Nuevo ruta para este mes de Noviembre, y cómo no, de nuestros amigos Xavier Bayer y Cisco Guasch. Itinerario nº 11 del libro "Itineraris de Natura. Pel Gaià, el Foix i L´Anoia".
Es sábado 6 de noviembre. Me he levantado pronto, hacia las siete, sigiloso para no despertar a los que siempre siguen durmiendo a estas tempranas horas. Un rápido desayuno y al coche hacia la A-2. dirección túnel del Bruc y pueblo de Castellolí.
La previsión meteorológica es buena, y decido aprovechar el pronóstico de este buen tiempo antes que llegue la estación invernal. Los últimos días he estado bastante tenso y creo que ya me faltaba un poco de aire. Por fín aquí estoy, son las 9 de la mañana y he llegado a mi punto de partida.
Como dice en el libro..." Iniciem la nostra ruta una mica més amunt del poble de Castellolí, aproximadament un killòmetre enllà en direcció als túnels del Bruc ".
El paisaje está envuelto de una espesa niebla matinal, se respira un aire húmedo, vaporoso... . Voy descendiendo hacia el pequeño riachuelo cubierto de frondosa vegetación, por el camino tranquilo y silencioso a pesar de los primeros cantos de los pájaros.
Empezamos una suave bajada |
La bruma matinal |
La "rosada" de la noche |
Voy contemplando todo absorto en la vegetación. Me cuesta identificar los nombres de las plantas. El ambiente a estas horas resulta muy agradable. Creo que estos momentos, son lo mejor de cada excursión, estos instantes matinales...
El húmedo "roser Caní" |
La constante niebla sigue persistiendo al fondo del valle. Me encanta el paisaje. Sigo plácidamente...
Encuentro en una pendiente del bosque una gran cantidad de plantas de romero cargado de telarañas. Al acercarme a ellas, observo como se ha acumulado la "rosada" y como brillan las minúsculas gotas por entre los tenues hilos.
Sigo ahora en ligero ascenso. Como puede verse en las fotos, el camino es de lo más delicioso. La luz se escapa entre la niebla, la ruta sigue fiel a su destino perdiéndose a lo lejos. Estamos ya cerca del "Castell d´Aulí "
Me he cruzado con muchos "boletaires". Aprovechan también estas horas para intentar llenar la cesta, aunque la cosa se les pone cada vez más difícil. Hago alguna foto a lo que encuentro por el camino. Mi ignorancia en temas micológicos es muy evidente...
Un empinado sendero que comienza a un lado de la pista, me lleva hacia las ruinas del "castell d´Aulí ". Se trata de una fortificación construida hacia el siglo X. También tiene restos de una antigua capilla románica dedicada a Sant Viçens.
El "Castell d´Aulí" |
Asciendo por unas derruidas escaleras de piedra hacia la cima, y desde allí se pueden contemplar buenas panorámicas. Empiezo a tener hambre y aprovecho el lugar para comerme un trozo de "coca amb xocolata" que hace las delícias de la ocasión. El suave solecito empieza a calentar el ambiente. Estoy como un rey en este "castell".
Exploro un poco entre las ruinas, entre las cavidades que se encuentran aquí y allá, en busca de un "ratpenat orellut meridional", cómo es habitual, no encuentro nada. Parece que los autores del libro tienen más suerte que yo.
Panorámica desde el Castell d´Aulí |
Hacia el suroeste, siguen las persistentes brumas. Plasmo el momento y de repente oigo voces y pasos. Tres motoristas con toda la indumentaria colocada, acceden a este lugar. Intercambiamos algunas palabras. Sorprende que hayan llegado a este sitio, me comentan que son de Masquefa y que allí también hay un ruinoso castillo.
El fondo brumoso del valle |
Después de dejar el castillo, me despido de mis tres motorizados y me encamino a una masía próxima. Se trata del mas de Cal Jaume Bruguérs y que está situada en un antiguo "Camí Reial".
La masía sorprende por su tamaño, situación y actividad agrícola. Varios coches están estacionados bajo un cubierto. Sorprende uno de color negro de los años 50 que me había adelantado antes por la pista.
