Hacia las 10:30 de la mañana el viento sopla muy fuerte en esta parte del litoral del delta de l´Ebre.
El oleaje constante sobre un precario espigón de rocas que se amontonaron hace ya unos años para proteger la zona, evitan de momento que el mar siga avanzando.
Nos encontramos en la "Playa de la Marquessa", junto al restaurante "Los Vascos", en un enclave sometido a esta presión ambiental evidenciada en los últimos años a causa del cambio climático.
La regresión del litoral se está acelerando debido a la subida del nivel del mar y al hundimiento de la tierra. En algunas zonas, como en la Isla de Buda, se pierden hasta 17 metros de tierra al año por la falta de sedimentos, y en las playas de la Marquesa donde se encuentra este restaurante, la pérdida se cifra en 3 metros anuales.
Pero hoy a pesar del fortísimo viento, iniciamos este recorrido que nos llevará a visitar un lugar magnífico situado en medio de un entorno natural de lo más privilegiado, el Faro y la Punta del Fangar.
El Fangar es una península que se adentra en el mar al norte de la desembocadura del Ebro. Tiene unos 6 km de largo y 3 Km. de anchura máxima, hasta llegar a su extremo, que es la punta del Fangar.
En esta zona encontramos un paisaje de arenales y dunas que la intensidad del viento se encarga de ir modelando.
Un enorme árbol venido, quién sabe de dónde, sorprende en medio de este paraje un tanto desolado.
Los grandes episodios borrascosos, tan frecuentes en los últimos años, lo debieron arrastrar hacia la costa.
Seguimos caminando hacia un lejano horizonte que deja entrever el faro al que nos dirigimos. El viento sigue indolente y voraz.
Junto al agua encontramos una enorme tortuga. Se trata de un ejemplar de Tortuga Boba, pero al acercarnos nos damos cuenta que está muerta.
Nos sorprende el triste hallazgo, ya que no sabíamos de su existencia en estos lares. Al parecer, debido a este calentamiento climático de las aguas, comienzan a abundar en el mediterráneo. Estas se desplazan ayudadas por las corrientes marinas al mar de Alborán y al norte de África para alimentarse.
Cientos de tortugas marinas aparecen a lo largo de todo el litoral con lesiones severas o enfermedades, la mayoría de las veces causadas por la interacción humana. Contaminación, vertidos tóxicos o captura accidental en las diferentes artes de pesca, son algunas de las amenazas que ponen en peligro a estos animales marinos.
Más adelante, otro ejemplar momificado de tortuga presta su presencia como salido de hipogeo egipcio.
La causa de muerte más probable es a consecuencia de una rápida descompresión. La mayoría por las redes de arrastre de las embarcaciones pesqueras pueden capturar estas tortugas a la superficie muy rápidamente. Hace años que hay en marcha una campaña, con muy buenos resultados, para explicar a los pescadores que no tienen que devolverlas al mar a pesar de parecer que están sanas porque mueren en pocos días. Los animales se tienen que llevar a los centros de recuperación como el "CRAM".
El objetivo de CRAM es rescatar a estos animales para recuperarlos y reintroducirlos en su hábitat.
En el Centro hay varios ejemplares de tortuga marina que debido sus lesiones no podrán ser reintroducidas, al considerarse que no sobrevivirían en el medio salvaje. De este modo, las tortugas pasan a ser residentes en el Centro de Rescate y requieren de una atención específica a diario; alimentación, limpieza y seguimiento médico.
El fuerte viento sigue arrastrando la fina arena de las dunas que se han formando, cambiando constantemente su fisonomía.
El Faro del Fangar está cada vez más cerca...
Hemos llegado a nuestro primer objetivo, el Faro del Fangar, construido en una esbelta columna mirando al cielo. A buen seguro sería lugar ideal para Simeón el "Estilita", asceta y santo cristiano de finales del siglo IV.
Este anacoreta vive en oración y vida contemplativa y como penitencia se aísla del tráfago humano sobre la plataforma de una columna de tres metros de altura, después a otra de siete, y finalmente a una de 17 metros. Sobre esta columna pasa los últimos 37 años de vida.
El cineasta Luis Buñuel refleja con su genial sarcasmo esta figura a través de su película "Simón del desierto", que recomiendo encarecidamente.
Después de esta pequeña divagación, consta que en este lugar emblemático, ya había un primer faro en el año 1864. Aquella estructura sufrió un deterioro importante por las inclemencias meteorológicas y también un incendio durante la guerra civil.
En 1956 ya se habían desmontado las corroídas paredes y subsistía únicamente la torre. Posteriormente en 1972 fue sustituido por una pequeña torreta de hierro de unos ocho metros de altura, que estaba pintada en franjas blancas y negras. Aquella torreta se modernizó a modo de columna "Estilita" dando lugar al faro actual, dotada de paneles solares.
El punto geodésico existente en el Faro del Fangar.
Después de una bella contemplación alrededor de la edificación seguimos junto al mar durante algo más de media hora hasta llegar al final. Nos encontramos en la Punta del Fangar. El faro queda allá a lo lejos a nuestra espalda.
En este lugar podemos observar la fragilidad de la zona arenosa al ser invadida constantemente por el nivel de las aguas.
Esta zona tan característica es de vital importancia para la cría de las aves marinas, y también área de refugio y alimentación de especies de pájaros acuáticos migratorios.
Al fondo puede verse perfectamente la población de La Ampolla de Mar.
El viento se ha ido calmando. Es hora de regresar, y lo hacemos por el único camino existente al borde del mar. Henos ahí en una foto para la eternidad.
Y otra lamentable sorpresa final, otra tortuga de gran tamaño ha encontrado la muerte en la arena de esta zona litoral.
Toda una experiencia poder disfrutar de este espléndido y peculiar itinerario costero muy diferente de los que acostumbro a frecuentar habitualmente que nos va acercando de nuevo al punto de inicio.
Integrado en la arena, los restos fenecidos de un irreconocible especímen marino que debió frecuentar esta desolada zona...
Y con esta suerte mas o menos lamentable de restos de todo tipo, incluidos ciertos objetos de producción humana, llegamos de nuevo a la zona del restaurante, lugar donde ha comenzado este itinerario de aproximadamente 11kms de recorrido y desnivel 0.
Ruta realizada. |
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