21/1/12

MURA. COLL D´ESTENALLES. MURA. Ruta de senderisme.


Esta mañana nos hemos desplazado hasta el pequeño núcleo rural de Mura. Después de un tortuoso descenso por carretera desde el Coll d´Estenalles, conseguimos llegar a esta recóndita y pintoresca población.


El humo de las chimeneas invernales. Mura.


 Mura.

Emprendemos la ruta bien equipados con el gps  Dakota y a través de las empinadas callejuelas del pueblo llegamos al camino, punto inicial de la excursión.





Riera de Mura.

Desde este momento, podemos apreciar que la temperatura ha descendido mucho durante la pasada noche. Estamos a 2 grados y el frío es evidente. Las manos ni se notan, pero a pesar de todo hacemos algunas fotos en este helado ambiente invernal.


Inicio del camino...

Hacia el fondo del valle...

A medida que nos alejamos del pueblo, comenzamos a disfrutar de estas bajas temperaturas, y contemplamos el verdadero espectáculo de la naturaleza. 




Toda la vegetación que nos rodea está cubierta por una fina capa de escarcha, lo que confiere al paisaje un toque mágico y sobrenatural.










Parece que nuestro Dakota pierde rumbo por momentos… o quizás, nosotros... Pero tenemos la suerte de encontrarnos con otros senderistas que han descendido desde el famoso Coll d´Estenalles, y nos indican la buena ruta a seguir.





Llegamos junto a una pequeña riera y aquí podemos comprobar que uno de los charcos ha quedado completamente helado.




El agua helada.



Cerca, una enorme y gigantesca roca nos llama la atención. Se trata del llamado "códol de les llosades".


La roca caida y no apartada...

Y nos vamos internando hacia el fondo del valle, hasta encontrar las marcas del sendero a seguir. Un sendero que rápidamente va enfilando hacia lo alto de la montaña, y cuyo desnivel se va  haciendo cada vez más importante.
Pero, como dice el refrán… “sarna con gusto…”.
Comenzamos a notar la subida de temperatura, y empezamos a sudar...


Por el sendero, hacia Coll d´Estenalles.

La vista a medida que vamos subiendo es cada vez más impresionante.




Fotógrafo fotografiado.

Cruzamos otra vez otro pequeño riachuelo que desciende de la montaña. También está prácticamente helado.


Fotografiando el hielo...

El hielo fotografiado...

Seguimos ascendiendo por tupidos y empinados senderos.
Parece que está llegando la hora del desayuno, y así se va advirtiendo en varias ocasiones.
Finalmente llegamos a una zona donde montamos un improvisado campamento, cerca del lugar llamado "La Mata".
Aquí, cada uno come lo que le apetece, y como es habitual aparece la tradicional “coca amb xocolata”.


La "Coca amb xocolata"...

La Mata a la derecha de la foto.

Conglomerados...


Los senderos por los que vamos transitando, tienen una abundante vegetación, en ocasiones nos recuerda esta selva amazónica a falta del ensordecedor ruido faunístico que en aquellos lejanos lugares es tan característica.
Vemos como poco a poco hemos ascendido y acumulado un desnivel de 720 mt. 


Otra vista espectacular.

Hemos llegado ya cerca del Coll d´Estenalles. En este lugar apacible encontramos una gran construción junto a un "pou de gel". Nuestro acompañante ve llegada la hora de sacar el trozo de artista que lleva dentro.


Pou de gel.

 Y esta construcción le inspira para la acuarela que está pronta a realizarse.






La acuarela terminada.

Subimos un poco más hacia la cumbre por un pedregoso sendero, llegando hasta un promontorio donde se ubica la ermita de Sant Jaume. Desde este lugar podemos fotografiar la montaña que aparece ante nosotros. El Montcau.

El Montcau.

Ermita de Sant Jaume.

Montserrat al fondo.

Observador fotografiado...

El extenso panorama...

Decidimos seguir el camino hacia el coll d´Estenalles. Cruzamos al lado de una enorme charca que sorprende en este lugar.


La charca del Coll d´Estenalles.

Hacia el Coll d´Estenalles.
                                               
Y finalmente, podemos decir que hemos llegado al famoso Coll d´Estenalles. Obviamente plasmamos el lugar con una foto. Estamos a 870 mt.


Por fin... Coll d´Estenalles.

Y comenzamos el camino, o mejor el sendero de descenso hasta Mura. Y este descenso se realiza con mucha más rapidez que el ascenso, resultando mas fatigoso por el forzado de las articulaciones. Al cabo de una hora, podemos ver ya el pueblo, al fondo del valle.


Mura, al fondo, entre los cables...

Y en otros 30 minutos, hemos llegado ya a Mura. Ahora el paisaje es completamente distinto. El sol ha derretido todo este ambiente invernal que tanto nos ha sorprendido a la llegada. Y es que como dice el refrán, "a buen madrugador...".


Mura.

Mura.
                                 
Y así, con unas fotos del bonito pueblo de Mura, concluimos esta interesante excursión, que nos ha dado a lo largo de los aproximadamente 16 km. de recorrido, un buen aporte de salud,  buen ánimo y  buena dosis de satisfacción.


Ruta seguida. Mura Coll d´Estenalles.