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14/4/20

LOS SUEÑOS (3). MAS ALLÁ DEL UMBRAL DE LA MENTE.


A veces, algunas veces, o quizás muchas veces, nos preguntamos que ocurre cuando cerramos los ojos y comenzamos a avanzar hacia el fondo de la noche, al lugar donde comienza la nueva consciencia.
Cuando penetramos en este nueva existencia mental, ocurren cosas, muchas cosas, muchas más de la que podamos llegar a imaginar. ¿Tienen algo de verdad, o por el contrario son fruto de devaneos sin sentido?.
A veces los sueños sorprenden a la misma realidad...




"Me encuentro descendiendo por una carretera que va de la población de Querol a Pont d´Armentera. Es un descenso magnífico como todos los que se acostumbran a hacer en bicicleta, y lo sabía por haberlo hecho en otra ocasión y en estado consciente.
Al llegar al final de la bajada comienza una pequeña recta...





Pese al inexistente desnivel, me cuesta mucho pedalear. La bicicleta prácticamente no se mueve por mucho esfuerzo que hago. Al resultar tan dificultoso, decido desenganchar el pavimento de asfalto de la carretera, que se convierte en una especie de cinta negra que se estrecha, y de la que tiro fuerte con los dos brazos, como una cuerda, mientras sigo sentado en el sillín de la bicicleta. Este esfuerzo me permite avanzar algo antes de alcanzar la importante subida que tengo ahora cercana. Y sigo tirando del negro asfalto convertido en cuerda... sin avanzar siquiera...
Mas tarde en una pequeña habitación de la casa observo en el suelo un enorme parásito, como una especie de grueso gusano de unos seis centímetros de ancho, por unos veinte de longitud.





Sé que el parásito de color oscuro ha salido de mí y parece reptar lentamente por el suelo mientras de más atrás de su cabeza, una especie de excrecencia en forma de anillo se hincha levemente asomando una especie de púas, mientras palpita debido a su lento movimiento.





Pienso incluso en tirarle agua por encima para limpiarlo y ver de que color es, pero desisto del empeño y abandono el lugar, dejándolo encerrado en el interior, después de cerrar la puerta".

Despertar es volver a la otra "realidad" y el primer pensamiento es el de "pensar" en cuál de las dos nos encontramos más a gusto...

5/4/20

LOS SUEÑOS. (2). CRUZANDO LAS PUERTAS DE LA CONSCIENCIA. SUEÑO Y PENSAMIENTO EN EL INTERIOR DEL SUEÑO.



El sueño sigue siendo el gran enigma de la mente, y la noche, una oscura aliada que discurre sin un final preciso hacia el fondo del pensamiento, donde coexisten recuerdos y sensaciones desordenadas que se fusionan quizás con otras realidades...






"Cruzando por varios pasillos, llego a una gran estancia, una oficina de altas paredes. Detrás de una mesa se halla una persona. Paso junto a ella y un poco más allá, observo unas vitrinas de exposición donde se exhiben objetos diversos. Llama la atención una reproducción a escala de una montaña de unos 75 cms. de altura que a ciencia cierta adivino como el monte Olimpo, en griego "Όλυμπος", la montaña de los Dioses. En la cima hay una especie de habitáculo cubierto de verde hierba que penetra en la montaña. A la entrada puede verse el famoso "ermitaño del Olimpo" que aparece y desaparece cada poco tiempo mediante un sistema holográfico de retroproyección.



  Cima del Olimpo con la supuesta entrada al habitáculo.


Sobrecogido por tan sorprendente visión comento a un errante encargado de la exposición la impresión causada por este motivo, y perplejo, me dice que no existe dicha maqueta en la exposición. Afirmando que la he visto y me ha causado honda impresión, le llevo hasta el expositor donde se ubica, pero ahora no logro encontrarlo. Y sigo buscando con desesperación el lugar, pero ahora ya no hay vitrinas de exposición sino un restaurante con mesas alargadas ocupadas por gente. Me resigno a encontrarlo de nuevo, y le comento al encargado que seguramente lo habría soñado."





Después de examinar la situación, la conclusión final lleva a la sublimación mental. Soñar dentro de un sueño, una paradoja que resulta de gran interés a la hora de valorar los elementos que convergen en este transcurrir de la consciencia.






Pensar, discurrir, intentar recordar aquellos elementos que se diluyen en un instante y que ya nunca más vuelven...
¿Nunca más?... quizá no... o quizá vuelvan al cabo de los días, incluso meses y podamos volver a recordarlos. Personalmente puedo afirmar que así ocurre. Al cabo de mucho tiempo, he vuelto a recordar cosas transcurridas en otros sueños.
Pero este hecho significativo ha sido breve y, con rapidez, ha vuelto a ocultarse bajo la neblina onírica.





