25/8/15

ISLANDIA, entre la tierra y el fuego. ISLAND, between earth and fire.

Después de un vuelo nocturno de cuatro horas, afortunadamente sin ningún tipo de sobresalto, a bordo de una aeronave de la compañía Wow, llegamos al aeropuerto de Keflavíc cuando son la 1 de la madrugada.
El aeropuerto se encuentra cercano a la población de Keflavíc y dista de Reikiavik unos 50 kms.
Al salir al exterior en busca del coche que hemos alquilado, una fuerte ventisca nos azota el cuerpo. El frío acuchilla en un momento. El desierto parquing, oscuro y desapacible es un laberinto a la hora de llegar hasta el vehículo aparcado.
Una vez hallado y después de averiguar el funcionamiento de las marchas automáticas, partimos hacia Reikiavik. Las luces del coche apenas dejan ver a través de la negra noche la carretera por la que vamos circulando.
Confiamos en mi navegador Twonav Sportiva 2, el mismo que utilizo para las rutas de senderismo o btt,  para llegar hasta la ciudad de Reykiavik, donde tenemos el hotel.
He tenido la precaución de marcar previamente todos los wairpoints de los hoteles en los que pasaremos noche.
Hacia las dos de la madrugada llegamos a Reykiavik. La ciudad se extiende amplia entre grandes carreteras que la cruzan y rodean. No se ve a nadie, nadie a quien preguntar por ninguna dirección. Pero la flecha del navegador nos lleva al destino. Hemos conseguido nuestro primer reto, llegar al Fosshotel Lind:
GPS Coordinates: 64.141835,-21.9149667
GPS Latitude: N64 08.30.61
GPS Longitude: W21 54.53.88


Día 1   De Reykiavik a Reykholt.

Con el navegador fijado en el siguiente objetivo, abandonamos la populosa ciudad por la carretera nº 1,  que rodea la isla.
A medida que nos hemos alejado, comenzamos a encontrarnos con esa gran naturaleza que hemos ido a buscar tan lejos, y a la vuelta de una curva aparece el primer horizonte...



Junto a la carretera nº 1, detengo el flamante coche alquilado para poder deleitarnos con este soberbio panorama.






Nos sorprenden las pequeñas explotaciones agrícolas junto a las laderas de las montañas, bastante aisladas unas de las otras. Esta economía se basa esencialmente en la cría de ovejas para la obtención de carne y lana.






A primera hora de la tarde llegamos a Reykholt. La población la componen unas pocas casas cercanas a la iglesia de curioso diseño.






Alojamiento en el Fosshotel Reykholt.
Coordinates: 64.66499,-21.290713
GPS Latitude: N64 39.54.0
GPS Longitude: W21 17.26.6
Desde la habitación, podemos disfrutar de un magnífico prado verde que contrasta con el cielo nublado. Sopla un viento insistente. Se oye el silbido a través del respiradero del servicio.




A media tarde iniciamos una primera incursión por la zona. Hemos visto el indicador de un glaciar distante solamente a 18 kms. Nos adentramos por una carretera que se convierte en una pedregosa pista. Una señal nos alerta de la prohibición de circular con nuestro vehículo ya que cualquier imprevisto que nos pudiera suceder, la compañía excluye toda responsabilidad.
Y nos adentramos en un terreno muy extraño. Las aguas de un río corren rápidas entre agrestes cortaduras de basalto.






Comienza una lluvia fina pero insistente. Seguimos por una infernal pista que parece no tener fin. Ahora nos envuelve la niebla, y a punto de dar vuelta atrás, encontramos una indicación: el Glaciar Langjökull está a 7 km. Decidimos seguir adelante a través de la espesa niebla.




El lugar es un desierto de rocas, inhóspito y solitario. No se ve nada en derredor nuestro... 
Llegar al destino se eterniza ya que tenemos que avanzar lentamente por lo accidentado del terreno.






Son cerca de las 7 de la tarde cuando vemos ya una parte del glaciar. La lluvia es intensa, pero a pesar de todo decidimos parar para hacernos la foto de rigor.




