DE BASEGODA - SANT ANIOL - TALAIXÀ. 19,3 kms. (+760 mts. - -1.275 mts).
A las 8 de la mañana cierro tras de mí la puerta del albergue dejando las llaves en el lugar indicado, y comienzo el itinerario por una pista en ligero ascenso.
Paso junto al Camping Basegoda y me adentro por el Parque Natural de la Alta Garrotxa. Al fondo el punto mas alto de la etapa de hoy, el famoso Puig de Bassegoda de 1.373 mts.
Llevo ya un par de horas de subida. El ambiente de la jornada resulta muy agradable, con grandes paisajes i espectaculares vistas,. En ocasiones se abandona la pista para adentrarse por senderos de gran desnivel en medio del bosque para retomar de nuevo la pista más adelante.
Al fondo aún puede verse el reflejo del mar...
... y la pequeña población de Albanyà, destacando entre las montañas.
Abandono la pista siguiendo las marcas del GR 11 que me llevará a un refugio que según indica está a 1,5 kms. En realidad nunca he creido estas distancias y tiempos.
El itinerario pasa junto a una masía habitada, Can Nou (770m), con el Puig de Bassegoda al fondo. Hablo con una joven que vive aquí con su pareja y que está dando comida a un par de burros que se encuentran en un pequeño cercado. Según me dice es italiana y se han establecido aquí, en lugar tan aislado porqué se encuentran de maravilla.
Mientras doy la vuelta a la casa, junto a una ventana puedo ver a su compañero trabajando con un ordenador delante.
Más adelante llego al Refugio de Bassegoda - Can Galán. Está cerrado pero tienen las llaves en la casa anterior. Aprovecho el lugar para desayunar tranquilamente.
Frente a mí un espectáculo indescriptible.
Toca ahora una subida por sendero con un desnivel que pone a prueba la fortaleza del caminante que remonta algo más de 200 mts, en poca distancia.
La subida no termina nunca, va haciendo eses continuamente hasta llegar finalmente al Coll de Bassegoda (1.102m).
Ahora el camino va planeando tranquilamente...
Indicador del siguiente destino. Sant Aniol d´Aguja a dos horas de camino.
La ruta va descendiendo entre la espesura del bosque por senderos pedregosos llenos de hojas caídas.
El olor a humedad de la lluvia de la pasada noche permanece todavía en el ambiente por donde se adentra la senda.
Salgo de la maraña de arboles y me cruzo con un rebaño de vacas que invaden el sendero. Con paciencia y cierta resignación, me van dejando paso tranquilamente.
De nuevo vistas espectaculares junto al itinerario. Al fondo, el Puig d´en Coll.
La trocha vuelve a un pronunciado descenso donde hay que sortear grandes piedras que se encuentran a lo largo del tramo, cruzando algunos canchales de piedra suelta.
De repente un ruido y una pareja descendiendo como alma que lleva el diablo, haciendo running. Apenas tengo tiempo de preguntarles cuanto queda para llegar a Sant Aniol, y les hago la observación sobre la velocidad de su descenso. Me suelta aquello de "nosotros nos dejamos caer en las bajadas". ¡Será tonto el personaje!. Con lo fácil que és hacerse una torcedura de tobillo y con las precauciones que tomo yo, van estos dos espabilados por el mundo...
Más adelante un puente tibetano cruza el río que pasa cercano a la ermita de Sant Aniol d´Aguja (446m).
La ermita de Sant Aniol d´ Aguja se encuentra al final del valle donde nace el río Llierca. La iglesia ha sufrido a lo largo del tiempo muchas modificaciones que han desfigurado su primitiva fábrica románica, aunque todavía conserva la planta.
El lugar es un enclave magnífico que invita al descanso y a la contemplación, con fuente de agua incluida que se encuentra en la plazoleta frente a la ermita.
Dejo aquí un enlace a la web de Amics de Sant Aniol d`Aguja para el que quiera informarse acerca de su historia.
Delante de la iglesia se encuentra la casa de Cal Sastre, antigua rectoría y refugio, que se ha rehabilitado recientemente, donde me atiende la persona que está al frente, y me informa de la ruta que tengo por delante.
