La Seu Vella es, sin duda, el monumento mas identificativo de la ciudad de Lleida, o Ilerda, tal como la califican en la época romana. La grandiosa catedral se edifica en el año 1203, sobre un promontorio alrededor del cual se va extendiendo la población medieval.
La gran obra se inicia con la construcción del templo, dedicado a Santa María, y después de su consagración en 1278, las obras continúan y se prolongan durante más de dos siglos, hasta el XIV, cuando se finaliza el claustro.
En 1431 queda terminado el campanario. Al parecer la Seu Vella se construye en el lugar donde se alzaba una mezquita musulmana.
El esplendoroso claustro del siglo XIV, es de planta rectangular y está situado en la parte occidental. Sus naves son de cinco tramos con bóvedas ojivales y grandes ventanales con elegantes calados, que al ser un claustro abierto ofrecen fantásticas vistas.
El interior de la catedral sorprende por sus grandes dimensiones y su arquitectura de deliciosas formas y estilos.
El lugar es acuartelamiento militar durante muchos años y por este motivo pierde muchos de los elementos dedicados al culto y a la devoción religiosa.
Durante la guerra de Els Segadors en 1640, se utiliza como hospital y almacén de armas. En 1707, y en el marco de la guerra de Sucesión, se cierra al culto por orden de Felipe V y poco después se transforma en cuartel militar. A excepción del campanario, todos sus espacios son compartimentados con la construcción de diferentes pisos, al tiempo que una importante parte de su patrimonio artístico es destruido.
Con la guerra de la Independencia en 1810, llegan nuevas pérdidas y destrozos y, pese a que es declarado monumento histórico en 1918, la catedral se convierte en campo de concentración durante la Guerra Civil (1936) y cuartel hasta el año 1948. A partir de este año comienza una nueva etapa, en la que se opta por la recuperación y restauración del viejo edificio.
El campanario de la Seu Vella cuenta con un total de 7 campanas. Dos de ellas, son de estilo gótico y se construyen en el s. XV. Sus nombres son Silvestra, que toca las horas, y Mónica, que toca los cuartos. Las otras cinco campanas, son de mediados del siglo XX, y su finalidad es esencialmente litúrgica. Sus nombres son: Bárbara, Purísima, Crist, Marieta y Meuca.
El famoso campanario tiene una altura de 60 mts., y puede subirse a la parte superior por una escalera de caracol de 238 peldaños.
La estrecha escalera tiene algo de hipnótico a medida que vamos subiendo por ella y rodeando los distintos niveles que se van encontrando durante el ascenso.
En la cúspide, después de coronado con éxito tan curvada estructura interior, se sale a una pequeña terraza dónde puede contemplarse una espléndida y dilatada panorámica de la población.
Refugio del último califa de Córdoba, sede del nacimiento de la
Corona de Aragón o testigo del juramento de fidelidad de los nobles
catalanes y aragoneses al infante Jaime en tiempos de Jaime I el
Conquistador.
Estos son algunos de los hechos históricos que el Castillo de la Suda
o Castillo del Rey ha vivido intramuros en el transcurso de su
existencia.
Esta construcción, es un castillo de origen musulmán del que se tiene constancia ya en el año 882, y que se ubica en la parte superior de cerro catedralício, en un emplazamiento privilegiado y estratégico.
Ole, tú también visitando Lleida. Es una ciudad peculiar, con encanto y muy vital.
ResponderEliminarHola Robin:
ResponderEliminarAllí he estado viviendo durante años de adolescencia, también.
Tiene sus cosillas... la temperatura invernal y la niebla, elementos interesantes a tener en cuenta.
Saludos