Un poco mas lejos hay un pedregoso camino que acerca a la lengua del glaciar. El camino desciende hacia una vaguada, y mientras me esperan cerca del coche, intento bajar hasta ese lugar. Me separa un mar de piedras, la morrena del glaciar, sobre el que voy avanzando.
La lluvia ha cesado de repente. La niebla sigue silenciosa...




A lo lejos en el hielo se pueden ver varios vehículos utilizados para desplazarse sobre la nieve. Todo está inmóvil, como abandonado. El tiempo parece haberse detenido.


El Glaciar Langjökull



Intento llegar hasta el borde pero el agua del deshielo me impide siquiera tocar el glaciar. Mirando el horizonte el cielo se confunde con el gran mar de hielo. Me invade una extraña sensación de inquietud. Nadie sabe que estamos aquí, y da miedo sólo pensarlo. El silencio es una inmensidad, la soledad corta el aire. 
Cercano al glaciar miro hacia atrás. Solamente la ladera vacía.




Unos minutos mas tarde regreso. Resulta dificultoso encontrar de nuevo el sendero pedregoso por el que he descendido, pero al final sorteando sobre las piedras y el agua llego de nuevo al coche. Allí me están esperando.




Después de la experiencia, volvemos. La pista ahora nos parece mas corta y podemos contemplar el paisaje con mayor serenidad. 






Todavía queda tiempo para ver otra maravilla de la naturaleza: la cascada de Barnafoss.




La cascada de Barnafoss está constituida por una serie de rápidos. La forma el río Hvítá a su paso por una estrecha caída en la región adyacente al campo de lavas de Hallmundarhraun.







Barnafoss.

Día 2   De Reykholt a Húsavic.
De nuevo nos ponemos en marcha. Sólo comenzar el trayecto, ya nos subliman los campos de lava que se extienden a ambos lados de la carretera 1.
Y continuamente paisajes lejanos y mundos nacientes entre la luz, la niebla y el agua que desciende presurosa desde lo alto de las montañas.








La carretera va subiendo incesante por una montaña cuando comienza a llover. Una espesa niebla se une a nosotros.
Avanzamos lentamente hasta llegar a lo alto del puerto. Aquí, como en casi toda la isla, reina la más absoluta soledad. De vez en vez nos cruzamos con algún coche, pero nada más...




La lluvia cesa y recompensa con un espectacular arco iris.






Después de un buen montón de kms.y de subir y bajar más puertos y más montañas, llegamos a uno de los puntos destacados de la orografía islandesa. Se trata de la cascada de Godafoss (en islandés,"Cascada de los dioses"). Se encuentra localizada en el municipio de Þingeyjarsveit región de Norðurland .




En este lugar las aguas del río Skjálfandafljót se precipitan desde una altura de doce metros, a lo largo de 32 mts.
La lava por la que discurre el agua de la cascada fluyó en la antigüedad a través del Valle Bardardalur originándose en algún punto del borde del Glaciar Vatnajökull. Esta colada de lava es casi tan larga como el propio río.


Cascada de Godafoss.



Abandonamos el lugar y seguimos con un pésimo tiempo hacia la población de Húsavic.
A menudo la carretera cruza largos puentes en los que solo tiene acceso un vehículo a la vez. El aguacero es intenso y hay que ir con mucha precaución.




Llegamos a la población de Húsavic cuando la tarde está bastante avanzada. Sigue lloviendo mucho, con un ambiente invernal, frío y desapacible.
Uno de los atractivos de esta población norteña es el avistamiento de ballenas y narvales. Aquí, tenemos la posibilidad de embarcarnos en un navío de pesca y adentrarnos en las aguas cercanas de la bahía para poder contemplar estos grandes cetáceos.




El tiempo no acompaña demasiado y al parecer a la mañana siguiente los pronósticos meteorológicos no son nada halagüeños. El frío a las 9 de la mañana en el mar a bordo de un barco con gran oleaje, supone seguramente enfrentarse al mareo continuo, así que descartamos ir a esta excursión.




Nos refugiamos en el Fosshotel Húsavic. A través de la ventana seguimos viendo como llueve sin cesar. 
GPS Coordinates: 66.045924,-17.339654
GPS Latitude: N66 02.45.33
GPS Longitude: W17 20.22.75





Día 3 De Husavic a Fáskrúðsfjörður.

