8/12/11

PEL TERME DE PONTONS. SANT JOAN DE LA MUNTANYA. MAS PONTONS. ELS CARBONS. LA POLLINA. Ruta de senderisme.


La temperatura es de 6º C cuando llegamos esta mañana a la población de Pontons.  Este mes de diciembre, hemos decidido realizar este recorrido en esta zona para conocer los lugares más atractivos del término. 
Son las 9 de la mañana cuando comenzamos la ruta, y a pesar del GPS, tenemos el primer desliz ya que nos desviamos del camino, remontando por una empinada pendiente hormigonada. Al momento  nos damos cuenta que hemos errado el trayecto. Retrocedemos de nuevo y ahora sí, encontramos el camino por el que debemos comenzar la ruta enfilando por el sendero en pronunciada pendiente. Vamos subiendo por el  antiguo sendero que lleva a la ermita de Sant Joan de la Muntanya.  El sendero pedregoso y estrecho tiene su particular encanto.


Antic sender de Sant Joan.
                         
Pronto hemos alcanzado altura y podemos observar todo el inmenso paisaje que encierran las montañas próximas.



Vista desde el sendero de Sant Joan. Pontons.

Niebla sobre la montaña.

En poco menos de media hora hemos llegado a la parte más elevada de la montaña. Nuestro primer destino  aparece tímido entre la parte más rocosa de la montaña.
Como es habitual, indicadores.

La ermita de Sant Joan de la Muntanya  fue construida en el año 1075, es de  estilo románico y se encuentra a  a 720m mt. Había sido antigua parroquia del castillo de Pontons, fortaleza documentada ya en el 966. La vista desde aquí resulta espectacular.


Sant Joan de la Muntanya.

Portalada. Sant Joan de la Muntanya.


Desde Sant Joan de la Muntanya. Gran mirador.

Sant Joan de la Muntanya.

Detrás de la ermita hay unas escaleras rocosas por las que vamos descendiendo, hasta encontrar un sendero incierto a veces y nos vamos internando  en un bosque muy atractivo. Encontramos entre los árboles setas que van creciendo por la abundante humedad del entorno.


Bajando por el sendero desde Sant Joan.

Fotografiando espécies.

Fredolic.

El sendero, finalmente, nos lleva a una pista más ancha, con unas indicaciones a la Font de Sant Joan que se encuentra cerca, a cosa de un minuto.



La Font de Sant Joan...

Regresamos por el camino opuesto a la fuente,  y pronto nos encontramos con una gran masía. Allí en la plazoleta que se abre delante de ella,  hay construida otra ermita. Según nos cuenta el dueño, esta fue construida en los años 50´ por su antigua propietaria que no podía subir a la ermita de Sant Joan de la Muntanya, y así  se hizo construir la suya propia.

 
Ruta a seguir. Completamente analógica.

Sant Joan de la Montaña, en la cumbre.

Descendemos hacia la Riera de Pontons. Cruzamos la carretera que va de Vilafranca a Pontons, y nos acercamos hacia una gran casa de colonias que se encuentra allí. Parece ser que esta casa, en su tiempo, fué un molino, el molí de Baix..

Riera de Pontons, prop del Molí de Baix.

Es hora de desayunar y como es habitual, hacemos la parada justo al lado de la Riera.  Cada uno con su habitual avituallamiento. En esta ocasión la coca la he comprado en una panadería de l´Ordal, en Cal Pelegrí.
Esta coca amb xocolata, está estupendamente buena, y cumpliendo todas las expectativas,  hace las delicias del paladar más exigente.


Coca de sucre. Procedència: L´Ordal.

Después de haber disfrutado de este desayuno, nuestro acuarelista busca un motivo para plasmar en el cuaderno que siempre le acompaña. Y como es habitual, siempre lo encuentra. En poco tiempo ha conseguido dar forma al paisaje que se encuentra ante nosotros.


Acuarelando...

Los primeros esbozos.

La casa de colonias al fondo...

La acuarela "Pontoniana", terminada.

Remontamos por el camino que pasa al lado de la casa de colonias, que ahora, hacia las once y media de la mañana está bastante animada por niños y monitoras. 
El camino va subiendo en grandes lazos entre la montaña. Al lado oímos las aguas del torrent d´en Gralla. El agradable y placido recorrido, rodeado de bosque, invita a la tranquilidad y al sosiego casi espiritual.  ¡Hay que ver!.

