El martes 10 de noviembre de 2020, Ennio Morricone hubiera cumplido 92 años. Para celebrar la ocasión, se ha realizadoe un documental titulado “Ennio Morricone: The Secrets Behind His Genius”. Aparte del documental, sale a la luz un disco CD y un doble vinilo con una recopilación de la faceta más iconoclasta del maestro romano.
Este Morricone inesperado invita a un viaje sonoro de tintes ácidos, caracterizado por voces misteriosas, guitarras fuzz, arcos etéreos, sintetizadores inquietantes y groove modernos que parecen anticipar sonidos aún por venir pero ya previstos por el genial músico allá por finales de los años 60 y 70.
La colección, realizada por el productor Pierpaolo De Sanctis, incluye extractos de películas de género, "noir" franceses de los años 70, obras italianas experimentales, etc.
El disco, de 27 tracs, siete de ellos inéditos (procedentes de Quando l’amore é sensualitá, Incontro, Lui per lei, L’Automobile, Il clan dei siciliani y La tarantola dal ventre nero) y algunos en tomas alternativas, de la que sin duda es la vertiente musical para el cine menos conocida del maestro.
Todo un viaje sonoro teñido de ácido a través de voces sensuales o misteriosas, guitarras distorsionadas, atonalidad grotesca, cuerdas espaciadas, sintetizadores misteriosos, modos jazzísticos, baterías sincopadas y ritmos modernos de quien fuera siempre un avanzado de su tiempo.
Los temas descubren o redescubren pasajes escondidos bajo melodías arrebatadoras, juegos instrumentales y vocales insólitos entrelazados, disonancias premonitorias del terror o la locura, coqueteos con el pop y el rock.
El documental Celebrating Ennio Morricone: The Secrets Behind His Genius que se ha realizado también a modo de homenaje, incluye entrevistas a algunos de sus más cercanos colaboradores, quienes se reunieron en los emblemáticos Forum Studios, fundados por el Maestro en 1970 junto a Armando Trovajoli, Luis Bacalov y Piero Piccioni, para conversar sobre su genialidad y trayectoria. En el documental se reúnen para la ocasión a varios de sus colegas y colaboradores más cercanos en su estudio en Roma, incluyendo al llamado “Dream Team” del afamado director: el compositor Bruno Battisti D’Amario, el organista argentino Giorgio Carnini, la vocalista Edda Dell’Orso, el pianista Enrico Pieranunzi y el saxofonista Gianni Oddi. También su hijo Marco Morricone tiene palabras de emoción para su padre.
Tracklist de Morricone Segreto
Vie-ni(Alt. Take) – Quando L’amore Ė Sensualità – 1973
Fantasmi Grotteschi (Edit) – Stark System – 1980
Vita E Malavita – Storie Di Vita E Malavita – 1975
Tette E Antenne, Tetti E Gonne” – La Smagliatura – 1975
Patrizia (Alt. Take – Con Voci) Incontro – 1971
Per Dalila – Il Bandito Dagli Occhi Azzurri – 1980
18 Pari – Un Uomo Da Rispettare – 1972
Psychedelic Mood – Lui Per Lei – 1970
Fuggire Lontano (Edit) – L’automobile – 1971
Jukebox Psychédélique – Peur Sur La Ville – 1975
Fondati Timori – La Smagliatura – 1975
Edda Bocca Chiusa – Lui Per Lei – 1970
Non Può Essere Vero – Mio Caro Assassino – 1972
Eat It (Versione Singolo) – Eat It – 1969
Nascosta Nell’ombra – Quando L’amore Ė Sensualità – 1973
Dramma Su Di Noi – Spogliati, Protesta, Uccidi – 1972
Lui Per Lei – Lui Per Lei – 1970
Beat Per Quattro Ruote – L’automobile – 1971
Stark System (Rock) – Stark System – 1980
Il Clan Dei Siciliani (Tema N. 5) – Il Clan Dei Siciliani – 1969
René La Canne – Rene La Canne – 1977
Ore 22 – San Babila Ore 20: Un Delitto Inutile – 1976
Sinfonia Di Una Città – 2:47 | Copkiller – 1983
L’incarico – Un Uomo Da Rispettare – 1972
L’immoralità (Edit) – L’immoralità – 1978
Inseguimento Mortale – La Tarantola Dal Ventre Nero – 1971
Macchie Solari (The Victim – Versione Singolo)” – Macchie Solari – 1974
ENNIO MORRICONE ha sido, sin duda, uno de los más grandes genios de la música de todos los tiempos.