Nos encontramos recorriendo el lago Mývatn. De momento ha cesado de llover, lo que nos va a permitir observar las numerosas formaciones volcánicas que pueden encontrarse en sus orillas.





La temperatura ha bajado a los 2ºC con un fuerte viento polar que corta la respiración. Pero por fortuna vamos preparados con ropa técnica adecuada, imprescindible para recorrer la isla.





En el mismo lago, se encuentran los cráteres de Skútustadagigar. Estos cráteres nunca  llegaron a emitir lava, pero fueron originados por explosiones producidas cuando esta entró en contacto con el agua del lago.





Es asombroso observar estas concreciones volcánicas surgidas por las explosiones primigenias.






Nos encontramos ahora en otra zona del lago donde la riqueza de la tierra volcánica, ha propiciado la formación de un bosque exuberante. Recorrer sus senderos es toda una delicia ya que estos no son muy abundantes en la isla.








Otra zona volcánica es Dimmuborgir  cerca de Hverfjall. Es una gran área de lava donde se pueden ver extraordinarias formaciones de lava como túneles o pequeñas cuevas.








No lejos del lago, se encuentra Hverjall (o Hverfell), un volcán donde se puede subir al cráter por un camino que asciende por su ladera. 






En pocos minutos hemos dejado atrás el aparcamiento ya que estamos ascendiendo rápidamente. Al fondo pueden observarse columnas de humo que salen de la tierra. Son las "fumarolas volcánicas".




Desde la cima puede contemplarse un impresionante panorama, el cono volcánico, negro como el azabache. El cráter circular tiene 140 metros de profundidad y una circunferencia de 1000 metros. Se cree que es el resultado de una explosión ocurrida hace 2500 años.




En el volcán Hverfell.
Desde lo alto, un mundo increíble de formaciones surgidas de la unión del fuego y el agua.




Hemos bajado del volcán, ahora en busca de nuevas emociones. Llegamos ante unas pequeñas "fumarolas", otro sorprendente fenómeno volcánico.





Una fumarola es una mezcla de gases y vapores que surgen por las grietas exteriores de un volcán. También se desprenden de las coladas de lava. Su composición varía según la temperatura a que son emitidas, de tal manera que este va cambiando a lo largo de su "ciclo de vida".








Nos encontramos junto a un lago de agua con vapores humeantes. A ambos lados unas centrales generadoras de energía geotérmica.

La geotérmica es una de las fuentes de energía renovable menos conocidas que se encuentra almacenada bajo la superficie terrestre en forma de calor y ligada a volcanes, aguas termales, fumarolas y géisers.





Cerca de aquí, se encuentran unas piscinas naturales de agua termal. Es Jarobödin. Pero cuidado de meterse en el agua con joyas o relojes, pueden salir realmente hechos un desastre.




Son casi las 17 horas, tenemos 150 kms. por delante, a través de un paisaje completamente desconocido para nosotros. Después de llenar de nuevo el depósito del coche (Condición imprescindible para moverse por la isla cuando ya está a 1/2 de su capacidad), descubrimos casualmente otro intrigante lugar:




El movimiento de placas entre Europa y América se observa en diversas fisuras repartidas por la zona. Alguna de ellas tiene una longitud de 20 kms., y en ella se encuentra una marca colocada por científicos internacionales para señalar el evidente movimiento de las placas tectónicas.





Un brutal corte en el terreno separa las rocas. Se puede bajar y seguir una vereda que va recorriendo la gran escisión. Camino un rato por el lugar, hundido entre los grandes bloques, como en un mundo perdido. Es realmente impresionante.




Cercano aquí, al otro lado de una colina nos aparece un nuevo escenario. Esta vez como surgido de otro planeta. Un mundo irreal, fantástico de incalificables adjetivos.
Se trata de Námafjall Hverir.




Hverir es la mayor solfatara de Islandia. La solfatara es un conjunto de pozos de barro hirviente, depósitos de azufre y fisuras por donde se emanan vapores de agua y ácido sulfídrico, al que se agrega a veces anhídrido carbónico y anhídrido sulfuroso, en ocasiones a gran presión. 







El lugar es realmente extraño con unas tierras de colores imposibles, plagado de cráteres de lodo bullente, fumarolas y nubes con intenso olor a azufre. 