En otras ocasiones puedo determinar perfectamente nuevos detalles que, sin duda, sorprenden en este mundo de confusión.
En el sueño se abren también las puertas de los sentidos. 
Además de la vista y el oído, aparece otro que hasta ahora había permanecido ausente: el olfato.
"En cierto sueño me encuentro en una estancia abierta al aire libre. Estando allí sentado esperando una llegada, alguien se me acerca... y cada vez que lo hace noto en el ambiente un perfumado olor que resulta muy agradable. Y esto se repetía en varias ocasiones"
El olor era inimaginable que pudiera existir en este estado de consciencia, y es que la mente reserva muchas sorpresas sublímes de las que sólo algunos que han ejercitado la meditación en determinadas condiciones, con un "control mental" adecuado, conocen en su auténtica realidad.
Muchas veces nos despertamos después de escuchar algún tipo de sonido o alguna frase que procede del fondo de la consciencia y que alguien ha pronunciado en el sueño. Y nos lo traemos a nuestro mundo real por unos instantes, para evaporarse luego en la levedad del pensamiento.







En otras ocasiones se establecen otras particularidades que crean nuevas conjeturas...
"Me encuentro en un despacho. Una persona delante de una mesa y yo sentado frente a ella. Me explica no sé que cosa, y al mismo tiempo que escucho, pienso cómo había conocido a esta persona hacía ya muchos años".
Me está hablando y mi mente piensa en otra cosa... dentro del sueño. Una inverosímil coyuntura que llega más allá de la estructura mental, con datos incompletos o supuestos.
Es decir pienso y recuerdo en medio de un sueño...





Quizá, en el acto más sublime de la vida que es la muerte, logremos saber la verdad de todo lo que ocurre felizmente cuando cerramos los ojos para dormir... y soñar...





* Si se quiere profundizar más en este tema, aconsejo otra entrada de blog de hace ya algún tiempo:

http://franclips.blogspot.com/2019/02/los-suenos-cruzando-las-puertas-de-la.html


3/2/19

LOS SUEÑOS.(1). CRUZANDO LAS PUERTAS DE LA CONSCIENCIA.


"Siento una gran angustia cuando en muchas ocasiones paso cerca del lugar donde yacen los que han cruzado el umbral de la vida. Me invade el miedo y pienso que había contribuido a que alguien también descanse en este lugar. Siento que un día descubrirán que fui yo el culpable. Estoy en un cuarto angosto con un pequeñísimo agujero en uno de los extremos del techo, y a pesar de su estrechez, no sé de que manera, puedo pasar y subir por el hasta otra habitación superior llena de libros y cosas interesantísimas de las que no conservo ningún recuerdo por habérselo llevado el sueño".






Dormir y soñar...
Cruzar el umbral de la puerta donde nace la ensoñación, para entrar en un mundo desconocido más allá de la mente dónde experimentamos abstractas realidades sumidos en la oscuridad de la noche.
En el sueño se viven lúcidos momentos que forman parte de nuestro egoísmo más interior. Percibimos situaciones y hechos, y nos acompañan personas, algunas de las cuales ya no están entre nosotros, todos al unísono dentro de nuestra propia "realidad". Y de repente, en un momento determinado todo el sueño se desvanece para desaparecer en algún confín de la mente. Esta los olvida o los almacena entre una eternidad indefinible.





Pero a veces los sueños regresan de la lejana consciencia después de varias semanas o meses, y vuelven a estar ahí en medio de la noche. Momentos soñados en anteriores ocasiones se evidencian de nuevo incluso repetidas veces. Pero de nuevo se borran rápidos y fugaces como un destello que se apaga en el recuerdo, como si jamás hubieran existido, desvaneciéndose como neblina invernal vagando por las sendas olvidadizas de la mente...




Decía Charles Baudelaire a propósito del sueño:
"El sueño es la siniestra aventura de todas nuestras noches, debemos decir que los hombres se van a la cama diariamente con una audacia que sería incomprensible si no supiéramos que es el resultado de la ignoráncia del peligro".



Baudelaire

                                    
                                      SUEÑO PARISIENSE. (Fragmento)

                                             De aquel terrible paisaje
                           Como nunca vio mortal,
                           Esta mañana, aún la imagen
                           Vaga y lejana perdura.


                                     ¡Lleno está el sueño de magia!
                           Por un singular capricho
                           Desterré de ese espectáculo
                            Al barroco vegetal,

                           Y, pintor fiel de mi sueño,
                           En el cuadro saboreé
                           La monotonía embriagante
                           De agua, mármol y metal.

                                                 
                                                                                                      Charles Baudelaire
                     

Despertarse en mitad de la noche puede hacer que el sueño aflore y podamos rememorarloEn otras ocasiones nos cuesta recordarlo, sólo hace falta un pequeño  matiz para que vuelva a materializarse. Si este matiz no aparece, el sueño se aleja para siempre, esfumándose como luz que se apaga para quizá nunca más volver.
En otras ocasiones si lo recordamos perfectamente, podemos dar muchos detalles del mismo, y si ejercitamos la mente escribiéndolo cada vez, lograremos evidenciar a menudo todo nuestro mundo subconsciente.





El sueño, a pesar de todo tiene color, en algunos este color es muy intenso, en otros es más pálido. Podemos incluso oír sus sonidos y en ellos hablamos en nuestro idioma materno.
A veces escuchamos música, composiciones perfectas, es la llamada "música de las esferas"p, y nos despertamos con la prodigiosa armonía de los compases musicales todavía dentro de nuestra mente. Si no hacemos nada, en breves segundos, toda la belleza de la composición se habrá perdido definitivamente en el lejano subconsciente de la mente.






El genial Charles Chaplin tenía junto a la cama un complicado aparato para grabar sonidos y con el podía escribir, en estado de vigilia, alguna de las melodías que lograba llevarse del fondo de su subconsciente. De este modo alguna de estas melodías  formaron parte de las composiciones de sus películas.
El hombre a lo largo de su vida tiene miles de sueños, de tiempo indeterminado e imprevisible. ¿Dúran el tiempo de un suspiro o por el contrario están dentro de otro espacio temporal donde el tiempo se modifica a nuestro antojo?





El sueño es un viaje nocturno lleno de aventuras, con retazos de la vida cotidiana, de las preocupaciones y deseos, los cuales se combinan para formar parte de una especie de realidad.
Pero hay más tipos de sueño; el sueño absurdo, imprevisto, sin relaciones o conexiones con el carácter, la vida y las pasiones del que duerme, representando evidentemente el lado enigmático de la vida o de la muerte.




¿Dónde viaja la mente para vivir esta extraña "realidad paralela"?.
¿Cuál es la verdadera vivencia del ser humano, la del sueño o la de la consciencia que se nos antoja real?.
No hay duda que el sueño que conseguimos recordar nos llega con interferencias cognitivas de la psique formando una "realidad" en el interior del alma humana.
Esta esencia es, en suma, una energía que se transforma en la medida evolutiva del ser. Ésta es la vivencia de los sueños en fantasías o pesadillas que pueden atormentar el alma humana al penetrar en mundos más allá del puro razonamiento.
El sueño es un laberinto de simbolismos amenazadores que se ciernen en nuestra imaginación dando lugar a elementos y formas, que a modo de espejismo engañoso y febril conceptúan estructuras mentales que muchas veces se desvían de las leyes geométricas. En ocasiones el sueño nos asoma a vertiginosos abismos de mundos distorsionados en medio de una atmósfera opresiva que se forma en nuestra mente.





¿Existen las entidades astrales que nos persiguen cuando nos sumimos en esta otra "realidad"?.
¿El sueño es una peligrosa aventura, o por el contrario, no es absolutamente nada al poder salir de él, indemnes en un último y preciso momento?.
Resulta inquietante, pero al final, no está en nuestras manos decidir lo que va a pasar, ya que no podemos prescindir de este sueño tan inherente a nuestra existéncia
  
 


Cada noche aguardaré tranquilo y relajado a que me venza  de nuevo el sueño, y cuando éste llegue a mí, cruzaré una vez más el umbral de la puerta que se abre más allá del límite de los pensamientos infinitos.

Me encuentro sentado ante una mesa. A mi lado una profesora da clases particulares a alguien desconocido. La luz diurna entra por una ventana lateral con una persiana a medio subir.
La luz resulta insuficiente, subo la persiana para que entre más luz. Al ir subiendo la persiana, el exterior se oscurece  cada vez más hasta la negrura total. 
En otro indeterminado lugar y al fondo de un cobertizo, puede observarse una perfecta tela de araña, y en el centro, aprisionada por esta, un pequeño pez ha dejado de debatirse y permanece inmovil. 

*Sigue en otra entrada:
http://franclips.blogspot.com/2020/04/los-suenos-2-cruzando-las-puertas-de-la.html