9/3/15

SANTA COLOMA DE QUERALT. MEMÒRIA D´UN TEMPS (1ª Part). FESTA MAJOR 1968. PROGRAMA DE FESTES.

Han transcurrido 47 años desde que se publicó el programa de Fiesta Mayor 1968 por el Ilmo. Ayuntamiento de Santa Coloma de Queralt, en la provincia de Tarragona.
Durante todo este tiempo, el programa ha conservado sus años apretujado entre libros en estantes y armarios cerrados al polvo. Ha viajado a varios lugares en repetidos traslados, y ahora, sale de nuevo a la luz para recordar los tiempos vividos de quien esto escribe.
El programa de dimensiones 22x16, tiene una portada con foto-postal pegada directamente al papel. Todo un dispendio para el año en que fue editado.
Su interior rezumante de anuncios comerciales, nos lleva a rememorar los lugares que eran casi cita obligada de esta floreciente población en la Comarca de la  Baixa Segarra.
Para comenzar, un fragmento rodado en película per 8m/m. en el que desfila el Consistorio local circundando la Plaza Mayor o Plaza del Generalísimo allá por el año 1968.







Iniciamos un pequeño viaje en el tiempo. Tenía entonces 8 años...


Santa Coloma de Queralt. 1968

Zona de grandes explotaciones avícolas y ganaderas. ¡Las gallinas no faltaban!.
Repasemos someramente los establecimientos que se anuncian en este programa.




Presentació del Programa de Festes

Las farmacias eran y son lugares al que se acude con obligatoriedad en una población. Aquí se resuelve casi todo ya que hay solución para los aquejados concurrentes que frecuentan el establecimiento. En este lugar, aparte de los remedios de la época, se adquirían incluso los Yogures que se consumían. Aquí en la rebotica la fermentación del Lactobacillus Bulgaricus se realizaba con providencial maestría, lo cual daba lugar a un delicado producto en frasco retornable de cristal tapado con papel satinado sujetado mediante una goma elástica.




Materiales para la construcción, transportes, comestibles... Todo establecimiento tiene cabida para financiar el programa de la Fiesta Mayor.




Joaquim Segura i Lamich, historiador, escritor y poeta amante de las grandes edificaciones de la población, escribe unos versos inspirados en las soberbias construcciones medievales se Santa Coloma de Queralt. En esta ocasión dedicatoria especial a Santa María de Bell.lloc.




Otro lugar de cita obligado en una población, es el Bar, y la competencia entre establecimientos parece no ser tan reñida ya que el visitante, mayoritariamente masculino, va cambiando uno y otro sin ninguna obligatoriedad de permanencia.
En la Plaza Mayor o Plaza del Generalísimo de la época, los tres bares existentes, y que aún siguen en la actualidad, son frecuentados indistintamente según arrecia el sol por la mañana o por la tarde ya que las mesas situadas en el exterior no tienen ningún tipo de protección solar




También se anuncia el establecimiento que surtía a la población de los primeros aparatos de Televisión. Y como buen establecimiento también ofrecía el servicio de reparación a domicilio. Lo malo es cuando después de un recibimiento esperanzador en casa del infortunado espectador al que le había dejado de funcionar tan preciado aparato, el técnico tenía que llevárselo para reparar a su "taller". Esto desmoralizaba ya que suponía dejar de ver la tele durante unos cuantos días. Muchas veces estos interminables días se prolongaban tanto que finalmente se llamaba al establecimiento para preguntar sobre el tema. Generalmente se recibían promesas de pronta reparación para el día siguiente, que pocas veces se cumplían.
Recuerdo la marca de la tele que había en casa con el nombre del famoso inventor "Marconi".
El aparato se calentaba mucho debido a las lámparas de su interior, motivo por el cual, en aquellas tardes televisivas de merienda incluida, estábamos obligados a apagarla durante unos interminables minutos para que esta no se estropeara.





¡Ah! y no nos podemos olvidar de otro pilar fundamental en toda población que se precie, el médico, o los médicos.
En su consulta, como bien puede verse en los anuncios publicitan la última tecnología médica puesta al alcance del ciudadano de la época.







En el programa oficial también tiene cabida la cultura. En esta ocasión, un artículo sobre los vestigios de la época romana hallados en la población y en la zona donde esta se ubica. Sin duda, lugar estratégico para el paso de huestes romanizadoras a la conquista de nuevos enclaves peninsulares.







