30/4/11

SANT PAU D´ORDAL . RIERA DELS VIDRERS, CAN REVELLA, LA CREUETA, L´ AVENC D´ORDAL, CAN ROS, CAN VIDAL, CAN ROSELL. RUTA DE SENDERISME.

“Una estona abans que el sol il.lumini aquest matí d´abril ja som al punt de sortida d´una ruta que ens portarà a conèixer una colla de raconades de Subirats. Fa un dia força clar. Tot i que el sol encara no ha sortit ja s´endevina la bonanza primaveral de la jornada. Hi ha uns quanta núvols isolats que donen un curiós relleu al cel”.
Con esta introducción, comienza una nueva ruta del libro “”Itineraris de Natura.  Pel Gaià, el Foix i L´Anoia” de Xavier Bayer i Cisco Guash.
De seguir así, voy a pedirles derechos de autor por la gran difusión que estoy haciendo en este, mi blog favorito...
Esta mañana me he levantado pronto, hacia las 6:10. Todo el mundo duerme…
A las 8:15 me encuentro ya al punto de inicio de la ruta, en Sant Pau d´Ordal, un pequeño núcleo de población con fama de “fondes amb molt bona anomenada on ens hi podem quedar a dinar si s´escau”.
La temperatura ronda los 12 grados.
Comienzo junto a la Iglesia románica del siglo XI, y desciendo calle abajo hasta encontrar el primer camino de exuberante frondosidad.
llego a la parte alta de un montículo dónde se divisa la población. Estoy rodeado de viñedos.

Iglesia de Sant Pau d´Ordal. Siglo XI.

Inicio de la ruta.

Sant Pau d´Ordal, al fondo.

Primavera autóctona.

Opciones de rutas.

 Me adentro ya por un frondoso bosque. Plácida ruta de caminante solitario donde los pensamientos fluyen acompasados en esta mañana de sábado. El ambiente es húmedo ya que el día anterior ha llovido bastante. En el camino abundan los enormes charcos cuya agua es alimentada también por el torrente de una riera llamada dels Vidrers.
La Riera dels Vidrers, como vengo refiriendo, ayuda al gozo meditativo. El gran concierto de pájaros a estas primeras horas de la mañana, me sigue sorprendiendo. Los autores citan la mallerenga carbonera, la mallerenga cuallarga, mallerenga emplomallada, garses, tord, gaigs… pero como siempre. solamente escucho…

Por la Riera dels Vidrers.

La ruta plácida...¡como siempre!.

Llega la hora del desayuno… y como tal la ya tradicional “coca amb xocolata”, cumple sobradamente su función.
Aquí, sentado en un tronco de árbol caído en un claro del bosque, resulta una delicia. Mientras voy dando buena cuenta de ella, observo unos caminantes que cerca de allí, pasan por el camino. Se escucha perfectamente su diálogo.


"Coca amb Xocolata", tradición recomendable...

 Sigo la encharcada ruta y voy sorteando el agua por los bordes del camino. El aire es limpio, con olor a hierba mojada...


La ruta encharcada.

...Paso por una torre de alta tensión...

Viñas y mas viñas...

Hacia el Norte..., cerca de Can Revella.

El camino asciende hacia Can Revella, un grupo de casas alrededor de una masía principal que sin duda, cumple las funciones de una gran explotación vinícola.

 
Masía de Can Revella.

Al cabo de un buen rato de ascenso por un pedregoso camino llego a “La Creueta”, la mayor elevación de esta montaña a unos 500 metros.
En este lugar hay un cruce de pistas, y junto a una de ellas, el  famoso “avenc de Subirats o de l´Ordal”.

Entrada a l´avenc de Subirats o de l´Ordal.

Interior de l´avenc. Como en la prehistória...

La profundidad es de unos doce metros con una longitud de treinta metros. La anchura es de quince metros.
Rezuma humedad debido a las lluvias caídas en los últimos días. Está formado en terreno cárstico.

Concreciones cársticas del avenc de l´Ordal.

Abandono la interesante gruta y voy descendiendo de nuevo por la ruta tranquilamente, respirando el aire limpio de este soleado mediodía.
 

Primavera floreada, hacia can Ros.

Me cruzo con algunos senderistas… y pronto, a lo lejos se ve Sant Sadurní d´ Anoia. Hay una extensa vista de la Depresión Prelitoral.
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Sant Sadurní d´Anoia, al fondo.

 Después, llego a Can Ros, una enorme masía deshabitada. Parece que se conserva bien pero ya hay algunas partes que se están derrumbando. Doy una vuelta a la construcción y observo detalles arquitectónicos de interés.


Masía de Can Ros.

Detalle de la ventana. Can Ros.