Aquí un vídeo de una fumarola de Námafjall Hverir:







Anonadados, abandonamos el lugar. Tenemos todavía 150 kms por recorrer. Según nos han comentado el territorio por el que vamos a cruzar, de norte a este, es completamente inhóspito, desértico, realmente hostil. 
Y desde el primer momento, paisajes increíbles. Este recuerda Egipto y sus pirámides de Guiza.








Vamos devorando kilómetros. Estamos en medio de la nada. Sólo de vez en cuando alguna leve señal de vida, un grupo de tres o cuatro ovejas perdidas en medio de la inmensidad. Luego nada, sólo majestuosos paisajes que subliman la contemplación.





Después de cruzar por numerosos puertos de montaña, neblinosos y solitarios, penetramos por un largo túnel a la zona Este de Irlanda. El lugar es conocido por los maravillosos fiordos que salpican su escarpada costa. 
Es ya de noche cuando llegamos a la población de Fáskrúðsfjörður.
El pequeño twonav nos ha llevado a buen puerto, aquí está nuestro Fosshotel  EastFjords
El lugar tiene un aire de remembranza a aquellas expediciones navieras de principios del siglo XX.
Coordinates: 64.926425, -14.001479
GPS Latitude: N 64 55.35.13
GPS Longitude: W 14 00.5.32









La noche, silenciosa, al lado del pequeño embarcadero, deja ver en lo alto la brillante luna llena. Hacia las cuatro de la madrugada me despierto y veo como la luna se esconde detrás de las montañas, todavía salpicadas de la nieve invernal,




El paisaje desde la ventana de la habitación, es sencillamente maravilloso. La lluvia de los últimos días ha dado paso a un luminoso escenario, tan armonioso y sugerente, que faltan calificativos para describir tan contemplativo lugar. 




Vamos a por el desayuno, uno de los momentos más importantes y decisivos del día. ¡ Al ataqueeee!.






Ya llevo días desayunando entre otras cosas este pescado. Aquí le llaman "Herring" con un adobo realmente impresionante, pero el de hoy, supera todas las expectativas.
Creo que es una especie de arenque. ¡ Espectacular !.


El famoso "Herring".




El hotel, situado junto al fiordo, tiene a su lado una pequeña factoría de pesca. Aquí realizan la manufactura del  Herring. 





Fosshotel  EastFjords

Día 4   De  Fáskrúðsfjörður al Fosshótel Nupa.

Salimos con 3/4 de depósito de gasolina en el coche, suficiente para llegar a una próxima estación y llenarlo.
Nos pasamos la mañana circunnavegando fiordos por carretera, entrando y saliendo, y perdiendo la cuenta de las veces que vamos entrando y saliendo...
Por fortuna el paisaje nos deleita con fruición. Es realmente magnífico.
La gran soledad de los lugares por los que vamos avanzando se ve recompensada por la compañía de las ovejas que encontramos en el camino. Estas, junto a la playa del fiordo.











Al fínal de la mañana ya no entramos más a los fiordos,... salimos y ...  nuevas maravillas que embriagan la mente. Los paisajes son inolvidables y permanecerán para siempre en nuestra memoria.










Con 1/4 de depósito, conseguimos al fín repostar. Comenzaba a estar un poco inquieto ya que el panorama desolado no ofrece demasiados servicios al visitante.
Nos estamos acercando al Glaciar Vatnajökull, el más extenso de Europa junto con el Austfonnaen Nordaustlandet, en el archipiélago de las Svalbard (Noruega).


Glaciar Vatnajökull.

El Parque Nacional del Vatnajökull es el más grande de Europa y reúne dos antiguos parques nacionales, los de Jökulsárgljúfur y Skaftafell. El nuevo parque fue creado en 2008 y ocupa 12.000 km2.




El nombre del parque viene del inmenso glaciar del mismo nombre, que ocupa unos 8.000 km2, un 8% de la superficie total de Islandia. El glaciar se sitúa sobre una cadena de volcanes que se acercan a los 2000 metros de altura. Entre ellos el Grímsvötn o el Bárðarbunga. La zona ha sufrido varias erupciones recientes (1996, 1998, 2004 y 2011) lo que demuestra la gran actividad telúrica de Islandia: agua, hielo, tierra, fuego, lava y viento.




