He pasado muchísimas veces por la Autovía A-2, y a la altura de la zona del Bruc siempre me ha llamado la atención la enorme extensión de bosque que se ve junto a esta transitada ruta.
Hoy, último día del año 2015, y casi como una tradición, he decidido realizar un recorrido por esta zona.
La ruta se inicia en la gasolinera de El Bruc, situada en la autovía Barcelona-Lleida. Si vamos en dirección Barcelona, se encuentra a la derecha de la vía. Si venimos de Barcelona, habrá que adelantar un poco más por la autovía y dar la vuelta a la primera salida, en Castellolí.
Precisamente en esta población y en un par de ocasiones he podido disfrutar de los alicientes solitarios de la zona. Aquí dejo un par de enlaces de dos rutas realizadas: la primera y la segunda en pleno invierno y con un paisaje completamente nevado.
Situado ya en el lugar, inicio el itinerario por un camino que parte de la gasolinera en un rápido descenso.
La temperatura es de 4ºC, pero se pronostica una fuerte subida de temperaturas, ya que desgraciadamente, venimos sufriendo un invierno inusual con una exagerada variante térmica acompañada de inexistentes lluvias (Hace dos meses que no he visto llover).
El ruido de mis pasos es el único que me acompaña en el solitario camino. Se respira calma y sosiego lo que permite la evasión mental a lugares de anímica existencia.
Junto al sendero, me encuentro de repente entre construcciones en ruinas. Se trata de un conjunto de masías rodeadas de bosque conocidas por Can Guixà.
Las casas se encuentran invadidas por la maleza, las zarzas y las hiedras. El abandono es realmente impresionante. Los muros de las edificaciones permanecen fieles al lugar.
Un ligero soplo de aire mece suavemente la vegetación al tiempo que la luna aún se deja ver ténue y lejana en el azulado cielo de la mañana.
Avanzo entre la maleza, crujir de ramas a cada paso a medida que me adentro en el imponente recinto.
Can Guixà |
Junto a las ruinas sorprende encontrarse adosada al muro de una masía, con una capilla de una sola nave y de la que ya se tienen noticias hacia el 1077. Es el lugar de "Sant Miquel de Vilaclara".
Sant Miquel de Vilaclara |
Tiene un único ábside con arcos lombardos separadas por pilastras y una pequeña ventana. Está cubierto con bóveda de mampostería. Los muros son también de piedra y mampostería. La entrada es por una pequeña puerta con dinteles cara a poniente.
En su interior, en el suelo del ábside se encuentra un lagar que en otros tiempos servía para almacenar el vino.
Esta capilla dejó de utilizarse en el año 1727, y se abandonó definitivamente en el 1757.
El aprovechamiento de la estructura románica de la capilla para construir elementos para finalidad vinícola no termina aquí. En el lugar de la entrada primitiva de la que se distingue todavía una arcada con dintel que posteriormente se tapió, hay una pila lateral y la salida de tres brocales.
Esta zona agrícola vivía de la explotación de viñas y otros cultivos, pero a finales del siglo XIX, apareció la filoxera y arrasó todos los cultivos vinícolas. Más de un tercio de la población del Bruc abandona tierras y masías tan rápidamente como fueron ocupadas, pero ahora, completamente arruinadas.
Y aquí me encuentro, en medio de tanto abandono, pensando en la dura vida de antaño, rodeado de muros y recintos con historia agonizante, rememorando sensaciones mientras camino entre las piedras de una casa a la otra. Puertas que no existen y ventanas que ya nunca más se cerrarán, abandonados en un tiempo que ya no transcurre.
Cercano a este pequeño núcleo se pueden observar otras construcciones igualmente derruidas y detenidas en el tiempo.
La serralada de Montserrat al fondo del despoblado brinda una sugerente atmósfera de características muy especiales.
Sigo ruta por pedregosa y solitaria pista, mientras continuo pensando en lo acertado de excursionar un día como el de hoy, 31 de diciembre, "San Silvestre" y "Santa Coloma", patrona de mi ilustre villa condal, Sta. Coloma de Queralt.
Llego a otra masía en un completo estado de abandono. Se trata de Can Canyelles. Las ruinas tienen muy poco interés, supongo.
Can Canyelles y Montserrat. |
El crujiente pan con variedad de semillas, la lata de sardinillas, la fresca cerveza y unas aceitunas gazpachas, configuran un exquisito manjar que va a marcar la pauta para el resto de la mañana.
Continúo ahora deshaciendo un tramo del camino que me ha llevado hasta Can Canyelles. Ahora tengo otra gran visión de Montserrat frente a mí. A sus pies el hotel del Bruc.
Sigo por una pista perfectamente delimitada rodeada de árboles. El gps. con el track, marcando a la perfección.
He descendido hacia el fondo de un barranco y me encuentro junto al "torrent de Roques Blanques", bastante seco por cierto.
La temperatura sube a medida que la mañana va avanzando. Tengo que ir aligerando ropa continuamente mientras sigo por un camino seco y polvoriento.
La temperatura debe haber subido cercana a los 18ºC.
Grandes extensiones boscosas se extienden en el horizonte deleitando la vista de quien esto escribe.
El track bifurca hacia otro camino para visitar en lo alto de una loma otra masía en estado de lamentable abandono. Se trata de Can Matas.
Can Matas. |
La vegetación de zarzas y hiedras, lo ha invadido todo. Es prácticamente imposible penetrar en su interior.
Cerca de la casa, hago una pequeña pausa. Aprovecho para comer unos frutos secos a base de almendras y nueces.
Después, a medida que voy acercándome a la autovía, comienzo a escuchar más el rumor del tránsito. Se va terminando la tranquilidad de la mañana.
Ante mí, el colofón final. Una colosal obra de ingeniería de puentes y caminos.
Para salvar un accidentado desnivel entre montañas se ha construido un faraónico puente que salva un gran barranco por el que discurren diariamente miles de coches ignorantes de tamaña obra.
En uno de los pilares, un enorme graffiti, ciertamente artístico, sorprende por su trazado y dimensiones.
El track da la vuelta al gran puente que puedo ir contemplando desde diferentes puntos de vista dando cuenta de su gran magnitud.
Una pequeña subida y ya estoy entrando en la gasolinera del Bruc, punto final de este curioso itinerario.
Gasolinera El Bruc. Autovía A2. |
Ruta breve de 8,57 kms que agradezco a ToniBM y que puede descargarse en:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4687194
Y un comentario final: la ruta transcurre totalmente por amplias pistas de tierra, encontrando a faltar los senderos entre el bosque que tanto nos gustan a los caminantes.
Ruta realizada. |
Espectacular ruta, gracias por compartirla!!!
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