Hoy 6 de Julio de 2020, nos ha dejado con un emotivo Adiós, y nos hemos quedado más tristes por la sorprendente noticia.
El genial Compositor que tanto nos ha hecho soñar con sus entrañables e inigualables composiciones llenas de emoción y sensibilidad, nos ha dejado un recuerdo imborrable, su Música, que ha acompañado buena parte de nuestra vida.¡Grácias Maestro Morricone!.
Era el año 1972 y tenía entonces 12 años, cuando compré el primer LP de mi vida, un grueso vinilo de la "United Artist" con la banda sonora original de "Giu la Testa" o lo que es lo mismo "Agáchate Maldito" el gran filme de su antiguo compañero de escuela Sergio Leone.
Desde aquel momento nace mi admiración por este gran compositor y comienza la búsqueda de material con el que abastecer la colección inacabable de sus bandas sonoras. Creo que nadie lo ha logrado hasta ahora. ¡Es tarea imposible!.
Desde aquí quiero rendir Homenaje a este genio que me ha inspirado tantos momentos de la vida con su música llenando los sentidos con agradables e indescriptibles sensaciones.
"Descanse en paz"- decía uno de los muchos comentarios que he leído- "De él puede decirse que su memoria pervivirá mucho tiempo. Cada vez que alguien ponga o escuche un acorde de armónica o silbido, aun sin saber siquiera su nombre, lo estará reviviendo".
Y reproduzco el artículo de un periódico digital por ser un buen resumen de su trayectoria:
Difícil encontrar un compositor más prolífico y versátil que Ennio Morricone. Más de 500 bandas sonoras, arreglos para canciones de principios de los 60´, colaboraciones con iconos del rock como Morrissey, del folk como Joan Baez —con la que trabajó en 'Sacco y Vanzetti', de Giuliano Montaldo— y de la bossa nova como Chico Buarque. Trabajador incansable y totalmente entregado a su arte, este lunes ha muerto uno de los compositores más icónicos y reconocidos de la historia de la música de cine, pero también de la música.
Fallece en Roma a los 91 años, a causa de una complicación por una caída y haberse roto el fémur. Muere cuatro años después de ganar su único Oscar, por la BSO de 'Los Odiosos Ocho', de Tarantino; en 2006 la Academia ya le había concedido el Oscar honorífico— y el mismo año en el que se le concede el Premio Princesa de Asturias de las Artes, compartido con John Williams. Hace poco más de un año, en mayo de 2019, el italiano ofrece dos conciertos en Madrid en los que repasa sus temas más conocidos, en una especie de gira de despedida, casi premonitoria.
Se va el padre de bandas sonoras como las de 'Por un puñado de dólares', 'El bueno, el feo y el malo', 'Hasta que llegó su hora', 'Agáchate Maldito', `'Érase una vez en América', 'Los Odiosos Ocho', 'La Misión', 'Cinema Paradiso', 'Los intocables de Eliott Ness', 'Novecento', y un larguísimo etc. Morricone es un músico incansable, experimental ydesprejuiciado. Desde sus composiciones más vanguardistas, con su 'Gruppo di Improvisazione Nuova Consonanza' a sus bandas sonoras más sinfónicas, como las de 'La Misión' o 'Cinema Paradiso', hasta los sampleados que con su música han hecho raperos como Jay Z, grupos pop como Muse o metaleros como Metallica, el italiano siempre es un inconformista y un buscador: sigue siendo moderno con más de nueve décadas a sus espaldas. "Me gusta cambiar. Así no corro el riesgo de aburrirme", confiesa en alguna ocasión.
Trabaja en Hollywood en producciones de alto presupuesto, pero también compone las bandas sonoras de películas populares como 'Dos granujas en el Oeste' (1981), con Bud Spencer, 'El Genio', y hay años, como 1969, en los que llega a componer 23 bandas sonoras, ninguna perezosa, ninguna insulsa. En 1968 compone para Pasolini en 'Teorema', para Sergio Sollima en '¡Corre, Cuchillo, corre!' y para Sergio Leone en 'Hasta que llegó su hora', también para Alfonso Balcázar con 'El retorno de Clint el solitario'.
Su música está muy ligada al 'giallo', ese género tan italiano de asesinos de mujeres, donde las casas son suntuosas, los colores estridentes y la modernidad tan sorprendente como elegante; trabaja con Dario Argento en títulos como 'El pájaro de las plumas de cristal' y con Lucio Fulci en 'Una lagartija con piel de mujer'.
"Al principio aceptaba todo, porque tenía que trabajar", admite en la serie de entrevistas que le hace Alessandro de la Rosa, joven compositor y escritor, y que se convierten en el libro 'En busca de aquel sonido. Mi música, mi vida' (2017).
"Después me volví más selectivo y exigente, pero si un director me llama y yo respondo que sí, lo hago lo mejor que puedo". Y es que, hasta su muerte, Morricone se levanta diariamente a las cuatro de la mañana para hacer ejercício y una vez desayunado y leído el periódico, empezar a componer, pero no delante del piano sino escribiendo la partitura sobre el papel.
Hijo de un músico, su padre le inscribe en la Academia Nacional de Santa Cecilia, donde comienza a tocar la trompeta con pocos años de edad. Cuando a Mario Morricone lo movilizan durante la Segunda Guerra Mundial, su hijo recoge el testigo y lo sustituye como trompetista en orquestas de revista. Comienza a ganar dinero componiendo para obras de teatro y haciendo arreglos para programas de radio y televisión, y trabaja como 'negro' en bandas sonoras de cine —orquesta y rehace partituras de otros— desde 1955, cuando le arregla a Giovanni Fusco la banda sonora de 'Los extraviados' de Francesco Maselli.
Hasta que en su camino se cruza Luciano Salce en 1961 y le pide que higa la banda sonora de 'El federal', su primera película íntegra como compositor. "El acercamiento a la gran pantalla es gradual, después de años repartido entre la radio, la televisión y la discografía, trabajando como ayudante de muchos compositores conocidos en aquella época".
Pero el gran salto a la popularidad ocurre en 1964, gracias a la banda sonora de 'Por un puñado de dólares' de Leone. Todo ocurre un año antes, a través de una llamada telefónica en la que Leone, "sin demasiados preámbulos" le propone un proyecto. Cuando se encuentran cara a cara, ocurre la magia: "Noté enseguida un movimiento en su labio inferior que me recordaba algo: aquel hombre se parecía a un chiquillo que había conocido en tercero de primaria. Yo le pregunté: 'Pero, ¿tú eres Leone, el de mi colegio?' Y él: ¿Y tú Morricone, el que iba conmigo al viale Trastevere?'. Como para no creérselo. Cogí la vieja fotografía del colegio y ahí estábamos los dos.
Fue increíble que nos encontráramos después de treinta años". Una amistad y un respeto que dura más allá de la muerte de Leone en 1989. Clint Eastwood le pide colaborar en más de una ocasión, pero Morricone lo siente como una traición a Leone y siempre declina la oferta.
A otro de sus directores de cabecera, Giuseppe Tornatore, con quien trabaja en once películas, lo conoce mucho más tarde, en 1988. 'Cinema Paradiso' es el segundo largometraje de Tornatore, mientras que Morricone ya ha compuesto 300 bandas sonoras. "Pero él fue espléndido desde el principio, tratándome de igual a igual, sin dejar que me paralizase bajo el peso de su infinita experiencia", reconoce el director. Porque aunque el carácter del compositor siempre se ha reconocido como huraño, también ha sabido leer la pasión creativa de sus interlocutores, que es lo que al final acaba abriendo la puerta.
Mastroniani, Tornatore, Morricone
Su época más prolífica y vanguardista es desde mediados de los sesenta hasta finales de los setenta, que coincide con la creación del 'Gruppo di Improvisazione Nuova Consonanza', en el que Morricone, junto a músicos como Franco Evangelisti y Egisto Macchi experimenta con el free jazz, el noise, la música concreta y las técnicas de vanguardia. También le influye la música aleatoria de John Cage, lo que le inspira el uso de instrumentos inhabituales en la orquestación y la composición de bandas sonoras. De ahí, el silbido más reconocible de la historia del cine: el de Alessandro Alessandroni en 'La muerte tenía un precio'. Siempre se apunta a proyectos de directores noveles, porque "aunque no hacían buenas taquillas, son fruto de una gran investigación". Antepone casi siempre la "pasión y la visión crítica" a las pretensiones comerciales.
A las puertas de la clínica romana en la que fallece Ennio Morricone, el abogado y amigo del compositor, Giorgio Assumma, lee una misiva de despedida a sus seres queridos:
"Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto", rezan los primeros párrafos de la misiva y explica que se despide de esta forma de algunos de sus seres más queridos para "no molestar": "Solo hay una razón que me impulsa a saludar a todos así y a celebrar un funeral en privado: no quiero molestar".
Morricone dedica un recuerdo "particular" a Peppucio, apodo con el que se dirige al director Giuseppe Tornatore, para quien trabajó en todas sus películas, y a su esposa, Roberta Pacetti, "amigos fraternos que han estado muy presentes en estos últimos años de nuestra vida", sostiene el compositor en la carta. Asimimo, cita también a otros amigos, a sus hermanas, Adriana, Maria y Franca; a sus cuatro hijos, Marco, Alessandra, Andrea y Giovanni; y a sus nietos, Francesca, Valentina, Francesco y Luca. "Espero que entiendan cuánto los amaba".
En último lugar dedica unas hermosas palabras a su esposa, Maria Travia, con la que comparte su vida desde que se conocieran en 1950: "A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar. Para ella es mi más doloroso adiós".
El compositor reposa ya en el cementerio Laurentino de Roma después de una ceremonia emotiva donde ha sonado como colofón el tema principal de "La Misión".
Es obvio decir que uno de los más grandes compositores de todos los tiempos es iL Maestro ENNIO MORRICONE, en mayúsculas, indudablemente.
Desde la ya lejana infancia había acompañado la inspiración de quien esto escribe. Aquel primer vinilo, "Giu la Testa"(Agáchate Maldito), con la voz áurea e inconfundible de su eterna musa Edda dell Orso, sigue sobrecogiendo, impresionando y emocionando de tal modo que permanece viva a pesar del tiempo transcurrido desde aquel año 1971. Su gran melodía, sublime y majestuosa, es todo un himno a la inmortalidad anímica.
Con cerca de 500 composiciones para Bandas Sonoras, el prolífico y versátil Compositor, es capaz de crear verdaderas joyas musicales, preciosistas y perfectas, que mantienen la aureola de la más grande inspiración artística.
Como escuché una vez en un programa de radio, es imposible tener todos sus Sountracks.
A modo de ejemplo dejo una relación de Composiciones realizadas en dos de los años más prolíficos de Morricone:
Año1968 : 26 filmes
C’era una volta il West / Hasta que llegó su hora (Sergio Leone) Comandamenti per un gangster (Alfio Caltabiano) Corri uomo corri (Sergio Sollima) Cuore di mamma (Salvatore Sollima) E per tetto un cielo di stelle (Giulio Petroni) Eat it (Francesco Casaretti) Ecce Homo (Bruno Alberto Gaburro) Fraulein Doktor (Alberto Lattuada) Galileo (Liliana Cavani) Los cañones de San Sebastián (Henri Verneuil) H2S (Roberto Faenza) Il grande silenzio (Sergio Corbucci) Il mercenario (Sergio Corbucci) L’alibi (Adolfo Celi, Vittorio Gassmann, Luciano Lucignani) La monaca di Monza (Eriprando Visconti) The red tent/ La tienda Roja (Mikhail Kalatozov) Metti, una sera a cena (Giuseppe Patroni Griffi) Partner (Bernardo Bertolucci) Roma come Chicago (Alberto Martino) Ruba al prossimo tuo (Francesco Maselli) Scusi, facciamo l’amore (Vittorio Caprioli) Teorema (Pier Paolo Pasolini) Tepepa (Giulio Petroni) Un bellissimo novembre (Mauro Bolognini) Un tranquillo posto della campagna (Elio Petri) Vergogna schifosi (Mauro Severino)
Año 1972 : 24 filmes
Anche se volessi lavorare, che faccio? (Flavio Mogherini) Bluebeard (Edward Dmytryk) Che c’entriamo noi con la rivoluzione? (Sergio Corbucci) Chi l’ha vista morire? (Aldo Lado) Cosa avete fatto a Solange? (Massimo Dallamano) D’amore si muore (Carlo Carnuchio) I bambini ci chiedono perché (Nino Zanchin) Il diavolo nel cervello (Sergio Sollima) Il maestro e Margherita (Aleksander Petrovic) Imputazione di omicidio per uno studente (Mauro Bolognini) L’attentat (Yves Boisset) L’Italia vista dal cielo – Sardegna (tv) (Folco Quilici) L’ultimo uomo di Sara (Virginia Onorato) L’uomo e la magia – tv documentary – (Sergio Giordani) La banda J & S: cronaca criminale del Far West (Sergio Corbucci) La cosa buffa (Aldo Lado) La proprietà non è più un furto (Elio Petri) La vita a volte è molto dura, vero provvidenza? (Giulio Petroni) Le due stagioni della vita (Samy Pavel) Quando l’amore è sensualità (Vittorio de Sisti) Quando la preda è l’uomo (Vittorio de Sisti) Questa specie d’amore (Alberto Bevilacqua) Un uomo da rispettare (Michele Lupo) Violenza: quinto potere (Florestano Vancini)
Ennio Morricone, Charles Aznavour y Sergio Leone.
El 1984 fue uno de aquellos años menos prolíficos para el Gran Compositor.
Año 1984: 2 filmes Don’t kill God / The Island (Jacqueline Manzano) C’era una volta in America / Once upon a time in America (Sergio Leone)
He recuperado una
grabación de mi archivo en VHS del año 1984, realizada originalmente en formato de cine de 16 m/m, para un programa de TV con una entrevista al Maestro. En esta se observa lo cómodo que se encuentra sentado en el sofá, suponemos de su casa.
También he podido recuperar otra grabación donde el Maestro Morricone recibe de la Academia de Hollywood el Oscar Honorífico en el año 2007 por su larga trayectoria de Compositor de Bandas Sonoras.
Ha llegado finalmente el día, y allá vamos…La Gran Gala de Ennio Morricone está ya más cerca...
El despegue hacia el aeropuerto de Malpensa T2 en Milán, es puntual. Son las 9 de la mañana. y en poco mas de una hora llegamos a nuestro destino.
Los Alpes al fondo
Los Alpes a vista de "avión"
El alquiler de un coche para el traslado y las consiguientes excursiones se efectúa en la T1, por lo que nos trasladamos con un autobús a esa terminal.
Una vez concluidos los trámites enfilamos dirección a Como para visitar el famoso lago. Las visicitudes para llegar extenderían demasiado estas breves líneas de comentarios, por lo que obviamos el contenido.
El lago Como
Pequeñas poblaciones bordean el lago
Una angosta carretera nos conduce por el flanco derecho del lago, nos cruzamos con coches cuyo modelo de circulación no cumple realmente las normas, con una conducción acelerada por la parte central de la carretera.
El destino era la pintoresca población de Bellagio de la que distamos 25 Km. La tortuosa calzada va dando vueltas. Comienzo a impacientarme por no llegar al horario previsto al “Concierto”. El destino no llega, la tensión sí, ya no puedo más. Decidimos volvernos y llegando a Como nuevamente, nos perdemos dando varias vueltas por la ciudad. Cruzamos por varias contra direcciones y carriles bus, afortunadamente los “carabinieri” no nos pescan…
Aparcamos finalmente el coche y aprovechamos para tomar un bocado, ensaladita y franfurt, y de postre te “caldo”…
Pequeño hidro en el lago
Aero Club Como.
Sigo inquieto y nervioso, auguro una pérdida antes de llegar a destino y no poder llegar a tiempo de lo que verdaderamente interesa. Vamos sumando despiste tras otro, y vamos circulando por la “autostrada”, ahora hacia Milán, luego desvío a Bolonia. El tiempo transcurre rápido, …el “concierto”… ¿llegaremos?.
Quiero pasar primero por el hotel para ir preparado. Este se encuentra en la población de Corsico situado a unos cuatro kilómetros de Assago, lugar de nuestro destino.
Con el alma inquieta y estresada llegamos finalmente al hotel. Se trata del hotel Kristal.
Una ducha rápida y un poco de acicalamiento y nuevamente al coche, hacia Assago…¿llegaremos?...
El nerviosismo se acelera, no encontramos el Mediolanum Forum donde se realiza el Concierto. Una vuelta, otra…finalmente sí…allí está… ahora a aparcar el coche.
Mediolanum Forum de Assago
Un enorme parking al aire libre destinado al efecto, comienza a tranquilizarme el ánimo. Estamos ya en el sitio, son casi las ocho y el acto empieza a las nueve. En un repleto “autogrill” satisfacemos el hambre a base de unos "entrecots" medio crudos y con poco sabor, pero no importa demasiado. Aquí hemos venido para lo que hemos venido. Nos encontramos casualmente con otra pareja de Barcelona que también han acudido al Concierto. El es un fan del Maestro y quiere aprovechar la oportunidad para verlo, para ello, no ha reparado en el precio de la entrada, superior al mío de 165 €, pero a mi gusto situado en un lugar mucho peor.
Entramos al recinto, y nos aposentamos en las sillas colocadas al respecto en la tribuna. Estamos en las primeras filas, al lado del pasillo… perfecto lugar. Nos obsequian por haber adquirido la entrada en "Prima Platea Numerata " con un estuche de recuerdo en cuyo interior hay un libreto muy bien ilustrado y un CD incluido.
Recuerdo del Concierto
Mientras se va llenando de gente voy dando vueltas por el lugar observando y fotografiando con interés creciente. Todo está a punto.
Últimos retoques al arpa
La Roma Sinfonietta preparada.
A las nueve y cuarto, comienza… y ahí está… “Il Maestro Morricone” saliendo ágil ante una orquesta y coros compuesta por 180 elementos.
Ennio Morricone, "Il Maestro"
De la ciudad de Cremona han traído una obra de arte. Se trata de un violín fabricado por Antonio Stradivario allá por el año 1725 .Es una auténtica exclusiva y lo va a tocar Marco Serino durante casi todo el Concierto. Aquí muestran la pieza única y se aplaude con devoción.
El "Vesuvius" de Antonio Stradivari.
La música nos llena el ambiente y el entusiasmo de los aplausos queda patente al final de cada interpretación. No podemos definir con palabras el disfrute con el que fuimos acariciados con las dos horas que duró el Concierto. Cómo alguien dijo, toqué el cielo, y aunque en las entradas estaba escrito “no foto, no vídeo”, las cámaras no dejaron de trabajar. Casi al final, y con los "bises" que el entregado público logró arrancar, me situé ya a primera fila, a escasos cinco metros del escenario. Desde allí tenía una buena perspectiva.
En fin una gran noche, para pasar a la historia.
He aquí el repertorio:
H2 S, Il clan dei Siciliani, Metti una sera a cena, Maddalena, Il Buono,il brutto e il cattivo, C´Era una volta il West, Giu la testa, L´estasi dell oro, C´era una volta in América, I promessi sposi, Átame, Marco Polo, Baaria, La Mission, etc.
La Soprano lírico Susanna Rigacci
Susanna Rigacci, fantástica durante el Concierto.
La Gran Gala termina con el apoteósico tema de la Misión. El Maestro con la Orquesta y Coros, elevó su composición a una tan grande y emocionante sensación que hizo vibrar al ferviente público que tuvo la suerte de asistir a este acontecimiento casi irrepetible.
IL Maestro Morricone. Nunca tan cerca...
La "Gran Ovación"
El concierto termina y la sensación es de que ha transcurrido el tiempo muy rápido, como un breve parpadeo… pero deja en el interior una agradable sensación, muy grata…
Se intenta pasar a saludar a “IL Maestro”, pero la seguridad lo impide. Varias personas estaban deseosas de un autógrafo. Una de ellas incluso le obsequia con un cuadro en el que esta plasmado Morricone dirigiendo una orquesta; también se le impide el paso, y tiene que confiar el cuadro a una secretaria para que se lo entregue personalmente.
Vamos abandonando el recinto...
Al día siguiente, al visitar una de las numerosa librerías de Milán, me encontré de repente con un libro que no dudé en adquirir pese a estar escrito en italiano. Se trata de una entrevista realizada por Antonio Monda al gran Maestro Ennio Morricone.
El libro tiene un título muy especial: "Lontano Dai Sogni".
Lontano dai sogni. Otro recuerdo sorpresa.
Después de descansar toda la noche de las emociones del Gran Concierto, dedicamos el día siguiente a la ciudad de Milán. El transporte público fue el medio al que optamos para no sufrir los inconvenientes del día anterior.
El frío y la persistente lluvia no nos abandonaron durante toda la jornada.
Santa María Nascente. Il Duomo di Milano
El Duomo de Milán nos sorprendió por su grandiosidad arquitectónica y su recia construcción.
Después abandonamos el interior y decidimos visitar la parte superior de la Catedral. Unas estrechas y empinadas escaleras nos condujeron a la inevitable arquitectura de su azotea, y nos brindaron unas hermosas vistas de la ciudad. Impresionante labor de picapedreros…
Recorriendo el entorno catedralício, nos encontramos con un artístico confesionario en el que el visitante puede expiar los pecados subyacentes en su atormentada alma en cuatro idiomas diferentes, y estamos completamente convencidos que quedan todos bien purgados.
Nota: (No se adjunta diccionario bilingüe).
Confesionario internacional.
La visita obligada a las “Galerias Vittorio Emanuele” complementaron la mañana.
Hora de comer. Hay que hacerlo aquí, a pesar de todo…por aquello de explicar donde has estado.
Francamente, no comimos nada bien. La señora pidió una “brochetta”, y la “brochetta” consistía en unas rebanaditas de pan cubiertos por unos dados de tomate aliñado…
Yo me decididí por unos spaghetti a la “vongole”, con almejas. No estaban mal… una cervecita, un agua, infusión y café, total 75 €, incluidos 12 por el servicio de ambos comensales.
El lugar era bonito y agradable pero…no volveremos...
Galerias Vittorio Emanuele.
La tarde sigue lluviosa, así que decidimos coger un tranvía de estos de época que todavía circulan por la ciudad, y allá vamos, sin billete pero arriba. Afortunadamente un hombre que allí viajaba nos vendió dos. Así pudimos constatar que nadie pasa los billetes por la máquina validadora al subir en los transportes públicos. Increíble como está el país.
Bueno, en Milán, aparte de “La Scala” y la Iglesia donde se encuentra La última Cena de Leonardo de Vinci, y que desafortunadamente no pudimos visitar, no hay nada más, así que decidimos regresar al hotel.
Un tranvía de otro tiempo
Un tranvía llamado Deseo.
La espera en una fría, solitaria y húmeda estación de autobuses situada en la periferia de la ciudad, fue interminable. Allí, refugiados bajo la ropa que cada vez calentaba menos, tuvimos que esperar más de una hora para que llegara el bus. Y subimos a él sin tener unos billetes adecuados…
La fría y oscura estación de Bisceglie.
Al llegar al hotel, hacia las 22,30, nuestro coche no se hallaba en el lugar donde lo habíamos dejado la noche anterior. Los nervios afloraron, pero observamos otro coche parecido al nuestro colocado más adelante, frente a la entrada del hotel. Subo precipitadamente a la habitación para coger las llaves que sorprendentemente abren las puertas de este coche. El apunte ha sido que alguien lo ha movido, pero nosotros adivinamos luego que no era cierto. Nunca dejamos el coche donde creíamos haberlo dejado la primera noche.
La mañana siguiente siguió con un cúmulo de despropósitos que abreviaré hasta llegar a la devolución del coche en el mismo aeropuerto de Malpensa. La búsqueda de la gasolinera para llenar el depósito terminó desagradablemente con el engullido material de 50 € depositados en una máquina de suministro de carburante situada en una carretera y sin ningún personal que atendiera dicho establecimiento.
Este engullido no proporcionó ninguna gota de carburante ya que al parecer habíamos agotado el tiempo de accionado de la manguera. Por tanto tuvimos que suministrar más billetes para que pudiéramos llenar el depósito, mientras los rayos y truenos en el interior de nuestra cabeza maldecían el invento.
Al final entregamos el coche, y seguros de que nuestras aventuras habían concluido, nos enfrentamos a un nuevo reto. El equipaje de mano en el control policial del aeropuerto.
Estamos inmersos en una fila de gente que poco a poco va pasando por este control. A lo lejos observo gente alrededor de una infernal máquina que les está poniendo en serias dificultades. Se trata de un medidor de tamaño de equipaje. En su estructura metálica se introduce la maleta para determinar si cumple las medidas y el volumen que esta determina.
Un personaje ya nos indica que llevamos más equipaje que el que está permitido. Le comento que en la ida teníamos el mismo. Decido meter en mi maleta el enorme bolso de mi mujer. Una gran compresión y puedo cerrar finalmente con dificultad de nuevo la maleta.
Si en aquel momento me obliga a introducir esta en el ingenioso aparejo medidor, estoy convencido que no entran ni las ruedas…
El "siniestro medidor"
La "pesadilla" del medidor de maletas.
Nos desembarazamos luego de la pequeña mochila que llevo yo y de repente me veo cubierto de una multitud de objetos que llevo en su interior, prismáticos, gafas, cámara de fotos, cepillo de dientes, cables…todo ha ido a parar a los bolsillos de mi abrigo y no hace falta decir que paso precipitadamente el control con unos sonantes pitidos que alertaron a todo el personal.
En fin, logramos pasar y tras hacer una paradita breve para recolocar todos los objetos en la mochila y sacar el bolso de mi maleta, llegamos a la sala de embarque.
¡Horror!, observo con estupor nuevamente al lado del mostrador, la estructura infernal que mide el tamaño de las maletas. No puede ser cierto…
A petición desesperada de mi mujer, vuelvo a abrir la maleta y a comprimir el bolso en su interior. Me camuflo la mochila entre la ropa y afortunadamente, en pocos minutos, podemos embarcar sin mayor problema.
Estamos ya en cabina. Respiramos con alivio, parece que esto va a terminar bien. En breves minutos el avión despega, y en algo menos de una hora y media, llegamos a nuestro destino.
Addio Milano...
Seguimos riendo de las anécdotas acontecidas… y menuda sorpresa tendrán al hacer el recuento monetario en una lejana “estación de servicio AGIP”…