En las aguas pueden observarse gran cantidad de focas que se sumergen una y otra vez ante los ojos curiosos de los visitantes. 




Nosotros vamos a realizar una ruta en un camión anfíbio que nos va a acercar a los numerosos icebergs que van a la deriva sobre el lago glaciar de Jökulsárlón.




Ya dentro del lago, se puede disfrutar de una curiosa navegación. El ambiente neblinoso y algo lluvioso le da un toque de aventura ártica.




A lo lejos puede observarse perfectamente la lengua del Glaciar Vatnajökull.




Las belleza de las imágenes que podemos observar es tan elocuente que sobran comentarios.










Glaciar Vatnajökull.

Realmente impresionados, dejamos el lugar y seguimos destino hacia nuevos horizontes. Y penetramos en uno totalmente negro, de una superficie cubierta plenamente de tierra y cenizas volcánicas, y sin un ápice de vegetación. Nunca habíamos visto nada que se le pareciera. El gran silencio y la soledad reinan en estas tierras.






Es casi de noche cuando llegamos a nuestro destino, un lugar en el centro de la nada, entre el abandono mas absoluto.
Nos encontramos en el Fosshótel Nupar,  ubicado en un curioso lugar ubicado sobre un terreno de lava y ceniza volcánica. El hotel está formado por un grupo de módulos, con grandes vistas al horizonte.
GPS Coordinates: 63.923711,-17.706205
GPS Latitude: N 63 55.25.36
GPS Longitude: W 17 42.22.34








Día 5   Del Fosshótel Nupar a Brjánsstaðir, Fosshotel Heckla.

A la mañana siguiente desde la ventana del hotel, podemos ver esta visión un tanto apocalíptica de las montañas del fondo por una parte, y la placentera sensación de las ovejas por la otra.




No puedo evitar dar un paseo por los alrededores. Impresiona pisar la tierra ya que parece que me encuentro en un gigantesco "pesebre navideño". El suelo se hunde por la gran cantidad de musgo que ha crecido.




Hace unos años, una violenta erupción volcánica sumergió toda esta zona en oscuridad, humo, cenizas y polvo. El hotel quedó muy maltrecho y sirvió de refugio a no pocos investigadores, vulcanólogos y periodistas que dieron fe de las virulentas explosiones. 


Fosshótel Núpar, en medio de ninguna parte.





El día vuelve a ser lluvioso y nublado. Nos encontramos en otra pequeña población Kirkjubaejarklaustri, de unos 160 habitantes y solamente una calle de casi 100 mts, en la carretera No. 1, Hringvegur.
Aquí, es famosa una cascada que vierte sus aguas desde la cima de la montaña.







Por una frondosa vereda  se va subiendo hacia lo alto de la montaña. El verdor de la vegetación unido al ambiente húmedo da un encanto especial.






Desde lo alto de la cascada, una gran vista. Podemos ver el coche en la distancia.



Una gran extensión de agua forma el Lago Systravatn. Sus aguas caen desde lo alto con singular estrépito, dando lugar a esta magnífica cascada.




En los alrededores de la población pueden encontrarse grandes extensiones de lavas y basaltos formando mares pétreos de explosivas erupciones.






Llegamos a otra población interesante, Vic y Myrdal, famosa por su playa de arena negra y por sus acantilados.
Tiene una naturaleza y una fauna extraordinaria y única, donde destaca un pequeño pájaro, casi emblema del país. Se trata del "frailecillo" o "puffin", muy abundoso en las rocas del acantilado.





En la cima de la colina, nos llama la atención la pequeña iglesia de ágiles y  finas proporciones. No podemos dejar de visitarla.


Iglesia de Vic.



Bajamos a la orilla de la playa. La negra arena volcánica sigue sorprende. Cojo una poca para el recuerdo y la noto cálida a pesar del ambiente fresco. 
Al fondo unas curiosas formaciones rocosas, los Reynisdrangur, tres supuestos “trolls” gigantes de roca, que se han convertido en una de las imágenes más célebres de Islandia.
Estas tres rocas monolíticas, de hasta 66 metros de altura, fueron originadas por la erosión del fuerte oleaje del marino. Es un paisaje realmente insólito.