Al fondo "Cal Jaume Bruguérs" desde el "castell" |
"Bassa" de Cal Jaume Bruguers |
Al llegar al enorme edificio, dudo sobre el camino a seguir. Llega otro coche y pregunto a una joven sobre un determinado lugar. Ignora lo que le pregunto. Parece no conocer lugares próximos a este lugar...pero me oriento yo mismo.
Desde la masía, sigo el camino en suave descenso acompañado por las marcas del sendero GR. ¡Fantástico!... Pero no encuentro los restos fósiles de erizos de mar y caracoles que se citan en el libro.
El otoño pinta con colores ocres, amarillos y rojizos, y el día acompaña con su luz para poder contemplarlos en toda su armonía.
"Auró" con tintes otoñales |
"Auró" |
Al final del sendero GR, encuentro alguna dificultad en seguir el camino. ¿Será hacia la izquierda o hacia la derecha?. El libro dice hacia la izquierda, pero...es hacia la derecha, por una subida de piso con muchos sedimentos de pizarra. Me oriento gracias al mapa del libro y a las líneas eléctricas...que cruzan varias veces el camino.
Las líneas eléctricas constituyen muchas veces una inestimable ayuda para localizar el camino, en mi caso hoy ha sido fundamental y así lo he aprendido.
Las líneas eléctricas constituyen muchas veces una inestimable ayuda para localizar el camino, en mi caso hoy ha sido fundamental y así lo he aprendido.
"La brújula eléctrica" |
Sigo orientándome por los cables y la guia del itinerario.El camino planea y llega a una derruida masía, se trata de "el maset del Tort". El conjunto de edificaciones ha sucumbido bajo la devoradora hiedra y las enormes vegetaciones que inexorablemente van cubriendo todo. Las piedras y las carcomidas vigas de madera van cayendo con el transcurso del tiempo...
el maset del Tort |
En este lugar me cruzo con un esforzado "biker". Ha aprovechado bien el día. Por mi parte continúo el camino y al poco comienzo a oír voces. Al ir acercándome por la pista, observo a varias personas que están recogiendo piñas de un enorme pino. Una de ellas, está subido a lo alto entre las ramas sin ningún tipo de precaución de seguridad y lanzando hacia el suelo estas piñas. Allí otro las recoge en un saco. Al saludarlos observo que no se trata de personas de nuestro país...
Al final recojo una piña del suelo y la guardo en mi mochila, seguro que a mis hijos les gustará comer piñones
Llego al punto mas alto de la "serralada" y me encuentro con un cruce y en el centro el enorme pino. Sigo ya que a los pocos metros encontramos una "alsina surera" al pie del camino. Son ejemplares solitarios y aislados. Cojo un trocito de la "escorsa".
El cruce de la sierra |
Alsina surera |
Pasos y mas pasos y un espléndido día acompañando esta ruta. En la cima y antes de iniciar el descenso me desvío del camino para subir a una providencial atalaya entre rocas repletas de líquenes y musgos. Admiro Montserrat y a sus pies el hotel del Bruc. El lugar es prodigioso.
Montserrat en la distancia |
Entre las rocas, musgos y líquenes con seta incluida |
Desciendo por una pista magnífica y sombreada. Llego a otra sorprendente masía, "Cal Soteres", perdida e incomunicada en la cima de un montículo. Me acerco y exploro los alrededores de esta singular construcción.
Masía de Cal Soteres |
Portalón de entrada |
La fecha de construcción |
El testimonio gráfico habla por si sólo. ¿Cómo sería la vida en este lugar?, ...la primavera...el invierno. La desolación y el abandono son presa fácil del edificio...
Sigo el camino y me sorprende un árbol a un lado monstruosamente tejido por una coraza de ramificaciones. Habla por si mismo.
Hacia la "Font del Ferro" |
Las indicaciones sobre vida animal que nos va indicando la guía de campo, son muy exactas. Observo troncos de árboles manchados de barro del camino. Efectivamente, los "senglars" aprovechan este barro para revolcarse y frotarse contra los troncos y así logran quitarse los posibles parásitos de los que son presa fácil.
