15/1/24

OLESA DE BONESALLS. PUIG DE LA MOLA. (Rep). Ruta de Senderismo.

Aprovechando la onomástica de quien esto escribe, decido airearme después de unos meses inactivo de  las rutas senderistas. 
Había seleccionado una ruta para fin de año y la he retrasado hasta que he dicho ¡basta!.
Hoy es lunes y después de un madrugón mañanero, héme ya en la población de Olesa de Bonesvalls con el track cargado en el navegador twonav.
La ruta es prácticamente la misma que realicé en el año 2016 y que puede también verse aquí.




El famoso Hospital Medieval de Olesa de Bonesvalls, ahora en un proceso de restauración.







La temperatura es de 4ºC cuando comienzo por un sendero húmedo y pedregoso, a la vez que encantador y silencioso. 











Siguiendo prácticamente durante una hora, llego a uno de los principales atractivos de la ruta, "L´avenc de l´Esquerrá", una sima que se hunde en un profundo pozo y que se bifurca luego en varias galerías.




                    


Me asomo a la sima con mucha precaución. Una caída tendría fatales consecuencias; así que opto, como siempre a tumbarme a ras de suelo para poder observar el profundo agujero.




La hora decisiva y el enclave adecuado para desayunar. No hay más sorpresas.






Abandono el lugar. Ahora comienza una subida con un gran desnivel que lentamente voy a ir asumiendo.








Me separo del itinerario para dirigirme hacia un promontorio rocoso que se ve al fondo.






Las rocas tienen curiosas oquedades naturales que el agua y el viento han erosionado con persistencia en el tiempo. Ahora constituyen refugio para alimañas y rapaces.






Regreso al sendero que estaba siguiendo y que en pocos minutos me va a llevar al punto más alto del itinerario.




Allá al fondo se levanta una torre de vigilancia contraincendios. 




Al fondo se destacan las famosas montañas de Montserrat con  su silueta inconfundible.




Punto geodésico de Puig de la Mola, a 534 mts. de altura.







Abandono el lugar por un estrecho caminejo que está cementado en algún tramo. Este desciende implacable pasando más adelante cerca de una horrible cantera de la que no voy a comentar nada.






Un sendero se desvía del camino penetrando en un alegre bosquecillo que irradia bienestar. ¿Qué más se puede pedir?.




A mi derecha un buen montón de piedras señalizan la existencia de un pozo llamado del Ros. Me asomo a su interior. Seco no, lo siguiente...







Estoy cerca de Olesa de Bonesvalls. Al fondo comienza a destacar el edificio del Hospital Medieval.





Algo llama mi atención. Junto al sendero y bajo un añoso olivo duerme indolente un jabalí a pata suelta. 
Silenciando mis pasos doy la vuelta al árbol para sacar otra instantánea del durmiente camuflado...









He llegado a mi destino. Una buena mañana y una buena ruta para celebrar la onomástica al aire libre.
Han sido 11,87 kms de recorrido con un desnivel de 329 mts. 
Dejo la ruta en este enlace:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/olesa-de-bonesvalls-puig-de-la-mola-162597892


Ruta realizada


1/10/23

DE BARCELONA A LÉRIDA EN BTT. Ruta bikepaking de 3 jornadas. Del 1 al 3 de Octubre de 2023.

Después de la primera ruta iniciática de 5 días por la Costa Dorada en mayo de este 2023, he vuelto a sentir una extraña llamada interior.
Esta llamada me sugiere realizar otra pequeña escapada en Btt, ahora de 3 días, por lugares con mucho más desnivel que la primera. En esta ocasión, la ruta será Barcelona-Lérida.
En el portaequipajes vuelvo a llevar lo mínimo imprescindible y aún menos que en el anterior viaje.
Al interesado le remito a este enlace:


DÍA 1. DE BARCELONA AL HOTEL DEL BRUC. Por Martorell, Olesa de Montserrat, Esparraguera, Collbató, El Bruc.

Son las 8 de la mañana cuando salgo de casa dispuesto en principio a pedalear. Antes de nada una foto de rigor para evidenciar la veracidad de lo que iré relatando.