Portalón de entrada a Can Ros.

La prensa abandonada...

Interior de la masia. Can Ros.



La primavera, en todo su esplendor llena los campos de flores multicolores. Allá a unos cincuenta metros, unos cañizares alertan de la presencia de agua, y allí me dirijo…


Campos primaverales. ¿Qué será esto...?

Una charca de agua negruzca desafía la alta temperatura primaveral dando cobijo a multitud de ranas. Como dicen los autores de la ruta, ... “sentim raucar algunes granotes…”.


Charca  cerca de Can Ros..."el raucar d´algunes granotes..."

L´Anoia y el Castell de Subirats...

Hacia Can Vidal...también plácida ruta...

 Sigo descendiendo plácidamente y llego a otra masía interesante…Can Vidal. Me acerco y veo gente retozando en una piscina junto a la masía. Una pareja con maletas, ha llegado también aquí  y sin duda  se dispone a pasar el fin de semana. Debe tratarse de un alojamiento rural, ya que todo tiene muy buen aspecto. Investigaré…


Masía de Can Vidal.

Los almendros florecientes...

Llego a una abandonada “bóbila” que se encuentra junto al camino. Al ser un terreno muy arcilloso, el agua de la zona a permanecido encharcada formando “bases” que son aprovechadas por multitud de anfibios y aves.


Bóbila de Can Rosell y "casa de barrets" o club, abandonado...

De aquí me dirijo a Can Rosell, otro pequeño grupo de casas, todo rodeado de viñedos.
Cruzo junto a un pintoresco pozo, entre campos…


Pou envoltat de ceps d´una vinya.

Sigue la ruta por este camino de viñedos y lentamente se va internando en una zona más boscosa. Llego a una masía, Can Gori, enfilo por un camino rodeado de robles.


Roure prop de Can Gori.

Voy ascendiendo tranquilamente y al llegar a no se donde, hago gala de un despiste fenomenal y me desvio hacia otro lugar que no conozco…
Veo al lado de un caminejo un coche parado. Si hay alguien le preguntaré la dirección de Sant Pau d´Ordal…y sí, ...veo una persona estirada en el suelo junto a la sombra del vehículo. Me acerco y con un saludo despierto sorprendido a un hombre que está echando una “siestecilla”. Tiene narices… ¡se trata de un morito!… un moro durmiente… increíble… ¡hasta en la sopa!. Cómo es de esperar, poco sabe de la ruta. Me dice que es de Tarragona y me indica dudosamente el camino, pero yo sigo por otro lado y doy una vuelta enorme que me supone  aproximadamente unos 4 kilómetros de más. Voy descendiendo hasta una población que observo allá a lo lejos, incluso campo a través… entre viñas y barro.
Finalmente llego a la población que resultará ser las casas de Lavern.

 Son cerca de las tres de la tarde. Encuentro un a persona que me indica la dirección a seguir hasta Sant Pau d´Ordal. Voy por una carretera comarcal… y me encuentro con la última sorpresa del día…
Un árbol con una cruz entre sus ramas y una placa con un texto escrito…no tiene desperdicio.


El árbol milagroso o de la fe...

Leyenda en el árbol...

Hacia las tres y cuarto de la tarde llego a mi destino, dando por concluida esta interesante ruta. 
Han sido unos 19 o 20 kilómetros de ruta. Me ha gustado  lástima que haya tenido un final no tan redondo como era de esperar debido a este percance. En fin esperemos que a la próxima el despiste no llegue a tanto.
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Ruta seguida. En morado, ruta del despiste. Punto azul, el árbol milagroso.


19/3/11

LA SERRA DE QUERALT I LA VALL DE SANT MAGÍ. PONTILS, OBAGA DE RIUDEBOIX, BELLPRAT, CASTELL DE QUERALT, SANT MAGÍ DE LA BRUFAGANYA, VILAPERDIUS. RUTA DE SENDERISME.

Son las 6 de la mañana. Todo está preparado para realizar una nueva ruta de senderismo.
En esta ocasión mi guía será el libro, ya comentado en alguna ocasión del autor Ignasi Planas de Martí.
La ruta es como una continuación de la anterior, realizada en el mes de febrero, de Pontils a Riudeboix, pero en esta ocasión mucho más extensa…
Está amaneciendo desde mi balcón, una instantánea...


Amanece que no es poco. Desde mi balcón. Ciudad...

Hacia las nueve menos cuarto me encuentro ya en Pontils. La temperatura es de 7º y mientras me preparo para comenzar, observo en el mismo tejado de la iglesia, diferentes pájaros, mientras una gran variedad vuelan por todas partes. Las mañanas están bien ocupadas.
A las 9h comienzo la ruta por una parte del GR. 