Tomo un zumo de fruta y una "cookie" con pepitas de chocolate que elabora el mismo. Me sabe a gloria divina y compro otra para comer más tarde.
A cinco minutos del refugio se encuentra el Gorg Blau, uno de los parajes naturales más impresionantes de la zona. El lugar destaca por su poza natural de aguas cristalinas, rodeada de paredes rocosas y una vegetación exuberante.
No dudo en hacer la visita mientras me guardan la mochila en el refugio.
Cargo agua para pasar la noche, algo más de 3 litros en la mochila, cuando son las cuatro y media de la tarde. Según el informante de Sant Aniol, estoy a una hora y cuarto del refugio de Talaixà. Ya veremos...
Continúo la ruta con un buen desnivel desde el principio. Tengo que subir de 446 mts. a 750 mts.
El sendero remonta entre grandes rocas con vistas impresionantes de grandes estribaciones montañosas.
En la pequeña planicie del valle puede verse una edificación. Se trata de las Planes de la Muntada y es sorprendente el aislamento de esta zona tan agreste..
El sendero pasa junto a un enclave ruinoso, La Quera, totalmente destrozada por el embate del tiempo y el abandono.
El lugar es una gran masía con varios anexos. Está formada por distintos partes, edificadas en los siglos XVIII-XIX. La puerta principal, hecha de grandes sillares cortados, tiene grabado en el dintel el nombre del propietario. El interior está distribuido a partir de una gran sala de convite. Son muy destacables las grandes salas subterráneas, con arcos de bóveda apuntada. Se cree que podrían haber servido de prisiones. La estructura de la masía hace pensar que había sido un casal fortificado. A poniente hay una capilla sin culto.
Llego finalmente a Talaixà, Han sido practicamente dos horas de recorrido con un peso considerable a mis espaldas.
Aquí finaliza la jornada de hoy y aquí voy a pasar la noche . El Refugio cuenta con una parte libre y otra de pago con una casa de 12 literas. Vistas increíbles a los valles y a las montañas,
Frente a la casa hay una pequeña fuente de agua proveniente de agua de lluvia de dudosa potabilidad, por lo que la utilizo sólo para el aseo personal.
Al fondo de la estancia se abre una pequeña habitación con 2 literas de colchones deteriorados y un desvencijado sillón. Todo está muy ordenado y bastante límpio, pero decido dormir en el suelo junto a la puerta de entrada.
Extiendo una lona en el suelo y sobre esta el colchón, la almohada y el saco. Con todo esto voy arreglado.
Cerca del refugio puede verse una edificación. Es la iglesia románica de Sant Martí de Talaixà, situada al pie de la sierra de Talaixà, contrafuerte meridional de la montaña de Comanegra, y construida sobre el collado del mismo nombre.
Me encuentro una pareja de excursionistas con los que intercambio un poco de charla. No pasarán la noche aquí ya que siguen hacia Sant Aniol.
Me quedo pues en completa soledad contemplando extasiado el entorno donde pasaré las próximas horas. Son algo más de las 7 de la tarde.
Preparo la cena antes de que empiece a oscurecer. Tomo una sopa de fideos con verduras de primero.
Y comida liofilizada de segundo, un pollo al curry que sabe a gloria. Hay que cuidarse allá donde uno se encuentra.
Un zorro cruza cerca de la fuente, con su magestuosa cola al vuelo. Me observa de lejos un rato y después desaparece entre la vegetación.
El sol se esconde tras las montañas con su tinte rojizo. Silencio en el ambiente.
Hacia las 9.30 ya no hay nada más que hacer y me retiro a descansar después de casi diez horas de ruta.
En el exterior reina el silencio, mientras un sensor de movimiento activa una luz led que se enciende para iluminar la entrada al refugio.
Me cuesta coger el sueño pero al final todo llega. Durante la noche salgo al exterior un par de ocasiones, y puedo escuchar a lo lejos el uluar solitario de una ave nocturna bajo un cielo estrellado que sorprende por su esencia divina. Todo un espectáculo.
Avanzada la noche salgo de nuevo al exterior y puedo ver que las estrellas ya han cambiado por rotación terrestre, como si se desplazaran por la bóveda celeste.