Después de salir de la gran ciudad y atravesar la población de Esplugues, llego al río Llobregat donde una pista discurre hacia Martorell.





Hacia las 10, me detengo media hora para desayunar y reponerme del ayuno matinal.





En alguna zona del brazo del río me encuentro con un enorme pedregal.








Siguiendo hacia Martorell, con el Pont del Diable en mente...






La verdad es que siempre me han fascinado los enormes pilares que sostienen las arterias de circulación viaria. No puedo evitar la foto de rigor.






A las 11 llego a Martorell. Al fondo el famoso "Pont del Diable".
Se trata de una reconstrucción realizada en el año 1963 de un puente gótico que data de 1295, sobre una base de origen romano, que formaba parte de la Vía Augusta, construido alrededor del año 10 a. C.​ para ser transitado por carros de bueyes, con una longitud de 130 metros,
El puente fue destruido por el río, que se llevó la pila central, estando documentada una reconstrucción en el año 1143. Posteriormente se reconstruyó como puente gótico con un solo arco en 1283.
El nuevo perfil y la menor anchura ya no eran adecuadas para la circulación rodada, pero sí para el transporte con animales de carga, mucho más utilizado en la Edad Media.
Fue restaurado en el año 1768, y en enero de 1939 el arco central fue destruido por el Ejército Popular de la República en retirada, siendo reconstruido, como ya hemos dicho, en 1963.






Por veredas, caminejos polvorientos, pistas y algo de asfalto, llego a Olesa de Montserrat.
El día comienza a ser caluroso. El cielo completamente despejado augura una jornada plenamente veraniega.





Cruzo Olesa de Montserrat y comienzo a enfilar por una estrecha y poco transitada carretera que discurre pasando cerca de la "Colonia Sedó".
Esta se funda en 1846 por Miquel Puig y Catasús, que construye una fábrica textil junto a un antiguo molino harinero ya existente. La fábrica va creciendo y adoptando las características de una colonia industrial y, finalmente, en pleno siglo XX, se convierte en una de las empresas más grandes e importantes de la historia económica industrial de Cataluña. El sol implacable cae indolente cuando llego a la siguiente población, Esparraguera.
Junto a una plazoleta al lado de la iglesia hago un pequeño alto para comer una pieza de fruta y para hidratarme convenientemente,







El tiempo apremia. Continúo por pistas entre pequeños bosquecillos resecos, pedregosos y polvorientos.
Al fondo se pueden ver en toda su magnitud las montañas de Montserrat con la típica y sorprendente morfología que la caracteriza.




El camino termina en la población de Collbató que esta mañana de domingo se encuentra muy animada por haber un mercadillo abarrotado de gente a la que se suman los muchos excursionistas que a esta hora deben haber terminado su ruta matinal.
Me doy cuentan que en esta población hay gente incauta y engañada por el lazismo, que se ha encargado de ensuciar algunas casas y el entorno natural con plástico amarillo. ¡Cosas de la secta!.
Foto de rigor, no demasiado agraciada, realizada por alguien que pasaba por allí en aquel momento.
No tuve tiempo ni de colocarme bien.






El tiempo se echa encima, y va siendo hora de comer. Por fortuna encuentro un restaurante que resulta como un oasis en medio del camino. Resulta ser el restaurante Vinya Nova, que a esta hora cerca de las 14h, se encuentra abarrotado de gente. En el mismo lugar hay un chiringuito dónde puedo comer mas o menos tranquilamente un muslo de pollo a la brasa.
Y como el hambre aprieta, puedo compartir este con el bullicio del entorno y algún que otro insecto revoloteador, dícese también, mosca.





Un poco más tranquilo, continúo el itinerario previsto que me va a acercar al siguiente punto de la ruta, la población del Bruc.
Tengo las montañas de Montserrat muy cerca. Paso junto a la masía de Can Jorba...




... con su pequeña ermita de la Verge de la Font.