Nuestro siguiente objetivo se encuentra cercano a la población de Skógar, lugar famoso por la gran cascada de Skógafoss. Y como vamos de turismo, no hay demasiado tiempo para sentarnos a la mesa, así que optamos por el menú "super", el comprado en supermercado.


Menú "Súper".



Skógafoss es una cascada de 60 metros de altura que tiene como particularidad su contemplación desde abajo y desde arriba. 
Resulta impresionante escuchar el ruido que provoca el agua al caer desde tanta altura.







Subimos por un empinado sendero para observar la evolución y caída de agua.




El agua de la cascada proviene de un  río glaciar que se precipita caudaloso.




Parece que hoy es el día del agua. Visitamos otra cascada que tiene el interés de poderla ver también por detrás. Es la cascada de Seljalandsfoss.

 Cascada de Seljalandsfoss.

El sendero que lleva a la parte posterior es extremadamente resbaladizo por lo que hay que ir bien calzado y bien pertrechado para evitar quedar mojados por la abundante agua que cae.






He ahí el todoterreno ideal para circular por las carreteras y pistas de la isla. Como puede observarse, el tamaño de las ruedas y la altura del vehículo, lo hacen perfectamente apto.




Avanzada la tarde y remojados con tanta agua seguimos camino hacia el próximo Fosshótel. 
A lo lejos, en el horizonte neblinoso, surge desafiante la silueta amenazadora del volcán Heckla. Este volcán entra en erupción cada 15 años. La última fue en el año 2000, y estamos en el 2015 ...
El Hekla forma parte de una cadena volcánica de 40 kilómetros de largo. Sin embargo, la zona más activa de esta cadena, es una fisura de unos 5,5 km de tamaño conocida como Heklugjá. 




La puesta de sol  de una fría y ventosa tarde islandesa.




Toca reposar de tantas maravillas en el "Fosshotel Heckla", situado también en un lugar bastante aislado. 
GPS Coordinates: 64.004251, -20.552560 
GPS Latitude: N 64 0.15.30 
GPS Longitude: W 20 33.9.22





Me levanto hacia las 2 de la madrugada, aprovechando que el cielo está despejado, para intentar ver una Aurora Boreal. Nos han informado que en los últimos días se han podido ver en esta zona.
Bajo las solitarias escaleras del hotel y salgo al exterior. El cielo está oscuro, alguna estrella parpadea lejana destacándose de las otras. Las constelaciones, trazando puntos imaginarios... pero nada más.
Nos iremos de Islandia sin poder ver ninguna Aurora Boreal. !Una lástima!.
En el silencio oscuro puedo escuchar el sonido distante de alguna ave nocturna.

Día 6   De Brjánsstaðirl, (Fosshotel Heckla) a Reikiavik

Amanece también nublado y lluvioso. Visitamos un curioso lugar Skálholt que se encuentra en la zona occidental de la región de Suðurland, al sur de la isla, sobre el río Hvitá.
El pueblo de Skálholt lo forma un templo católico relativamente grande y unas pocas casas. Sin embargo, ha tenido gran importancia para la historia del país.






La catedral de Skálholt, construida de 1956 a 1963, tiene una longitud de 30 metros, muy grande respecto a los estándares islandeses aunque no inusual. Muchas de sus predecesoras fueron mayores, incluso de 50 metros.





Penetramos por un corredor que conduce a la cripta del templo. Afortunadamente nos topamos al final con una puerta cerrada.



Desde la Edad Media hasta 1785 fue con Hólar una de las sedes epsicopales de Islandia, así como un centro cultural y político. Allí se fundó la primera escuela del país. En 1550 el último obispo católico de Islandia, Jón Arason de Hólar, fue ejecutado en el lugar junto a sus dos hijos.





La zona donde nos encontramos, es la llamada del "Círculo Dorado", la ruta turística más popular y accesible de Islandia.
Y el punto turístico y culminante por excelencia, lo constituyen las cataratas de Gullfoss, uno de los monumentos naturales más visitados de la isla por su gran belleza y espectacularidad.




La cascada se crea por una ruptura de placas. Un inmenso bloque de roca quebrado ha formado, al desplazarse, el salto de agua. La falla ha sido erosionada a través de los tiempos por el río Hvítá.