La ganadería porcina de la zona está salvaguardada gracias a la excelencia de los piensos suministrados a las explotaciones. Los piensos compuestos anunciados, me recuerdan aquel esmerado anuncio televisivo en el que un regordete y bonachón cerdo nos decía aquella famosa frase: "Yo también prefiero Sanders".






Los transportes y las líneas de autobús, son otro destacado servicio en una población en la que muchos no disponen de utilitario. Solamente los más afortunados podían exhibirse a bordo de un  Seat 600.
Los demás tenían que hacer uso de las líneas regulares de autobús que iban generalmente en dirección a  Igualada y  a otros pueblos de la comarca. ¡Eso sí!, regular y discretamente.






Las palabras del Sr. Rector, tenían también lugar privilegiado en el programa de Fiestas por ser estamento imprescindible a la salvaguarda de fieles, feligreses y demás ateos.
Un amable escrito realizado a puño y letra por el sacerdote local nos sitúa dentro del marco evangelizador de tan señalado acontecimiento.
¿Quién no se acuerda de un tal mossèn Albert?. Le llamaban mossèn mig metro, natural de la Selva del Camp. Mossèn Albert era un singular y durísimo personaje de agrio carácter y manos ligeras al ventilar los cogotes pelados y las sonrosadas mejillas de los infantes de la villa que asistíamos a su clase. 


Mossèn Albert en la procesión del Corpus 1965.

Le teníamos miedo exacerbado ya que encima le debíamos pleitesía si lo encontrábamos por la calle, ya que había que acudir a él para besarle la mano que extendía con prontitud al acercarnos tímidos, cabizbajos y sometidos.
Escondía su mirada detrás de los cristales ahumados de unas gafas de la época y atizaba con paroxismo a los chavales como sólo el sabía hacerlo.
A buen seguro no escribiría el texto del programa.
Coincidió de rector con mossèn Pascual y con otro vicario, mossèn Joan Llort que impartía clase en el "Colegio Parroquial San José", llamado también "Els Hermanos". Y había otro, Frederic Vallbona Farré, encargado de la escolanía de la parroquia. Se le conocía también por el renombre de Gimondi ya que con el buen tiempo iba en bicicleta y coincidió con la época del famoso ciclista internacional.






La parte central lo ocupa una relación de actos menos religiosos y mucho más lúdicos patrocinados por la Organización Sindical de la Educación y el Descanso.
Obsérvese la grandilocuencia del cartel anunciador.






En toda villa que se precie no puede faltar el tradicional concurso de tiro. Los hay para todos los gustos, Tiro al Plato, Tiro al Pichón, Tiro a la Codorniz... Para regocijo y contento de unos cuantos cazadores del pueblo.
Tiro, Tiro, Tiro ...  ¡ Menuda absurdez !





Tampoco podía faltar la competición de Motocross. En esta ocasión es el Primer Motocross Santa Coloma
Recuerdo el circuito por donde iban y venían las motos levantando tanto polvo que muchas veces no podían ni verse. Impresionaban las "Bultaco" y las "Ossa" con su estruendoso ruido al acelerar por los diferentes tramos de la pista.
Los chavales una vez terminada la competición, aprovechábamos la dinámica y la euforia de lo visto para hacer el recorrido con nuestras bicis marca BH de único plato y piñón. Y allá íbamos sacando fuerzas hasta de los bolsillos para remontar las empinadas rampas del circuito.





"Novetats Caster" era el nombre de un establecimiento que también me tenía intrigado.Si mal no recuerdo, se dedicaba a la venta de ropa, y siempre me venía a la mente aquella historia de los indios americanos, de aquel general orgulloso típico buscaglorias que masacró a los indios y murió  en una de las batallas Little Big Horn enfrentado a las tribus comandadas por el jefe sioux "Caballo Loco".
Me refiero al general George Custer, pronunciado Caster.
He ahí el tema.
¿Y cómo un niño de 8 años sabía del general Custer?. 
Respuesta: Gracias a una colección de cromos "Héroes Legendarios" que la marca de "Chocolates Hueso" nos ponía a disposición al consumir su producto.
Con esto empezamos a culturizarnos.





