Esta mañana fría y ventosa hemos decidido reunirnos con las amistades próximas para hacer la tradicional comida antes de Navidad.
Hace ya unos años que celebramos la preparación de estas jornadas vacacionales para unos y eternamente festivas para otros.
En esta ocasión hemos realizado una excursión previa por el parque natural de Sant Llorenç del Munt, y concretamente a la zona llamada de "L´Horta".
Y así, hemos iniciado una tranquila caminata disfrutando de una suave pista forestal.
Parc Natural de Sant Llorens del Munt. |
Las participantes femeninas en acción. |
Hemos llegado al Marquet de les Roques. Se trata de una casa señorial construida sobre las ruinas de una masía, donde pasaba los fines de semana y veraneaba antes de la guerra civil, el poeta Joan Oliver, (Sabadell 1899- Barcelona 1986), que firmaba con el pseudónimo de Pere Quart.
Cerca de esta casa, se lee una poesía de este poeta, "Corrandes d´exili", acerca del exilio que padeció durante la guerra civil. La poesía hace que algunos del grupo se emocionen con un gran sentimiento.
Leyendo la poesía de Joan Oliver. |
Una nit de lluna plena
tramuntarem la carena
lentament sense dir re.
Si la lluna feia el ple
també el féu la nostra pena.
L'estimada m'acompanya
de pell bruna i aire greu
(com una marededeu
que han trobat a la muntanya).
Perquè ens perdoni la guerra,
que l'ensagna, que l'esguerra,
abans de passar la ratlla,
m'ajec i beso la terra
i l'acarono amb l'espatlla.
A Catalunya deixí
el dia de ma partida
mitja vida condormida;
l'altra meitat vingué amb mi
per no deixar-me sens vida.
Avui en terres de França
i demà més lluny potser,
no em moriré d'enyorança
ans d'enyorança viuré.
En ma terra del Vallès
tres turons fan una serra,
quatre pins un bosc espès,
cinc quarteres massa terra.
"Com el Vallès no hi ha res".
Que els pins cenyeixin la cala,
l'ermita dalt del pujol;
i a la platja un tenderol
que bategui com una ala.
Una esperança desfeta,
una recança infinita.
I una pàtria tan petita
que la somio completa.
Y aquí los integrantes de la expedición. |
Por el camino todavía podemos disfrutar de elementos micológicos abundantes, y no reparo es plasmar alguna que otra instantánea.
Setas anónimas... |
Indicadores varios... |
Decidimos seguir hacia la Font del Llor, un lugar húmedo y sombreado (como todas las fuentes), así que vamos subiendo por el frondoso sendero.
Sendero hacia la Font del Llor,,, |
Finalmente, llegamos junto a una explanada y encontramos la Font del Llor, con un agua fresca que mana impetuosa de entre las rocas.
Aquí, hace muchos años, iban a pasar el rato Joan Oliver y sus amigos de la Colla de Sabadell; pero todo aquel mundo lo ha borrado el tiempo de la historia.
La Font del Llor. |
Nos quedamos allí un buen rato escuchando el rumor del agua que baja hacia la riera y el suave vientecillo que mueve las hojas.
Se está bien junto a la fuente. Tomamos unas cuantas mandarinas que expertos caminantes han tenido la precaución de llevar.
Aquí finalizamos nuestro tranquilo recorrido. Ahora hemos de retroceder nuevamente, y pronto nos encontramos de nuevo junto al enorme caserón del Marquet de les Roques. No cabe duda que tiene un parecido, un tanto inquietante...
El Marquet de les Roques. |
Detalle. Marquet de les Roques. |
Relotge de sol. Marquet de les Roques. |
Vista desde El Marquet de les Roques. |
La panda... |
Hemos llegado al restaurante. Aquí es tradición esta fantástica paella de mariscos. He aquí una foto para que degusten los paladares que no están a régimen...
Y aquí, arropados por el calorcillo se aprovecha para conversar de mil y un temas, y para realizar otro de los típicos momentos que deparan las Navidades. El "amigo invisible", trae a cada uno lo mejor del repertorio tenderil.
Paella marinera. |
Se hacen las últimas observaciones a los comensales que están a dieta. Así se quiere evitar que se salten el régimen a que están sometidos rigurosamente.
La tentación está en el plato... |
Pero la visión del humeante plato de arroz es demasiado fuerte, y nuestro amigo sucumbe a la tentadora paella. Allá él...
Una vez el el cálido hogar, la chimenea calienta los ánimos del frío invierno, y este retiro espiritual, conceptúa la fecha en que estamos. Pero ¡que bien se está aquí!...
La susodicha chimenea invernal... |
Y aquí, arropados por el calorcillo se aprovecha para conversar de mil y un temas, y para realizar otro de los típicos momentos que deparan las Navidades. El "amigo invisible", trae a cada uno lo mejor del repertorio tenderil.
Esto me ha tocado a mí. Pero es monísimo. |
Y esto otro, a otros... |
Reparto del "amigo invisible". |
Y todo ello filmado para la posteridad. Pero todos estamos convencidos que nunca jamás vamos a ver ninguna de la imágenes filmadas por nuestro queridísimo cameraman... Estamos seguros que no nos equivocamos.
El plano que nunca veremos... |
Y con esto concluimos este tradicional día previo a la semana de Navidad.
FELICES FIESTAS.
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