Nuestro siguiente objetivo es el famoso Mas Pontons, y hacia el nos vamos encaminando.
Llegamos al cruce de la carretera que viene de  Pontons. Estamos rodeados  de partes de bosque y de viñedos, ahora casi completamente sin hojas en las ramas. 

Viñedos otoñales. Pontons.

Mi compañero Eduard me advierte de algo que se encuentra en la carretera, y  por suerte ningún coche lo ha aplastado todavía. Se trata de un pequeño sapo que se encuentra inmóvil en medio del asfalto. Con la ayuda de un palo, conseguimos apartarlo y ponerlo a salvo.


El sapo o el príncipe. Pontons.

Mi acompañante lleva toda la jornada hablándome de las setas. Observa con atención el bosque que se encuentra a nuestro paso, y no duda en ningún momento para entrar a fisgonear entre los árboles. Nos vamos cruzando con algunos buscadores de setas, se le hace continuamente la boca agua.



Bolets i més bolets...

Seguimos y al poco encontramos ya este famoso mas Pontons. Se trata de una construcción de sólidas dimensiones y gran belleza , con tejado a cuatro aguas.


Mas Pontons. Impresionant...


Esta masía es de los siglos XVII y XVIII y conserva elementos defensivos típicos de las construcciones señoriales aisladas, como las barbacanas que surgen de la fachada.


Portalada d´entrada. Mas Pontons.




El camino sigue por detrás de la soberbia construcción y se dirige entusiasta para remontar hacia el llamado “Coll de Carbons”. Y hacia allí vamos, mientras oímos voces de gente. En un momento descubrimos que se trata de una mujer, al parecer la abuela de tres o cuatro críos que corretean buscando setas.
Llevan una cesta y allí, como si de un cajón de sastre se tratara, van a parar todo tipo de setas, comestibles y no comestibles. La mujer los riñe, pero ellos hacen caso omiso.


Ojo avizor... buscando setas...

La subida hacia el collado es muy pintoresca. El bosque reposado, tranquiliza el espíritu de esta suave mañana de diciembre.

La senda relajada. Pontons.


Seguimos cruzándonos con buscadores de setas, y finalmente, llegamos al  “Coll de Carbons”. Aquí cruza una carretera que va al cercano pueblo de la LLacuna. Nosotros seguimos en esa dirección, hacia una masía, “La Pollina”, cerca de una colina llamada Puig Castellar. Nuestro objetivo es subir aquí, pero se ha hecho tarde, y decidimos llegar solamente hasta esta primera masía, que aparece ya cercana a nosotros. A partir de aquí, volvemos otra vez al “Coll de Carbons “ caminando por  una suave pista que nos va a llevar en unos 45 minutos a Pontons.

Panorama desde "La Pollina".

Caminar por esta pista resulta también muy agradable, ya que va paralela a un pequeño riachuelo. Se escucha el  agua muy cerca. Es la Riera de Carbons.


El camino se desvía hacia la Riera.

Encontramos un sendero que se desvía y baja hacia la riera. Lo tomamos, y en un momento, estamos en una bonita zona de descanso entre árboles y junto al agua. 






A partir de aquí, remontamos por un sendero hasta llegar a una fuente, la “Font del Ferro”, un lugar fresco y recóndito, que a partir de aquí toma el nombre de “Torrent de la Font Oriola”.

Font del Ferro. Pontons.

Pontons... enclotat entre les muntanyes.

Siguiendo el camino llegamos otra vez a la pista que habíamos dejado con anterioridad, y ahora, en  unos diez minutos, estamos llegando ya a Pontons, que se vislumbra hundido entre las estribaciones de la montaña. 
Encontramos también una majestuosa edificación, la Iglésia de Sta. Magdalena, del siglo XIII, con una gran planta, y modificaciones posteriores.




Església de Sta. Magdalena. Pontons.
                       

Y así llegamos ya a la población. Son las dos y media de la tarde, y optamos por comer algo en algún sitio de la población..
Nos recomiendan el restaurante “Els Caçadors” (Deben haber en nuestra geografía mil restaurantes con este nombre), y allí concluimos lo que se puede contar de esta jornada excursionista, con un recorrido de unos 18 km.
Visto el buen resultado, vamos a  preparar otra salida para el próximo mes.



Ruta realizada. Clicar para ampliar.



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