El baño de barro del "porc senglar" |
El camino sigue enormemente atractivo. De vez en cuando un fuerte olor de humedad asciende de un torrente próximo situado a mi derecha, invisible por estar cubierto de vegetación exuberante. Algo brilla en el sendero... me acerco y recojo una moneda de 1 euro. Algún "boletaire" la habrá perdido.
Me acerco hacia la "Font del Ferro". Unos enormes pinos de más de treinta metros guardan el lugar. Parece como si esas aguas ferruginosas dieran nuevos bríos a los árboles.
Las enormes "pinasses" |
Llego a la "Font del Ferro". Hay una visita de escolares y una clase práctica de orientación en la montaña. No hay duda, el guía es un experto conocedor de la zona y de la utilización de mapas. Tienen uno enorme extendido en el suelo y va explicando los métodos de orientación. Comenta algo sobre las líneas eléctricas que cruzan la montaña. ¡Tate!.
Escolares atendiendo las explicaciones en la Font |
Bebo con la mano un poco de agua de la "font". Realmente tiene sabor ferruginoso. El agua proviene de una mina de la montaña cerrada por una reja de hierro. El lugar tiene un encanto especial. Hablo con la gente y me orientan para llegar sin dificultad a "Les coves del Pas" .
"La font del Ferro" |
La mina ferruginosa |
Sigo la pista, al poco bifurca hacia abajo siguiendo el curso de otro riachuelo enmarañado de vegetación con olor a humedad y a otoño.
Al poco me encuentro con la última sorpresa del día: "Les coves del Pas"
En la parte superior de la montaña, entre la fronda, unas enormes cavidades ocultan una naturaleza misteriosa y llena de incógnitas.
Estas cuevas han sido masacradas desafortunadamente por gentes ignorantes y sin ningún escrúpulo ni conocimiento. Lastimosamente, casi no quedan estalactitas ya que han sido arrancadas de la roca.
"Les coves del Pas" |
Desde el interior |
Tras subir por un empinadísimo y resbaladizo sendero, he logrado llegar hasta la cueva. Esta tiene varios puntos de entrada a través de pequeños agujeros a modo de gateras. Provisto de una linterna, me deslizo arrastrándome a través de uno de estos agujeros y voy penetrando al interior. Allí, muy nervioso por lo agoviante de las cavidades hago algunas fotografías con rapidez. La oscuridad es total salvo la tenue luz con la que me he provisto. El flash se impone a las tinieblas oscuras de la cavidad. Recorro algunas salas, pero los nervios acechan... y salgo otra vez al exterior...
Interior de una de las cavidades |
El techo pétreo de "Les coves del Pas" |
He leído el blog de un espeleólogo sobre esta cavidad. Parece ser que hay una gran sala de unos 100 metros cuadrados y unos descensos a través de un pozo de unos cinco metros. Dejo un enlace a dicha página para ver las fotos de sus expediciones.
http://espeleobloc.blogspot.com/2009/12/les-coves-de-castelloli.html
Son casi las cuatro de la tarde. Después de tantas emociones, ha llegado la hora de comer y como sabéis, una buena lata es el mejor remedio para este menester. En esta ocasión ha tocado el turno a las sardinas con tomate. A un lado del camino me siento plácidamente sobre un tupido manto vegetal y voy haciendo acopio de energía. Mientras, entre las copas de los árboles, voy escuchando la multitud de pájaros del entorno.
Hoy, sardinas con tomate. |
La ruta va llegando al final. Al ir descendiendo comienzo a escuchar el ruido de los coches que circulan por la autovía. Disfruto al máximo el entorno que poco a poco se va diluyendo como un sueño que termina y que se va perdiendo en la distancia...
A Castellolí... |
Un indicador me acerca en pocos minutos al final de la ruta. Realmente me ha sorprendido, no esperaba encontrarme tantas emociones. Son casi las cinco de la tarde y he recorrido dieciséis kilómetros a cuál más interesante.
Realmente la ruta es muy buena para hacerse también en BTT. Se la recomiendo encarecidamente a Pep Ulldemolins, aventurero donde los hay.
Y como dice el libro de la inseparable guía, abandono el lugar plenamente satisfecho después de una mañana tan intensa y provechosa.
"Clicar" para ver detalle de la ruta realizada. |
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