Hacia las 7 de la mañana me despierto todavía contemplativo y soñoliento.
El sol ha comenzado su andadura.
MIÉRCOLES 3 DE SEPTIEMBRE DE 2025. TALAIXÀ - BEGUET - MOLLÓ. 23 kms / (+735 mts. - 1.200 mts.)
Después de recoger todo y haber dejado el refugio tal como lo encontré, comienzo la ruta de hoy cuyo destino final será la población de Molló. Son las 8:20 de la mañana.
El sendero parte de Talaixà y penetra en un bosque tupido de húmeda vegetación. El descenso es suave pero hay que ir sorteando las piedras de la vereda que progresivamente me va acercando a un pequeño riachuelo que cruza esta parte del bosque. Los arboles están repletos de musgo y hay zonas que apenas penetra la luz del sol.
Me cruzo con un senderista que está realizando la transpirenaica, Hablamos un poco y me dice que es de la República Checa. Nos deseamos buena ruta y seguimos cada uno en su dirección.
Al cabo de casi 2 horas termina el sendero del bosque y la luz se abre a un día soleado.
Me encuentro en el Pla de la Plantada (362m).
Continúo ahora cerca de otro riachuelo que cruzo irremediablemente sobre unas cuantas piedras resbaladizas de su lecho. Con mucho tiento logro llegar hasta casi la otra orilla, hasta que me doy cuenta que el salto final es casi imposible. Al primer intento, un pié se sumerge completamente en el agua.¡ Desastre!.
Me siento en una piedra del camino y escurro toda el agua que se pueda escurrir de la zapatilla. Cambio de calcetin y a seguir la ruta que voy tarde.
A las once de la mañana busco el momento para parar a desayunar ya que todavía no he comido nada. Pensando en esto el camino entra en un sendero dentro de otro bosque de exuberante vegetación que va descendiendo lentamente y serpenteando de un lado a otro.
A la salida otro riachuelo se cruza en mi camino. Es la Riera de Beget, y esta vez opto por quitarme el calzado. no vaya a ser que sufra otro percance.
El camino ahora es un estallido de color verde que asombra a la vista.
Después de casi 2 kms, de asfalto, llego a la población de Beget. Aquí busco un lugar para tomarme un pequeño desayuno. Pero el gozo en un pozo. Son las 12:30 y solo me sirven bebida. Ahora están para los menús del mediodía, y ¡vaya menús!. Como para hacer la siesta luego.
Lleno agua en una fuente y continúo.
El núcleo de Beget está formado por tres sectores o barrios, separados por dos rieras y conectados por dos puentes. Por el puente de Beget , posiblemente del siglo XIV , se accede al segundo sector del pueblo, donde se unen el camino de Francia y el de la Font en una pequeña plaza. En este sector cabe destacar la torre del reloj, y un puente nuevo que lleva al sector construido en los siglos XVIII y XIX.
El edificio más destacado es la iglesia de San Cristóbal, de inconfundible estilo románico.
El sendero se introduce entre la vegetación que sigue el curso de la Riera de Beget, una zona fresca y húmeda que tengo en continua subida. Y todavía no he comido nada, estoy a la búsqueda de un lugar para detenerme.
Después de una buena subida, dejo la riera y, por fín, encuentro ese lugar para poder comer. Son las 14 horas, desayuno y comida.
Salgo del sendero y continuo por una pista. En una casa me llenan la botella de agua ya que voy bastante justo. Les doy las gracias y me responden que siempre hay que ayudar al caminante.
Pero todavía queda una buena subida hasta llegar al Coll de la Boixeda(1.095m), con una pendiente prolongada en medio de un cerrado bosque por donde sube la desdibujada trocha. Al final salgo a horizontes con prados extensísimos recorriendo suaves valles y pendientes onduladas.
Estoy cerca de mi destino. Molló aparece a lo lejos sobre un promontorio. El camino asfaltado me hace descender hasta casi el cauce del río Ritort, afluente del Ter. Estoy en el barrio del Riberal de Molló, donde se encuentra el magnífico puente rómanico del Molí de Can Fumat.