Durante la primera mitad del siglo XX, se creó una importante especulación acerca del posible uso de Gullfoss para generar electricidad. Durante este periodo la catarata fue alquilada indirectamente a inversores extranjeros por sus dueños, Tómas Tómasson y Halldór Halldórsson. Sin embargo, los intentos de los inversores de llevar a cabo el proyecto fracasaron, parcialmente por falta de fondos. La catarata fue vendida posteriormente al estado islandés. Incluso entonces se idearon planes para explotar el Hvítá, lo que habría cambiado Gullfoss para siempre. Ahora, el espacio está protegido.




A pocos kms. de Gullfoss, se encuentra otra zona geotérmica de interés. Se trata de Strokkur, y forma parte del área geotermal de Haukadalur. Aquí volvemos a encontrar las típicas fumarolas, las aguas hirvientes y sulfurosas y una atracción de primer orden, el Geysir





Geysir fue un enorme un surtidor de más de 20 metros de diámetro. Los que lo pudieron contemplar, veían que emanaba una torre de agua que alcanzaba los 60 metros de altura.
Pero actualmente Geysir  ya no dispara sus chorros de agua hirviente al cielo. Como no era muy activo, algunos desaprensivos decidieron tirar jabón y productos químicos para acelerar la frecuencia de sus explosiones, lo que provocó el efecto contrario. Ahora sólo es una gran charca de agua caliente.






No obstante, en la zona de Geysir todavía hay algunos geisers activos. El más conocido es Strokkur, que eclosiona aproximadamente cada cinco minutos y puede alcanzar una altura de unos 20 metros.






La mayor parte del tiempo, el geyser puede lanzar agua hirviendo hasta más de 80 metros en el aire. No obstante, ha habido épocas e incluso años con poca actividad. Entre el 17 y el 20 de junio del 2000, durante un terremoto, llegó a 122 metros durante 2 días.








Después de sorprendernos con estas curiosidades geológicas, seguimos nuestra ruta. Desde la carretera nos llama la atención otra intensa humareda. Vemos que se trata de una estación geotérmica en pleno rendimiento.




Más adelante, y desde la misma carretera, una pista nos lleva en 4 infernales kms. a otra curiosidad, yo diria que no demasiado interesante. Son las Cuevas Laugarvatnshellar. Estas pequeñas cavidades, a medio camino entre Thingvellir y Laugarvatn. fueron utilizadas como alojamiento durante largos años por una serie de personas a modo de comunidad autosuficiente.
¡Vamos, una especie de comuna!.







Después de esta decepcionante visita, seguimos ruta. Nos dirigimos al Parque Natural de Thingvellir. Impresiona contemplar las fracturas producidas por las fuerzas tectónicas, las cuales atraviesan Islandia transversalmente durante cientos de kms., pero que emergen a la superficie en Thingvellir de manera majestuosa. 
Aquí convergen la placa tectónica euroasiática y la norteamericana, y puede verse la brecha que hay entre ellas. El río que pasa entre las dos placas es el Öxará.





Thingvellir es también un lugar histórico de importancia  para los islandeses, que se sienten profundamente conectados a este paraje. Aquí fue donde los primeros vikingos noruegos que se asentaron en Islandia decidieron situar el emplazamiento para celebrar su parlamento, en el que acordaban las leyes y el gobierno de la isla . En el 930, muchos colonos recorrieron cientos de kilómetros en sus ponies islandeses para reunirse en este lugar, coincidiendo con el solsticio de verano. Ningún edificio los cobijaba y todas las asambleas, los parlamentos y la toma de decisiones se producían al aire libre.




Las grandes brechas en las rocas abiertas provoca hilaridad y sorpresa.






Todo el paisaje está formado por ciclópeas fracturas que se extienden durante muchos kms. En alguna de ellas, me adentro con angustiosa inquietud.






Nuestro viaje va tocando a su fin, pero hacia las siete de la tarde, realizamos una nueva escapada por una zona cercana a Reikiavik. Rodeamos esta ciudad y de allí, en dirección a Keflavíc nos vamos adentrando de nuevo hacia parajes donde abundan las extensiones de lava, y los paisajes desolados.




