Este sábado del mes de abril, hemos decidido realizar un itinerario más alpino. Nuestra ruta ha sido subir a uno de los mas conocidos “cims” de nuestra geografía, el “cim de Matagalls” de 1690 mt. La ruta la hemos iniciado en el “port” de Collformic. La temperatura hacia las nueve de la mañana es de 8 ºC , con un cielo completamente cubierto por espesas nieblas que el viento empuja hacia las montañas que tenemos frente a nosotros.
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Punto de partida. Collformic. |
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La típica señalización. |
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Las últimas hojas del invierno. |
Y con estas perspectivas, comenzamos el ascenso por los pedregosos senderos que nos van a llevar hasta esta clásica cumbre.
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Collformic... mas lejos... |
El camino tiene desde su inicio prolongadas subidas, pero gracias a nuestra plena forma física, no tenemos ninguna dificultad en realizar el ascenso. Y en este ascenso, vamos encontrando otros senderistas que también se dirigen hacia el mismo objetivo.
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Subiendo y subiendo... |
Por otra parte, a medida que vamos avanzando, podemos disfrutar de impresionantes vistas desde lo alto. Las nieblas dan al paisaje un aspecto fantasmagórico y nos va sorprendiendo en todas sus manifestaciones.
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Mar de niebla en el cielo. |
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Plácida ruta hacia Matagalls. |
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Pedregoso sendero... |
En ocasiones el sendero no resulta tan empinado y cruza por terrenos mas llanos.
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Caminando en horizontal... |
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Obsérvese el "cráter" en la ladera del monte. |
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Otra vez subiendo... |
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Señales en la niebla. |
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La niebla invasora. |
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La niebla nos envuelve. |
La hora del desayuno está a la vuelta del camino y, por suerte encontramos unos enormes hayedos o “fagedes” que nos van a proteger en parte del viento que cada vez se va incrementando.
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La fageda. L´hora d´esmorzar. |
El pequeño bosque, resulta ser el lugar idóneo para la parada de rigor. Muchas de las hojas se mantienen aún en las retorcidas ramas. Parece que los brotes nuevos de la primavera están a punto de asomarse.
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Los brotes, a punto... |
Junto a un “grand faig”, montamos el “campamento” para el improvisado desayuno. Aquí puedo disfrutar aún un buen trozo de “coca de l´Ordal”, aún de la anterior excursión realizada a finales de marzo.
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Entre la hojarasca...asoma tímida... |
Y también como es habitual, el compañero encuentra entre los árboles, el insólito marco de la inspiración divina.
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Inspiración bajo las hojas. |
Una vez satisfechas las apetencias alimentarias, reemprendemos el camino con notable euforia y optimismo.
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Hacia el último tramo... |
Y volvemos a ascender y a seguir ascendiendo para seguir subiendo más hacia la cumbre. La niebla sigue siendo muy espesa. El viento va arreciando y la temperatura va bajando a medida que vamos acortando la distancia hacia la cumbre.
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Prop del cim... |
Y finalmente, vamos acercándonos a la “creu de Matagalls”, monumento que se encuentra en la cima de la montaña.
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La creu de Matagalls. |
El frío al llegar junto a la cruz es muy intenso, con una gran ventisca que va lanzando la niebla más allá de las cumbres. Por suerte, no me ha cogido desprevenido con la ropa. A la salida he sospechado la bajada de temperatura, y he acertado con la indumentaria.
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Otra vez la niebla misteriosa... |
Y aquí, un pequeño vídeo del neblinoso momento.
Nos refugiamos al otro lado de la monumental cruz para evitar la ventisca y el frío. Hay mas gente buscando protección, no somos los únicos.
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Protegidos tras la Creu de Matagalls. |
Aprovechamos para fotografiar las vistas que se extienden al otro lado de la montaña, aunque hoy debido a la niebla, estas son prácticamente invisibles.
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Creu de Matagalls. Detall. |
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Com sempre, un vers de Verdaguer. |
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Des del cim de Matagalls. |
Seguimos nuestra ruta circular hacia la otra vertiente. Esta resulta mucho más plácida ya que transitamos por terreno rocoso que va descendiendo con bastante lentitud. El viento, no obstante sigue arreciando fuerte.
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Descendiendo del Matagalls. |
Cerca de este lugar, el mapa nos indica una fuente, la de Matagalls, pero sin que nadie te guíe, es muy difícil dar con ella. ¡una lástima!.
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La gran panorámica. |
En estas alturas el aire es limpio y resulta agradable respirarlo con plenitud.
Seguimos fotografiando todo lo que nos parece interesante fotografiar a medida que vamos realizando esta ruta.
Llegamos finalmente a una pista más ancha que seguimos. El camino es un tranquilo y plácido itinerario.
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Hacia el cielo. |
En la parte baja, vemos escurrirse tímidamente un arroyuelo de aguas limpias y transparentes. Y junto al lecho del pequeño caudal, aprovechamos para una pequeña pausa… fotografías y alguna pieza de fruta.
El sol ha asomado finalmente por entre las nubes y va iluminando este gratificante entorno.
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A contraluze.... |
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El ojo del objetivo. |
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Descansando junto al riachuelo... |
Abandonamos el lugar y seguimos por el camino que lentamente va descendiendo.
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El camino interrumpido. |
Allá a lo lejos volvemos a ver Collformic. Ahora el sendero desciende bruscamente. Tenemos que poner en marcha los frenos de nuestras rodillas para no caer pendiente abajo. La bajada es realmente abrupta. Pero resistimos y llegamos a nuestro punto de partida.
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Llegando a Collformic. |
Son casi las dos de la tarde. Y a esta hora podemos decir que hemos concluido con evidente gloria nuestra subida al Matagalls.
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En rojo la ruta de Matagalls, no la del bakalao. |
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