Me queda una terrible y jadeante subida hasta el pueblo de Molló. Es el premio final a la constáncia del caminante fatigado después de otras 10 horas de recorrido,
La población de Molló es la puerta de entrada del Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser.
Destaca la iglesia de Santa Cecília declarada bien cultural de interés nacional y construida entre los siglos X y XII, es una importante muestra del románico pirenaico. Destaca por su nave, rematada al este por un ábside semicircular, y el campanario de estilo lombardo.
Encuentro un bar que me viene al paso "Punt 7" y tomo un pequeño refrigerio a base de zumo natural y la cookie que compré en Sant Aniol. Después directo a la casa rural de "Can Moi - L´Erbera", situada en la ctra. de Favás nº 1 de Molló. donde me alojo para pasar noche.
El lugar impecable, límpio y confortable ofrece un amplio salón, cocina equipada y una magnífica habitación con baño provisto de una anelada ducha. La Sra. Francesca me atiende diligente y amable. ¿Que más se puede pedir?.
Antes de ir a cenar al único bar abierto, doy una vuelta por el pueblo para poder contemplar el tranquilo atardecer rural, lleno de sensaciones y contrastes.
JUEVES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2025. MOLLÓ - SETCASES.
A las 8:30 de la mañana salgo de Molló. Sigo por una pista asfaltada y ,como no, con una primera subida muy pronunciada.
Atrás quedan las casas del pueblo.
Al fondo asoma la cima del "Comanegra" que se eleva a 1558 m. sobre el nivel del mar y situada en el término municipal de la comuna francesa de Lamanère en el departamento de los Pirineos Orientales.
El camino pasa al lado de "Can Pletis", una casa de alta montaña de lujo situado en un entorno natural sin comparación. Asentado en la cima de una colina, los huéspedes disfrutan de espectaculares vistas.
La casa cuenta con grandes espacios y servicios, capaces de hacer una estancia inolvidable a grupos y familias.
En el exterior la casa tiene 6 hectáreas de prado, una piscina climatizada en verano y un "hot tub" (baño japonés con caldera de leña). El precio puede resultar prohibitivo para la mayoría.
El camino pasa junto a cercado con animales que viven holgadamente en grandes espacios de la zona.
Después de otra larga subida...
... hacia las diez de la mañana, y para evitar que me pase como ayer, decido hacer una pausa para el desayuno, Un compacto muesli de "Adventure Food" me va a permitir recuperar energía para pasar la mañana sin problemas.
Continúo la ruta con unos horizontes magníficos, rodeado de animales que pacen al sol y al aire de una espléndida mañana de septiembre.
En estos momentos de entusiasmo por esta naturaleza que me rodea, mi mente me hace sentir la sensación de un bienestar infinito al unísino de formar parte de este gran espectáculo de la naturaleza.
Es una conexión de mi interior con todo lo que puedo percibir a través de la vista, experimentando un vínculo con el momento presente. Un poco complicado de describir pero yo me entiendo.
El sendero es magnífico, y voy disfrutándolo a cada instante del recorrido entre tramos de bosque y extensos prados ondulantes.
Después, una pedregosa subida hasta llegar al Collado de Lliens (1.867m).
A partir de aquí comienza una larga bajada que trancurrirá por caminos, atajos y senderos.
Cruzando pequeños riachuelos de montaña, voy sorteando entre pronunciadas pendientes el descenso.
Después de 12 kms. de recorrido ya puede verse allá al fondo, la población de Setcases a 1.270 mts.
Cerca de las 2 de la tarde, termina este itinerario que he disfrutado durante toda la mañana, Ahora solo me queda esperar a las 14:30 para tomar el autobús con destino a la población de Ripoll, donde cogeré un tren que me llevará a casa.
Así termina otra experiencia apasionante en esta zona tan privilegiada. Bueno, no termina todavía ya que he reservado una etapa que de Setcases y pasando por el refugio de Ulldeter, llega hasta Nuria. Desde este lugar continué en su momento el GR11 hasta Puigcerdá.
Pero he preferido dejarlo para el próximo año, a finales de junio y sin llevar peso en la mochila para ir mucho mas ligero.
Dejo aquí el enlace de la primera parte de mi particular GR11:
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