Ha llegado el último día del año, y como es habitual, hay que hacer una salida para poder comenzar el nuevo con fuerza, estímulo y optimismo.
La ruta de hoy comienza en la población de Corbera de Llobregat, a la que llego hacia las 8:15 de la mañana, con 6ºC.
Dejo el coche en la zona de Corbera de Baix, y comienzo el itinerario. Un rótulo me dirige hacia la Riera de Corbera.
Después de un sendero empinado que asciende hacia la parte alta de la montaña, sigo una silenciosa pista invernal.
La zona que atravieso tiene un alto grado de humedad. Aquí el sol apenas penetra durante estos meses invernales.
Un nuevo ascenso por un sendero donde habitualmente circulan los aguaceros de lluvia.
Llego a la parte alta de la montaña. Los primeros rayos de sol penetran entre los arboles, caldeando débilmente el ambiente.
El camino me lleva hasta una interesantísima construcción románica, el monasterio de San Ponç de Corbera, un antiguo priorato benedictino.
Aparece citado por primera vez en 1068 aunque se cree que la comunidad monástica se instaló en el lugar mucho antes. Parece ser que la iglesia del monasterio fue construida entre 1025 y 1050 por orden de Guillem de Mediona, señor de Corbera.
En 1096 estaba regido por el abad Salomó, dependía del monasterio francés de Cluny, a través del monasterio de San Pedro de Caserras.
El edificio consta de una sola nave cubierta con bóveda de cañón, transepto y tres ábsides escalonados, decorados exteriormente con arquillos ciegos y lesenas. Tiene cimborrio sobre el crucero y está rematada por un pequeño campanario de torre cuadrada de dos pisos con ventanas.
Después de esta pequeña pausa histórica, continúo por una solitaria pista, cuyo recuerdo permanece con una agradable sensación.
Cruzo junto a un antiguo horno de cal, que lentamente se va desmoronando.
Un poco más adelante, comienza una dura subida con un desnivel importante, que me llevará todavía más arriba de la montaña.
Durante quince minutos logro ascender hasta pasar junto a una torre eléctrica que se levanta cerca de un caminejo que comienzo a seguir.
Más adelante, este me va a llevar a un pequeño desvío marcado con pintura verde, junto a una cueva de la cuál desconozco la profundidad, formada a partir de una fisura o grieta en el terreno. Es la llamada "Cova del Pla de les Comes", también conocida como "Cova del Lledoner".
La cavidad tiene 115 mts. de recorrido y 20 mts. de desnivel.
La abertura artificial fué provocada por la explotación calcita espàtica, vulgarmente llamada "sal de lobo", para hacer vidrio en los siglos XIX y XX.
Su acceso natural se localiza a unos 10 metros más a la derecha. Al final de la cavidad se puede ver un pequeño espacio donde se descubrió un entierro prehistórico con su ajuar. Podría corresponder a un entierro del Neolítico Final-Calcolítico o del Bronce. El material arqueológico está desaparecido. Bajo este entierro y en un estrato más antiguo, apareció un cuerno de ciervo.
Me asomo, estirado en el suelo, para poder ver el fondo, pero es imposible observar nada.
Habría que descender con cuerdas y con el equipo adecuado de espeleólogo.
Aprovecho la tranquilidad del lugar para desayunar. El enclave no puede ser más idóneo para un bocadillo de atún, pan con tomate y aceitunas, y una "coronita" bien fresquita.
Aquí, uno se relaja envuelto en agradables pensamientos.
Abandono el lugar. Ahora el camino desciende súbitamente.
Siguiendo la ruta, cruzo junto a una pequeña cavidad a un lado del camino, preludio de otra cueva que tengo a la vuelta de la esquina...
Llego a la "Cova dels Xampinyons", conocida en la antiguedad y explotada también como cantera de "sal de llop" o calcita pura para la fabricación de vídrio. Durante un tiempo fue habilitada para el cultivo del champiñón.
Penetro al interior con un frontal para iluminar la cueva. Esta se compone de una gran sala, la mayor parte de la cuál, ha sido excavada artificialmente.
A un lado de esta gran sala hay otro pequeño orificio lateral a modo de habitáculo.
Me entretengo a fotografiar las paredes de una parte de la cueva, donde abundan las formaciones cársticas que dan origen a estas cavidades.
Ciertamente sorprendido, abandono el lugar, retrocedo por el camino que llega hasta aquí, y sigo ascendiendo por un pedregoso sendero.
El siguiente objetivo, es otra cueva...
Un pequeño desvío y me encuentro con otra cavidad subterránea, la más interesante de la ruta de hoy.
Es la "Cova del Pla Verdaguer".
De nuevo, con el frontal para iluminar el interior, desciendo sin demasiada dificultad y me interno en la cavidad...
La cavidad fue descubierta por Josep Maria Cervelló, geólogo de la Universidad de Barcelona. Se recuperaron gran cantidad de heces (coprólitos), así como restos óseos sobre todo de animales herbívoros (ciervo, cabra, caballo, bóvido), oso (Ursus sp.) y astillas y huesos que presentan señales de mordeduras certifican que la cavidad fue utilizada como madriguera por carnívoros de forma relativamente habitual.
En otros niveles de la cavidad se identificó la presencia humana de neandertal (paleolítico medio) a partir de restos de industria lítica y de la existencia de zonas de acumulación de carbones y piedras quemadas pertenecientes a hogares. El conjunto de restos localizados certifica las ocupaciones alternantes de la cueva como refugio por carnívoros y de grupos de neandertales, así como lugar de hibernación del oso pardo durante un período con una cronología entre el 39-45 Ka.
Una gran columna estalactítica es seguramente la parte más destacada de este conjunto cárstico, donde reina la oscuridad y el silencio...
Permanecer en este interior en completa soledad impone respeto, a la vez que admiración a la obra de la naturaleza.
De nuevo en el exterior, continúo por la pista...
...hasta llegar a una zona de "guerrilla táctica"...
...un lugar dónde se practica el painball. ¡Horreur!.
Heme ahí en medio del camino, cada vez más sudoroso, con unas temperaturas que no han hecho más que subir.
Ahora el itinerario realiza la última subida hasta llegar al "Puig Montmany"
Aquí el vértice geodésico, a 498 mts. de altura.
Desciendo por el mismo sendero que me ha llevado a la cima. Más adelante paso junto a una barraca de piedra en bastante mal estado ya que una de las paredes se ha venido abajo.
Al fondo se comienza a entrever la población de Corbera.
Voy cruzando caminos y senderos que se adentran en una zona muy arbustiva, con un ambiente vegetativo muy sorprendente.
Al final, cruzo de nuevo la riera y llego al inicio del itinerario. Comienzo a ver de nuevo el tránsito y el pequeño ajetreo de la población que a esta avanzada hora está sin duda sumida en los preparativos para finalizar el año.
Epílogo: Interesantísima ruta de 12,81 kms. de recorrido y un desnivel de 495 mts.
Aquí dejo el track:
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| Ruta realizada |
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