Hacia las 8:15 de la mañana y con una temperatura de 5ºc, doy comienzo a la última ruta del último día del 2019.
Como ya va siendo habitual, cada 31 de diciembre cierro el año con buen pié, y nunca mejor dicho. En esta ocasión, el itinerario comienza en la población de Pallejà, cercana a la gran urbe barcelonesa.
Al poco me encuentro ya en pleno bosque por un camino frío y solitario... de los que me gustan.
El camino, en ascenso, va paralelo a la autopista que discurre allá al fondo, con un insufrible rumor de tránsito.
Desde lo alto, se puede contemplar la mole industrializada de los polígonos cercanos a la población de Martorell. ¡Toda una agonía!.
Por suerte el sendero va abandonando la angustiosa visión de la autopista y gira hacia los bosques del interior perdiéndose también el rumor de los coches.
El ancho camino discurre plácido entre los arboles. Ahora hay silencio, sólo el rumor de mis pasos, y una sensación de agradable armonía.
Entro en una de esas urbanizaciones que allá por los años 70 debieron proliferar sin ningún orden ni concierto. Es la de Mas d´en Puig, perteneciente al municipio de Corbera.
Indudablemente las casas no armonizan con el entorno.
Por un sendero muy empinado voy descendiendo hacia una riera de Corbera que se intuye allá a lo lejos, y cuyo rumor se escucha a medida que me voy acercando.
Destaca en el ambiente frío y húmedo que se impregna en la vegetación del entorno.
Una escalera para llegar cerca del cauce. Ahora recuerdo el lugar cuando en otra ocasión pasamos por aquí.
Fue a raíz de esta ruta "CAMÍ DEL PAS DE BARCA".
Son los llamados "Gorgs de la Mola", donde la fuerza del agua ha erosionado las rocas confiriendo estas caprichosas formaciones.
Son las 10 de la mañana, y quizá va siendo hora de desayunar. El lugar, es el más idóneo. Con el fluir de las aguas de fondo, y a pesar del frío ambiente, preparo la mesa en un momento.
Al fondo entre la exuberante vegetación, el "Aqueducte del Torrent del Mas d´en Puig".
Abandono con ánimos renovados gracias al espectacular desayuno el lugar, circulando ahora por una solitaria carretera asfaltada que un poco más abajo cruza la riera por un puente.
Abandono el asfalto por un sendero que sigue junto a unos rudimentarios postes eléctricos.
El camino va en dirección al llamado "Bosc de Malhivern" por el que transité también en ESTA OTRA OCASIÓN.
Después de seguir un buen rato por ancho camino, una intersección con otro sendero que se inicia a mi izquierda, me lleva en 1 minuto al llamado "Puig de l´Àliga".
Desde este apacible lugar, se puede disfrutar de una magnífica panorámica, aunque hoy los horizontes no permiten una visibilidad demasiado lejana.
Héme ahí atento a la foto y al horizonte...
Desde este enclave, allá a lo lejos se perfila la silueta de las famosas antenas de "Les Planes", que pude visitar a raíz de otros itinerarios que transcurren por este lugar.
En este enlace dejo el itinerario.
En este enlace dejo el itinerario.
De regreso al camino principal, toca ahora un empinadísimo descenso que hay que realizar con la máxima precaución para no resbalar.
El final llega al encuentro de otro camino mucho más ancho y por el que puedo disfrutar de una íntima meditación a medida que voy avanzando, viendo pasar los arboles en completa armonía, paso a paso...
Cabaña de piedra seca junto al camino, maravillosa construcción de sólida estructura permanente en el tiempo.
El siguiente punto del itinerario tiene como objetivo una cavidad. Sí, una cavidad que se encuentra cerca del lugar donde me encuentro y que me había trazado en el gps. Después de desviarme y subir por un sendero con mucho desnivel, no logro encontrarla.
Es la llamada "cova de les Rovires", una magnífica cavidad con algunos recorridos que llegan a los 47 mts. Sobra decir que para entrar en profundidad, hay que ir preparado y con acompañamiento. Volveré otro día con la ubicación exacta de la misma.¡No lo puedo evitar!.
Volviendo al camino principal, paso junto a la famosa "font de la Rovira", un entorno con abundante profusión de agua.
Indudablemente, la ruta termina a medida que me voy acercando a la población de Pallejà. Ha sido una matinal tranquila para terminar este año 2019.
Por la noche, a eso de las 12H, daremos vuelta de nuevo a la página del almanaque y volveremos a comenzar el ciclo anual en el cual los deseos siempre son los mejores.
Otra cosa es lo que nos traerá el destino...
"El próximo año... nadie lo ha visto". La frase tiene una conjunción de elementos que, sin duda, dan para meditar.
Al fondo la población de El Papiol con la cima del "Puig Madrona" al que he subido en repetidas ocasiones.
Para terminar, dejo la ruta de 11,47 kms. de recorrido y 458 mts de desnivel:
En definitiva, una tranquila excursión para dejar el año bien cerrado.
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