Pasadas las 4 de la tarde llego a la población de el Bruc. La cruzo sin encontrar un alma. Al final me detengo junto a la famosísima estatua del "Timbaler del Bruc". 
Antiguamente la carretera nacional pasaba por aquí, pero con la autovía A2, por fortuna, todo ha quedado mucho más tranquilo.





Desde el monumento, el hotel del Bruc, se encuentra relativamente cerca, esto sí, en franca subida.
Aquí termina esta primera etapa. Pasaré la noche aquí. Tengo por delante una agradable ducha que en este punto ya me es muy necesaria.





Habitación límpia y acogedora con buenas vistas a la montaña. Ideal para descansar.





DÍA 2. DEL HOTEL DEL BRUC A CERVERA. Por  La Pobla de Claramunt, Vilanova del Camí, Igualada, Clariana, Rocamora, Bellmunt de Segarra, Sant Pere dels Arquells.

A las 7:30 de la mañana empieza a clarear el día, pero desde la ventana de la habitació se puede observar una espesa niebla que cubre todo el paisaje.
Desayuno en el hotel porqué no tengo otra opción y a las 9 en punto comienzo la jornada pedaleando arropado por el frescor matinal.






Por la poca transitada carretera paso junto a la urbanización de Montserrat Park y llego al "coll del Bruc" de 620 mts.






Aquí me desvío por un camino que en suave descenso me va a llevar a disfrutar de una de las más prolongadas bajadas de la ruta. Serán aprox. 10 kms. entre el bosque sin tener que darle al pedal. La niebla se va disipando lentamente.






El Hotel del Bruc está a 640 mts. Ahora el descenso por el GR 172, me hará llegar hasta los 290 mts. Luego tocará subir de nuevo... hasta los 770 mts.
De todos modos, de momento aprovecho todo este descenso tan prolongado para deleitarme en este fantástico paisaje boscoso.
Más adelante, paso junto a una señorial masía que sorprende por sus dimensiones y por su fachada. Se trata de Cal Mosset y está ubicada en lugar bastante aislado de la próxima población.






El descenso termina en la población de La Pobla de Claramunt. Voy por la avenida principal hasta el "camino de les Socarrades".
Este transcurre junto a una enorme planta de reciclaje, que cruzo absorto por la cantidad de materiales diferentes y de inverosímil asimilación.
Después de la primera subidita, el camino va ondeando hasta llegar a un polígono industrial casi pegado a la población de Igualada. A estan horas el centro está muy animado. La atravieso también raudo y veloz.
A la salida me detengo un momento para descansar unos minutos.






Breve paso por el asfalto para desviarme de nuevo por un camino que comienza a subir levemente.
Paso junto a la masía de la Sala, hoy conocida como Can Cansalada, en el término de Jorba, y un poco más adelante, junto al camino, la gran sorpresa del día...






Una preciosa ermita románica en medio del solitaria bosque: Sta. María de la Sala.
Se conserva en muy buen estado y con muy pocas alteraciones desde que fue construida, hacia la segunda mitad del siglo XII. Está documentada desde el año 1185. Es de nave única, de bóveda ligeramente apuntada, y ábside semicircular. Los muros están hechos con sillares medios, bien escuadrados, y desnudos de elementos ornamentales, excepto el rico adorno de la puerta. Desgraciadamente han desaparecido las columnas y los capiteles que la enmarcaban. El campanario, tiene una espadaña de dos pisos. Adosada a la ermita se encuentra la casa del ermitaño, del siglo XVIII ahora completamente en ruinas.








Abandono el lugar después de un pequeño refrigerio a base de fruta y nueces. No hay ni un alma errante en el camino. Fantástico camino diría yo, con algunas frondas de magnífica y sorprendente vegetación.






Voy mirando continuamente el indispensable navegador twonav. El desnivel comienza a acentuarse al mismo tiempo que la temperatura, que sigue de pleno verano.






El desnivel va siendo cada vez más pronunciado. Comienzo a notar cierta fatiga y decido, en algunos tramos de fuerte subida, bajar de la bici y empujar. 





Entre empuje, pedaleo y empuje, mirada al navegador... y subiendo un metro tras otro hacia la cima...
Estoy a 700 mts.






Paso por pequeñas masías muy aisladas en medio de la montaña, rodeadas por la soledad y el aislamiento. A veces me llegan los ladridos de algún perro que debe vigilar la casa.
La ruta me lleva a otro pequeño núcleo bastante solitario, por no decir muy solitario a primera vista, el pueblo de Clariana.





Este pequeño pueblo fué en otra ocasión punto de inicio de una ruta de senderismo que realicé:


Pasadas las casas, continúo por una carretera sin asfaltar en suave pero en continuo ascenso.
Me cruzo con un todoterreno a gran velocidad que deja una nube de polvo en el camino. Como es de suponer me salen toda un cúmulo de improperios.




El calor es bastante intenso a la par que la subidita, pero no es obstáculo para llegar a otro punto del recorrido, el pequeñísimo núcleo de Rocamora.
Hace años también llegué hasta aquí en otra ruta de senderismo que puede verse en este enlace:







La subida se hace larga e interminable. Seguramente los doloridos isquiones de la partes traseras han quedado tocados y por este motivo he tenido más dificultades.
Hacia las 2:30 de la tarde, veo en el horizonte la población de Bellmunt de Segarra. Estoy ahora a 770 mts. de altura.






No hay entrada triunfal porqué no hay nadie que salga a recibirme. Tampoco hay restaurante ni bar, y por no decir, no hay casi nada... sólo silencio junto a la iglesia parroquial de Sant Pere de Bellmunt.






En la pequeña plazoleta frente a la iglesia, a la sombra de un viejo ejemplar arbóreo y junto a una fuente, decido comer un bocadillo de sardinillas que ya llevaba previsor en el equipaje.






Por suerte pude disfrutar de la compañía de un gato que lamió la vacía lata hasta dejarla inmaculada. El sonido de esta lata rozando el suelo de la plaza, fué prácticamente el único que escuché durante los tres cuartos de hora que permanecí en el lugar.







Aparecieron mientras satisfacía el hambre otro par de gatos que se escurrían calle abajo al mínimo gesto de acercamiento. Al final, mientras me hacía con una pieza de fruta, concretamente una pera, también pude escuchar una persiana que subía o bajaba en alguna casa circundante.






Cerca de las cuatro de la tarde, ahora, más tranquilo y satisfecho, abandono el pueblo para deslizarme por una magnífica bajada con un disfrute más allá del éxtasis mariano, que ha quedado marcada en el recuerdo de aquella jornada.
El aire vivificante me alivia de toda la dureza de la mañana. A partir de ahora llegar al destino va a ser mucho mas fácil.






Cruzo por pequeños núcleos habitados de nombres variopintos que nunca había escuchado, como Montfar...




... Pallerols, Pomar, Sant Antolí i Vilanova, Els Hostalets ...





En Sant Pere dels Arquells, me detengo frente a la plaza de la Iglesia para evidenciar mi estancia en el lugar.







Más adelante, al doblar una calle me encuentro con una sorpresa. Aviones en el patio contiguo de una casa. 
Al parecer, su propietario, un tal Xavier Monge, los tiene expuestos al aire libre.
La pequeña flota consta de tres cazas soviéticos Mikoyan-Gurevich, un MIG-15, otro MiG-21 y un MiG-23, todos con los colores de sus fuerzas aéreas, rusa, húngara y checoslovaca. Aunque ahora sólo quedan tres cazas, inicialmente hubo cuatro.






El MiG-15, fabricado por Mikoyán y Gurévich e introducido a partir de 1948, es el avión de reacción más fabricado en la Unión Soviética, con una producción de más de 15.000 unidades. Gracias a sus alas de flecha pudo superar a los cazas enemigos de alas rectas durante los combates diurnos. El modelo MiG-21, diseñado por Artiom Mikoyán, es uno de los reactores de combate más usados en la historia de la aviación militar con presencia en más de 50 países y protagonista en los conflictos árabe-israelí, la Guerra de Vietnam, la Guerra indo-pakistaní, la Guerra de Angola o la Guerra de Kargil. Hoy día, cincuenta años después de su introducción, sigue funcionando en algunas flotas militares. El MiG-23 es el primer caza capaz de identificar y atacar objetivos más allá de su alcance visual y fue fabricado por Mikoyán y Gurévich a partir de 1970 y estuvo en servicio en Rusia hasta 1994, aunque aún se utiliza en algunos países.





Los cazas fueron adquiridos después de la disolución de la URSS, pero su traslado y el papeleo que comportan cuestan de imaginar a los profanos en este tipo de antigüedades. "Se compran como chatarra, que en realidad es lo que son porque están en mal estado; vienen desmontados y se vuelven a montar aquí".
El hecho de estar al aire libre ha ido deteriorando los aviones y las inclemencias del tiempo han contribuido a la oxidación de la chapa y de algunas piezas.






Superada la sorpresa sigo adelante. Ya queda menos para llegar a mi destino. 100 metros de asfalto por una carretera nacional y nuevo desvío para tomar caminos pedregosos que ya no abandonaré.
El camino pasa por al lado de una acequia que al parecer fué una obra de importancia en su tiempo.
Allá al fondo, Cervera, punto final de la etapa de hoy.






Justo al final del camino, llamado el camino de los huertos, se ubica el hostal que había reservado para pasar la noche. Son las 17:30 de la tarde. Me encuentro en el Hostal Sabina.






Habitación correcta para el viajero en bicicleta que augura un buen descanso nocturno.
La ducha no se hace esperar.






Para cenar hay que subir a la población por una calle empinadísima. Quince minutos andando y estoy en el eje comercial. Aprovecho para comprar agua y alguna fruta para el día siguiente.
Me planto ante la fachada de la famosa Universidad de Cervera, construida entre 1718 y 1740 por orden de Felipe V, ya que el municipio fue elegido para premiar el apoyo y fidelidad de esta ciudad a la causa de este rey durante la guerra de sucesión española, frente a los austracistas.​
Albergaba las facultades de Teología, Humanidades, Medicina, Filosofía y Derecho. Por sus aulas pasaron personalidades como José Finestres y Monsalvo, Narciso Monturiol, Juan Prim, Jaime Balmes i Urpià o Manuel Milá y Fontanals. En 1842 la universidad fue trasladada a Barcelona.






Este lunes muchos sitios están cerrados por lo que no me queda otra opción que cenar en el Casal de Cervera. Después, breve paseo por calles desiertas y a descansar.







DÍA 3. DE CERVERA A LÉRIDA. 
Por Tàrrega, Anglesola, Castellnou de Seana, Vila-Sana, Bell-lloc d´Urgell. El Palau d´Anglesola Alcoletge.

Desde la ventana del hostal veo la alborada en el horizonte. Desde algún lugar llega también el sonido del gallo, monótono y distante.
Me preparo para la ultima jornada. una jornada que sin duda será la más tranquila de las tres.






A las 8.30 de la mañana comienzo el itinerario. No he desayunado todavía ya que he prescindido de subir de nuevo a la parte alta de la población y perder casi una hora.
Llegaré hasta Tàrrega que dista unos 14 kms. y allí podré hacerlo más tranquilamente.
Así pués, tomo el "Camí Ral" que me llevará hasta allí.
Paso junto a las ruinas de la Iglésia de Santa Magdalena.








Cervera va quedando atrás, envuelta por un contraluz matinal, de gama azulada que es pronóstico de un día completamente despejado. 
Allá queda un poquito de mi reciente historia.






La pista es magnífica y tiene un suave declive que me favorece. La bici se desliza a su aire y prácticamente no hay que pedalear. Toda una gozada.
Pienso en los aires de libertad de este martes 3 de octubre de 2023. El cielo azul, luminoso, despejado, mientras yo aquí subido en la bici, con la brisa en el rostro rodando por esta pista sin más preocupación que disfrutar del momento y las sensaciones que me ofrece este momento de la vida.