Comienzo de la ruta.

El primer sembrado hacia la primavera.


En el lejano horizonte la silueta del Castell de Queralt.

Llego al poco ante le río Gaià que debo cruzar. Las intensas lluvias de los últimos días han hecho crecer mucho el caudal. No puedo cruzarlo…


El riu Gaià.

Más allá, un gran árbol caído sobre el río me ofrece una improvisada pasarela no excenta de gran cantidad de ramaje que voy apartando con dificultad. El otro lado está copado por multitud de plantas de espinosas.


Cruzando el Gaià por este tronco.

Consigo vencer la barrera, y siguiendo por el camino hacia l´obaga de Riudeboix me encuentro con una gran masía. En la pared de su portalón de entrada todavía permanece un número… el 28 de no sé que calle…La casa está un poco ruinosa y permanece abandonada. Decido explorar…
El abandono es total…pero resulta interesante visitar sus estancias…


Masía en el nº 28 de no se que calle.


La ventana indiscreta...

El triste hogar ya no dará calor a nadie.

El escusado al fondo.


La buhardilla bajo tejado.

Sigo la ruta. Paso por las ruinas de Cal Macià y me detengo de nuevo. Ahora tengo que cruzar nuevamente otro río, el Riudeboix. También baja bastante crecido. No tengo opción, a pesar de la baja temperatura del agua, tengo que quitarme las botas y cruzarlo descalzo.


Cruzando el agua fría del Riudeboix.

Al otro lado la tierra me espera completamente embarrada.


Al otro lado del Riudeboix.

Sigo el camino, ahora sin dilaciones por la frondosa y tranquila obaga de Riudeboix. Espléndida, solitaria, tranquila…la mente descansa y se respira el olor a humedad.
 El Riudeboix es un torrente de agua constante y de curso rectilíneo y de un desnivel poco acentuado. En cinco km. de subida, el desnivel es de cien metros. Hasta Bellprat, la dirección a seguir es NE.


Per l´obaga de Riudeboix.

El camino está plagado de multitud de montículos de arena a modo de protuberancias terrenas. Se trata de hormigueros, a miles, por todas partes...


Hormigueros en la ruta.

La casa de Riudeboix.

Ya se ve la casa de Riudeboix en lo alto de un tosal
Justo antes de llegar a la carretera de la Llacuna a Santa Coloma xde Queralt que lo cruza, decido parar para comerme unos buenos trozos de coca comprados esta misma mañana en la pastissería L ´Espiga, en el barrio de Fátima, al lado de Igualada. Como en la otra excursión...


La tradicional coca amb xocolata

Sigo dirección hacia Bellprat. Al poco me cruzo con el GR que lleva a la cima del Castell de Queralt sin pasar por este pueblo, pero como dice el autor de la guía, es preferible llegar hasta Bellprat y dar más vuelta aunque se tarde más tiempo  porqué “l´antic camí de bast de Bellprat a Queralt, poc frecüentat, és més encisador”.


Hacia el Castell de Queralt.

Pronto aparece “l´horizontalitat harmoniosa de Belprat”, situado encima de un montículo a 652 mt. de altura.
Entro al pueblo solitario, y voy subiendo por empinadas callejuelas silenciosas. No se ve a nadie. Sólo escucho el ruido de mis pasos…hago algunas fotos…


La horizontalitat harmoniosa de Bellprat.

Carrers de Bellprat.

Portalada de una casa de Bellprat.

Esglèsia de Bellprat.

Miro,...observo,... veo,…una casa en venta…creo que voy a llamar al teléfono por curiosidad.


Se vende casa en Bellprat.


La primavera en flor.

Rodeo el cementerio de Bellprat al salir y me dirijo hacia Cal Sanüja, otra gran masía agrícola. Allí me desvío dirección SE. La brújula que llevo conmigo es de una gran ayuda. Cruzo un torrente llamado de Cal Gol.
Continúo el camino…encuentro un primer desvío…lo dejo, y al segundo lo sigo hacia arriba, cruzando varias paradas de sembrados. Cuando acaba, por la izquierda comienza un inicio de sendero “molt poc vistent”. Afortunadamente unas piedras y un enhiesto tronco de árbol colocado estratégicamente por otros senderistas, me advierten del “camí de bast o de ferradura”.


El castell de Queralt más cerca.

El sendero se introduce por el bosque de la Sierra de Queralt. Es muy agradable pero al poco comienza a empinarse más y más. La subida es dura pero voy ascendiendo sin mucha dificultad, por entre las rocas y canales de agua, por el llamado Clot de les Marrades.


Camí de bast, camí de ferradura.