Y qué decir del fotógrafo. Personaje imprescindible para plasmar la realidad de los acontecimientos sociales que vive la población. 
Como podemos ver, el establecimiento también hacía revelados. La magia emocionaba al recoger nuestras fotografías realizadas en aquellas antiguas cámaras Kodak que plasmaban acontecimientos mas o menos desenfocados y mas o menos iluminados.






Artículo sobre la historia futbolística desde sus inicios en Santa Coloma de Queralt. Recuerdo las veces que nos escapábamos a jugar a fútbol al "Campo Municipal" que ya en aquellos años tenía el escudo del club descolorido y desconchado en el frontispicio. El amarillo y el negro ya prácticamente no existían. 
El campo era de tierra con protuberancias vegetativas que emergían en algunas zonas. Una caída al suelo suponía una buena herida que había que desinfectar rápidamente y que a falta de agua oxigenada se curaba con la saliva del accidentado.
En cierta ocasión otro chaval nos apareció con unos zapatos de fútbol que había encontrado en el desván de su casa. Quedamos muy impresionados porque tenían la suela, si mal no recuerdo, de madera. A la hora de jugar, nos daba miedo su marcaje ya que podía propinarnos una buena patada.









"Calçats Calzada", y nunca mejor dicho. Para ir bien calzados, acudíamos a la tienda adecuada, única, "Calçats Calzada".




Otro establecimiento legendario, "Casa Bartra". Y digo legendario porque allí se puede encontrar casi todo. Desde tiempo inmemorial vive allí, en un rincón  del escaparate la cabeza de un maniquí. 
Aquella cabeza, me traía de cabeza. No sacaba protagonismo a nada ya que el era siempre el protagonista. El maniquí es de un hombre maduro y permanece, inmóvil, impertérrito, sin mirar a ninguna parte. Quizá le cambiaban la gorra de vez en cuando, pero sólo de vez en cuando.
Y un año tras otro sigue en el aparador, desafiando el tiempo y viendo pasar la vida...




Para pernoctar y estar como en casa con un trato amable y familiar, la Fonda Nueva es el típico establecimiento del ramo hostelero,  que ofrecía aquella comodidad y confort que todos buscábamos en aquellos tiempos.





El día que la bici, nuestro mas preciado medio de transporte tenía una avería, el mundo se hundía. Había un taller de bicicletas y una única persona la encargada de las reparaciones. El taller, de amarillentas paredes y techos con cabirones de madera llenos de espesas telarañas que se balanceaban mecidas por el aire, estaba lleno de bicicletas amontonadas una encima de la otra formando una enorme madeja de hierros y ruedas retorcidas.
Al fondo, con un clavo colgado en la pared, un calendario anunciando neumáticos, lánguido y arrugado.
Y como siempre, la triste reparación de un pinchazo suponía en el mejor de los casos, no disponer de la bici en tres días.





Siempre nos había gustado la gaseosa, con aquel cierre tan característico y el burbujeo constante de su gas. La reina del momento era de la marca "Konga". También era muy reconocido el sifón, de la misma casa.




El distribuidor oficial en esta población, también vendía otros famosos productos de la época, como es el caso del famoso "Frigolat". 


El famoso "Frigolat".

Y que decir de las pastelerías. Se acudía a ellas sólamente en domingo, después de salir de Misa y después de haber hecho un vermouth en el bar a base de berberechos, aceitunas rellenas y bolsa de patatas, y para beber la Mirinda de naranja. Después a la pastelería para comprar las "Lionesas" de nata o aquellos típicos pastelillos en forma de triángulo con media cereza en la cúspide.




El programa cierra con una contraportada donde se puede ver el atuendo festivo que lucen los afortunados pollos y gallinas de la población. Y de paso anuncian la Sociedad Cooperativa a la que tienen la suerte de pertenecer. 





Aquella sería la última Fiesta Mayor que viví en la población. A partir de entonces por circunstancias de la vida nos trasladamos a otro lugar.  
Se dejaba atrás la etapa de la niñez, y se cerraban las mejores páginas de un libro. Lo que tenía que venir, se le parecería pero sería una nueva realidad seguramente mucho menos divertida. Los primeros años habían terminado,pero en el fondo permanece en la memoria el grato recuerdo vivído en  Santa Coloma de Queralt. 

La segunda parte de esta historia puede seguirse este enlace:

http://franclips.blogspot.com.es/2015/03/sta-coloma-de-queralt-memories-dun.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario