3/2/19

LOS SUEÑOS.(1). CRUZANDO LAS PUERTAS DE LA CONSCIENCIA.


"Siento una gran angustia cuando en muchas ocasiones paso cerca del lugar donde yacen los que han cruzado el umbral de la vida. Me invade el miedo y pienso que había contribuido a que alguien también descanse en este lugar. Siento que un día descubrirán que fui yo el culpable. Estoy en un cuarto angosto con un pequeñísimo agujero en uno de los extremos del techo, y a pesar de su estrechez, no sé de que manera, puedo pasar y subir por el hasta otra habitación superior llena de libros y cosas interesantísimas de las que no conservo ningún recuerdo por habérselo llevado el sueño".






Dormir y soñar...
Cruzar el umbral de la puerta donde nace la ensoñación, para entrar en un mundo desconocido más allá de la mente dónde experimentamos abstractas realidades sumidos en la oscuridad de la noche.
En el sueño se viven lúcidos momentos que forman parte de nuestro egoísmo más interior. Percibimos situaciones y hechos, y nos acompañan personas, algunas de las cuales ya no están entre nosotros, todos al unísono dentro de nuestra propia "realidad". Y de repente, en un momento determinado todo el sueño se desvanece para desaparecer en algún confín de la mente. Esta los olvida o los almacena entre una eternidad indefinible.





Pero a veces los sueños regresan de la lejana consciencia después de varias semanas o meses, y vuelven a estar ahí en medio de la noche. Momentos soñados en anteriores ocasiones se evidencian de nuevo incluso repetidas veces. Pero de nuevo se borran rápidos y fugaces como un destello que se apaga en el recuerdo, como si jamás hubieran existido, desvaneciéndose como neblina invernal vagando por las sendas olvidadizas de la mente...




Decía Charles Baudelaire a propósito del sueño:
"El sueño es la siniestra aventura de todas nuestras noches, debemos decir que los hombres se van a la cama diariamente con una audacia que sería incomprensible si no supiéramos que es el resultado de la ignoráncia del peligro".



Baudelaire

                                    
                                      SUEÑO PARISIENSE. (Fragmento)

                                             De aquel terrible paisaje
                           Como nunca vio mortal,
                           Esta mañana, aún la imagen
                           Vaga y lejana perdura.


                                     ¡Lleno está el sueño de magia!
                           Por un singular capricho
                           Desterré de ese espectáculo
                            Al barroco vegetal,

                           Y, pintor fiel de mi sueño,
                           En el cuadro saboreé
                           La monotonía embriagante
                           De agua, mármol y metal.

                                                 
                                                                                                      Charles Baudelaire
                     

Despertarse en mitad de la noche puede hacer que el sueño aflore y podamos rememorarloEn otras ocasiones nos cuesta recordarlo, sólo hace falta un pequeño  matiz para que vuelva a materializarse. Si este matiz no aparece, el sueño se aleja para siempre, esfumándose como luz que se apaga para quizá nunca más volver.
En otras ocasiones si lo recordamos perfectamente, podemos dar muchos detalles del mismo, y si ejercitamos la mente escribiéndolo cada vez, lograremos evidenciar a menudo todo nuestro mundo subconsciente.





El sueño, a pesar de todo tiene color, en algunos este color es muy intenso, en otros es más pálido. Podemos incluso oír sus sonidos y en ellos hablamos en nuestro idioma materno.
A veces escuchamos música, composiciones perfectas, es la llamada "música de las esferas"p, y nos despertamos con la prodigiosa armonía de los compases musicales todavía dentro de nuestra mente. Si no hacemos nada, en breves segundos, toda la belleza de la composición se habrá perdido definitivamente en el lejano subconsciente de la mente.






El genial Charles Chaplin tenía junto a la cama un complicado aparato para grabar sonidos y con el podía escribir, en estado de vigilia, alguna de las melodías que lograba llevarse del fondo de su subconsciente. De este modo alguna de estas melodías  formaron parte de las composiciones de sus películas.
El hombre a lo largo de su vida tiene miles de sueños, de tiempo indeterminado e imprevisible. ¿Dúran el tiempo de un suspiro o por el contrario están dentro de otro espacio temporal donde el tiempo se modifica a nuestro antojo?





El sueño es un viaje nocturno lleno de aventuras, con retazos de la vida cotidiana, de las preocupaciones y deseos, los cuales se combinan para formar parte de una especie de realidad.
Pero hay más tipos de sueño; el sueño absurdo, imprevisto, sin relaciones o conexiones con el carácter, la vida y las pasiones del que duerme, representando evidentemente el lado enigmático de la vida o de la muerte.




¿Dónde viaja la mente para vivir esta extraña "realidad paralela"?.
¿Cuál es la verdadera vivencia del ser humano, la del sueño o la de la consciencia que se nos antoja real?.
No hay duda que el sueño que conseguimos recordar nos llega con interferencias cognitivas de la psique formando una "realidad" en el interior del alma humana.
Esta esencia es, en suma, una energía que se transforma en la medida evolutiva del ser. Ésta es la vivencia de los sueños en fantasías o pesadillas que pueden atormentar el alma humana al penetrar en mundos más allá del puro razonamiento.
El sueño es un laberinto de simbolismos amenazadores que se ciernen en nuestra imaginación dando lugar a elementos y formas, que a modo de espejismo engañoso y febril conceptúan estructuras mentales que muchas veces se desvían de las leyes geométricas. En ocasiones el sueño nos asoma a vertiginosos abismos de mundos distorsionados en medio de una atmósfera opresiva que se forma en nuestra mente.





¿Existen las entidades astrales que nos persiguen cuando nos sumimos en esta otra "realidad"?.
¿El sueño es una peligrosa aventura, o por el contrario, no es absolutamente nada al poder salir de él, indemnes en un último y preciso momento?.
Resulta inquietante, pero al final, no está en nuestras manos decidir lo que va a pasar, ya que no podemos prescindir de este sueño tan inherente a nuestra existéncia
  
 


Cada noche aguardaré tranquilo y relajado a que me venza  de nuevo el sueño, y cuando éste llegue a mí, cruzaré una vez más el umbral de la puerta que se abre más allá del límite de los pensamientos infinitos.

Me encuentro sentado ante una mesa. A mi lado una profesora da clases particulares a alguien desconocido. La luz diurna entra por una ventana lateral con una persiana a medio subir.
La luz resulta insuficiente, subo la persiana para que entre más luz. Al ir subiendo la persiana, el exterior se oscurece  cada vez más hasta la negrura total. 
En otro indeterminado lugar y al fondo de un cobertizo, puede observarse una perfecta tela de araña, y en el centro, aprisionada por esta, un pequeño pez ha dejado de debatirse y permanece inmovil. 

*Sigue en otra entrada:
http://franclips.blogspot.com/2020/04/los-suenos-2-cruzando-las-puertas-de-la.html

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