Llego a  la cima y ahora encuentro las señales del GR abandonado antes de Bellprat. Ya estoy a tocar del Castell de Queralt.


Por el GR, el castell de Queralt.

Indicadores un poco oxidados.

Hacía ya muchos años que no visitaba el Castell de Queralt.. La última vez subí con mis dos hijos pequeños. Recordé aquella tarde de verano…creo que entonces el niño tenía unos 4 años y la niña 6…
En lo alto de la fortificación, todo son ruinas, pero permanece como siempre lo que he visto a lo largo de los años.
Allá a lo lejos, Bellprat, Santa Coloma de Queralt… y por el otro lado la iglésia románica de Sant Jaume de Queralt.

Panorámica desde el Castell de Queralt.

Sant Jaume de Queralt.

Ruinas del Castell de Queralt.

Junto a la carretera hacia Santa Coloma de Queralt.

Abandono el lugar por un tortuoso camino que desciende y llega hasta la carretera de Santa Coloma de Queralt. La sigo hacia la izquierda, en dirección al cruce con la de Sant Magí y Pontils.
Enfilo al llegar a este cruce, por un camino dirección Sur. 


Campos sembrados y el Montclar al fondo.

El plácido camino me lleva al cabo de un buen rato hasta la “colladeta dels Apòstols”, paso de entrada a la vall de Sant Magí.


Señalización del "Collet dels Apòstols".

Por el camino se conservan algunos ejemplares decrépitos de robles centenarios.
Recuerdo de mi infancia al visitar este lugar a raíz de una popular romería, que siempre me escondía dentro de su tronco por estar completamente al aire. Me decían que el ermitaño Sant Magí se refugiava dentro…esto me impresionava mucho…el santo vivía en una cueva, situada detrás del santuario.
En la plaza del santuario corretea un niño con una pelota. Hay varias estancias aquí y deben vivir los fines de semana.


Llegando a Sant Magí de la Brufaganya.

Santuario de Sant Magí de la Brufaganya.

Sant Magí.

Roure centenari de Sant Magí.

Más abajo junto a las fuentes, hay varios grupos de personas que han escogido este lugar para pasar un rato y comer un picnic.
Descanso junto a les Fonts de Sant Magí. El agua que mana dicen que es milagrosa…sigo el camino.


Fonts de Sant Magí de la Brufaganya.

Voy hacia la casa de les Fonts y de allí dirección SO, por un espléndido paraje hacia el “collet de L´Angel” a 722 mt.
El camino principal nos va acercando poco a poco, entre bosques y campos de verde sembrado a lugar de Vilaperdius.


Hacia Vilaperdius.

Ruta plácida hacia Vilaperdius.

Llego a Vilaperdius y decido entrar en el pequeño lugar, parece deshabitado. Tampoco esta vez se ve a nadie…


Vilaperdius.

No encuentro la ruta que me lleva a Pontils ya que se trata de un sendero de difícil acceso. Al final voy por otro camino mucho mas amplio que pasa por la llamada “Clotada del Darrere de Vilaperdius”.
Aquí me encuentro con una sorpresa sabida. Una “pedrera” que no parece lo que es desde la carretera. Es bastante grande y seguramente pasa desapercibida por los grupos ecologistas. Allí nadie dice nada a los depredadores de de piedras porque pocas personas conocen la “pedrera”… Y siguen destrozando la montaña… es terrible, es una lástima…


Pedrera infame.

Otro aspecto de la escondida pedrera de Vilaperdius.

Clotada del Darrere de Vilaperdius.

Escucho ruido de cencerros a lo lejos. Al final descubro que se trata de una pequeña explotación ramadera junto a las excavaciones de la cantera.


Extensión ganadera en la clotada de Vilaperdius.
        
Por la pista en constante descenso, llego finalmente a la carretera de Santa Perpetua de Gaià a Pontils. La sigo hacia la derecha y llego finalmente a Pontils punto final de la larga ruta.


Carretera hacia Pontils. Final de ruta.
            
Estoy convencido que este recorrido entusiasmaría al sr. Pep Ulldemolins con su btt. Des de aquí le animo a realizarla… pero en sentido inverso. Espero que lo publique pronto en su blog rutero: “Le petit Roc”.
Miro el reloj… son las 17:30 de la tarde… he caminado desde las 9 de la mañana… y casi no he parado.
Han transcurrido ocho horas y media… ¡impresionante¡, y podría seguir…
Me ha encantado esta ruta y he vivido con intensidad cada momento del camino. Mientras, sigo pensando en los lugares que he ido descubriendo en esta excursión. Son vivencias con recuerdos de la lejana infancia.
¡Ahí queda eso!.

                 
Ruta seguida por este caminante.