Mi paso por el pequeño pueblo de El Taladell, inmortaliza esta foto de su calle principal.





Llego a Tàrrega y lo primero es buscar un bar para desayunar. En una centrica plaza me puedo sentar tranquilamente en una mesa al aire libre y desayunar como un señor. Un bocadillo de tortilla me servirá para dar energía al pedaleo de la mañana.




Después de Tàrrega paso por Vilagrassa, dirección a...





Después  Anglesola, y sigo por caminos de interior que en algún tramo van junto al Canal d´Urgell.
Una extensión de agua llama la atención. Es el llamado "Pantà de la Plana", un sitio tranquilo y sereno donde se puede uno aislar en una meditación más o menos trascendental.






Cerca de allí hay otro espacio natural que tengo en lista para otra ocasión, el "Estany d´Ivars".








Cruzo por otro pequeño pueblo, Castellnou de Seana, después Vila-Sana, Bell-lloc d´Urgell. Todos son caminos solitarios, tranquilos. Al fondo el horizonte para disfrutarlo ...






En el la población de El Palau d´Anglesola me detengo unos minutos. Un plátano que ha madurado rápido durante la mañana, pasa a formar parte dels sistema energético de quien esto escribe.
El pueblo respira sosiego. Se escucha el rumor de algunas conversaciones del vecindario. Una mujer empuja el carrito de la compra y entra en la farmacia del fondo. El reloj de la torre de la iglesia toca las horas. Son las 13 h.






Continúo ruta. Sorprende a veces por donde se extiende el camino; entre grandes extensiones de campos de maiz...







Por un puente, cruzo la A2. Al fondo la famosa figura que, permítanos la licencia, hemos bautizado como el "Gigante de la Carretera".






Poco después llego a otra de las poblaciones típicas de esta zona, Alcoletge. Pregunto por un restaurante para comer. Hay uno a la vuelta de la esquina. Allí me tomo una escalibada y un buen plato de bacalao con sanfaina. Remato con una pera que me quedava en el equipaje.
Toca el último tramo de la ruta hasta Lleida. Esta, desde Cervera recibe el nombre de Intercatalunya y quiere unir Girona-Lleida en un futuro.
Este tramo transcurre mayoritariamente junto a una vía de tren, la línea Lleida-La Pobla de Segur, también denominado "Tren dels Llacs". Durante todo el recorrido no pasó ninguno.





Llego a mi destino final, Lérida. Y lo hago por la zona natural de "La Mitjana", Aquí podemos disfrutar de varios itinerarios entre la frondosa vegetación de ribera, donde transcurre el río Segre.
Es una zona húmeda de tipo fluvial con una superficie aproximada de 90 ha. El microclima de la zona ha favorecido el crecimiento de chopos, álamos, alisos y fresnos; plantas arbustivas como sauces, tamariscos o zarzas y un estrato herbáceo donde abundan las lentejas de agua, la enea, el cañizo, el lirio amarillo y el junco conforman la flora de la zona. La fauna es otro punto de atención destacable de la Mitjana. Los pájaros son especialmente fáciles de observar. En las zonas con agua destacan el pato cuello verde, la gallinita, la gaviota, el martín blanco y la garza cenicienta. El área es sobrevolada por diferentes carroñeras como la arpella, el aguilucho o, incluso, el águila pescadora.







El objetivo se ha conseguido a pesar de cierta dureza en algunos tramos del itinerario.
Al final han sido 182 kms. de recorrido.
Dejo aquí el enlace a los tracs de las 3 etapas realizadas:

https://es.wikiloc.com/rutas-bikepacking/barcelona-lleida-en-3-etapas-151271331


Ruta Realizada.


El regreso a Barcelona lo hago en tren de cercanías pasando por Mollerusa, Tàrrega, Cervera, Copons, Aguilar de Segarra, Manresa, Terrassa, Sabadell, y un sinfín de apeaderos más que ya no recuerdo el nombre...
Total 3 horas y 20 min.




Durante el trayecto he tenido tiempo de pensar la siguiente ruta a realizar. Hacia la primavera...