Vivificados por la observación de fumarolas lejanas, pasamos por la zona de "Blue Lagon" sin detenernos. Vamos en dirección a Grindavik y a medida que avanzamos, comenzamos a pensar si no debiéramos habernos metido por estos lugares dado lo avanzado de la hora. Pero ya no podemos volver atrás y decidimos seguir.
El paisaje embriaga los sentidos, cuando de repente descubrimos otra zona inaudita, Seltún en Krysuvic.




El lugar está completamente desierto. Comenzamos a caminar entre fumarolas, solfatadas y pozas de barros hirvientes. La temperatura de estos fenómenos geológicos supera los 200º a 1000 metros de profundidad.




Seltún forma parte de la zona volcánica alineada a lo largo de la fisura eruptiva de la península de Reykjanes.




En el ambiente se respira un hedor a azufre proveniente de las emanaciones del lugar.
La hora ya bastante avanzada, el cielo cubierto y el ambiente solitario, crean una atmósfera de inquietud y desasosiego.






Va anocheciendo lentamente. El oscuro paisaje entre montañas por el que vamos cruzando, no resulta demasiado alentador, es más, impresiona por su impacto visual. Pasamos ahora cercanos a un gran lago de oscuras aguas. Es el lago Kleifarvatn con una profundidad máxima es de 97 mts. Después del gran terremoto del año 2000, el lago empezó a disminuir y el 20% de su superficie desapareció. Las grietas que se abrieron por un terremoto se han ido rellenando lentamente y en el año 2008 el lago ha recuperado su precedente nivel de superficie.
Parece que por la zona había unos cuantos asentamientos humanos pero dada la insalubridad del sitio, la gente tuvo que marcharse a otros lugares.


El lago Kleifarvatn.



La noche se nos ha echado encima. Los faros del coche apenas cortan el negro paisaje.




Llegamos finalmente a Reikiavic y repetimos en el Fosshótel Lind. Aquí pasaremos la última noche de Islandia.

Día 7   De  Reikiavik a .... casa ...

La mañana es para realizar un pequeño paseo por la ciudad de Reikiavic, visitando la gran iglésia (Hallgrímskirkja) que recuerda enormemente un transbordador espacial a punto de lanzamiento. Su altura 74,5 mts.





La iglesia empezó a construirse en los años 40, aunque por sus grandes dimensiones se tardó tres décadas en finalizar. El diseño es obra del arquitecto islandés Guðjón Samúelsson que, según parece, se inspiró en los flujos de lava basáltica del paisaje de Islandia para construir la fachada.




El interior es de tres naves, bastante sobrio y con muy pocos adornos. La iglesia alberga un gran órgano de tubos realizado por el organero alemán Johannes Klais de Bonn.






Y una de las calles que tanto gustan a las mujeres para hacer las compras de última hora, es Skólavörðustígur, una de las arterias comerciales de la capital islandesa. Aquí pueden por fin realizar sus anhelos y compras, y sacarse por fin estos billetes y monedas sobrantes que tanto les rompen la cabeza.






Al fin hemos logrado averiguar que hacen los islandeses con la lana que producen sus ovejas. He ahí amontonadas las prendas invernales que a buen seguro satisfacen las exigencias de temperatura del comprador.






Ha llegado la hora de devolver el coche (depósito lleno) en el aeropuerto. Embarcamos a media tarde y realizamos un viaje sin incidencias, pero amenizado por la algarabía de un grupo de seis islandesas de edad 25-30 años que se pasan el viaje importunando al pasaje y a los pasajeros con sus risas y charlas. Lo amenizan con vino servido en el avión, y tanto resulta de las chanzas que una de ellas pasa la mitad del viaje completamente agónica y llenando a menudo la bolsa del mareo.
El viaje ha finalizado, pero seguirán perdurando en nuestra memoria aquellos horizontes infinitos, sobrecogedores, hostiles e inhóspitos. Aquella naturaleza de paisajes imposibles de tierra, hielo, lava y fuego, abre sus puertas para enseñarnos la auténtica expresión de la belleza extrema.
Nosotros hemos viajado allí para verla, habiendo realizado un extenso recorrido de aprox. 2700 kms. que no decepciona en ningún momento:


Ruta realizada.

Y el colofón final, dos fantásticos vídeos realizado a vuelo de dron sobre esta grandiosa tierra, Islandia.