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ITZAES. MICHEL PEISSEL, "EL MUNDO PERDIDO DE LOS MAYAS" Exploraciones y aventuras en QUINTANA ROO. De Puerto Juárez a Belice. MÉRIDA. ISLA MUJERES. COZUMEL. PUHA. AK. AKUMAL. TULUM. CHAMAX. XACALAK.

En octubre de 1990 realicé un viaje a Quintana Roo, un territorio de Méjico ubicado en la península del Yucatán.
La visita incluía también la estancia en el centro turístico de Cancún, las ciudades mayas de Chichén Itzá, Palenque, y la capital de la provincia, Mérida.
De este recorrido surgió este misterio titulado... ITZAES.


ITZAES from OCHO Y MEDIO PRODUCCIONES on Vimeo.


Lo cierto es que 32 años antes había explorado la zona un jovencísimo Michel Peissel (Ver otra entrada del blog "Michel Peissel, explorador de los reinos del Himalaya" ).
De su azaroso recorrido surgió un libro " El mundo perdido de los mayas", libro que recomendamos fervientemente al interesado que desee indagar en un territorio casi inexplorado, antes de la llegada de las hordas turísticas que cambiaron para siempre el panorama de estas tierras.


Exploraciones y aventuras en Quintana Roo.

Michel Peissel parte de la ciudad de Tepoztlán hacia Mérida y Chichén Itzá. De allí a Leona Vicario. Este lugar era el punto de concentración de chicleros mas importante del Yucatán. Era cobijo de los peores asesinos, camorristas y forajidos y escondite de todos los criminales de Méjico.

Chiclero.

En la época prehispánica, al chicle se le conocía como "tziclti" en náhuatl y los mayas lo llamaban "sicté". Lo extraían del "yaa" o chicozapote, un árbol resistente y generoso del cual obtenían savia, resina y madera. Para obtener la savia, hacían incisiones en la corteza del árbol en líneas descendientes en zigzag, para que escurriera, y la recogían en jícaras que sujetaban del tronco. Lo extraían en pequeñas cantidades y lo usaban principalmente para masticar, limpiar la dentadura y para salivar y mitigar la sed. La resina del árbol les servía para hacer velas que utilizaban en las ofrendas para sus deidades, o para alumbrar sus casas, y la madera se usaba para la construcción. 
 
Chicle "Chitza"

Desde Leona Vicario llegaría a Puerto Juárez, pequeño enclave situado a pocas millas de Isla Mujeres. Esta isla tiene unos 5 km. de largo y en aquel tiempo contava como única vegetación con unos pocos cocoteros.
Un pequeño barquichuelo le llevó a  la isla de Cozumel, con un pequeño pueblo, San Miguel.
Allí conoce a un francés, un tal Chamberlain que vive en la isla donde abrió un restaurante y una "boite". Peissel dice:
"Había de guardar yo larga memoria de mi encuentro con Ilya Chamberlain, pues pronto iba a ser aquel mi último recuerdo de la civilización. Sus martinis me empujaron a la aventura; pero no a la que yo había elegido, sino a otra, impuesta por las circunstancias y los acontecimientos".
Como podemos observar Peissel no pierde el tiempo.


Ruta seguida por el autor.

Al cabo de unos días, a bordo de un pequeño velero, la Lydia, consigue llegar a una costa donde había una plantación de cocoteros, término quizá exagerado para designar lo que los yucatecos llaman un cocal.


Cocal.

Por todo habitáculo, un par de chozas sobre la arena de la playa acurrucadas entre las primorosas palmeras.
Este cocal se llamaba Puha que en maya quiere decir "agua mala".
Los cocales suelen ser pequeños universos autónomos habitados por una sola familia. En aquel caso su anfitrión era el señor Mesos, su mujer y seis hijos de tres a dieciocho años.

El señor Mesos ante su cabaña de Puha, disponiéndose a salir de caza.

Los hijos mas pequeños del matrimonio vivían una vida que debe ser el sueño de todo niño: pasaban el día desnudos, correteando por allí, pescando y nadando al borde del mar. Los niños no habían salido nunca de allí y nada sabían de la civilización.
Vivían por tanto de una forma muy sencilla, de la recolección de los cocos, de la caza y la pesca. Una familia completamente aislada, viviendo de sus propios recursos, no ha existido jamás en ninguna comunidad social. En torno a la familia, los Mesos habían concentrado todo su mundo, lejos de toda sociedad.


El paraíso olvidado..


También cazaban tortugas que iban por la noche a desovar en la arena. Comían su carne y los huevos de sus ovarios. En total lograban sacarle mas de cien huevos.
Peissel al principio se resiste a comer estos "manjares" pero al final la necesidad aprieta y decide comer los huevos de tortuga.
Pero sigue explorando los alrededores de estos lugares encontrando pequeños templos y ruinas mayas invadidas por la selvática vegetación.

 
Peissel en un oratorio maya de Puerto Chile.


De Puha parte caminando hacia otro cocal llamado AK. Y nos echaríamos a temblar de las condiciones que Peissel emprendía la ruta andando por el borde de la costa y muchas otras veces internándose en la jungla de manglares repleta de mosquitos y garrapatas, llevando a su espalda un saco con unas pocas provisiones de tortas de maíz, sin apenas agua y calzado con unas miserables sandalias que se van rompiendo a cada paso.


Sendero en la selva de Quintana Roo.



En el cocal de Ak encuentra a Miguel, un chiclero. Le enseña otras ruinas mayas situadas a unos tres km. de la costa.
Y de allí continua hacia el sur, algunas veces ayudado por algun extraño personaje que se encuentra en los cocales y que le sirve de guía. 





Otras veces se interna completamente solo, por una tierra virgen, indómita y cenagosa, cruzando bahías, ensenadas, lagunas, selvas, pantanos de mangle, y desoladas playas a lo largo de la probablemente más salvaje costa de América Central, costa que unos quinientos años atrás fue escenario de florecientes ciudades y puertos de la antigua civilización maya.


Costa de Quintana Roo.

Y va hallando mas ruinas y templos desconocidos.
Llega a las ruinas de Tulum, rodeada por una muralla  como  otras ciudades mayas, siendo una fortaleza prácticamente inexpugnable.


Ruinas de Tulum.

Viajando hacia el interior de la selva llega hasta el poblado de Tulum. El poblado aparece casi desértico ya que los hombres están trabajando en la recolección de la milpa o maíz.
En este poblado conocerá a Pablo Canche que le enseñará las costumbres y la sencilla de sus habitantes, sus creencias religiosas, sus orígenes y su historia, la de los indios sublevados de Chan Santa Cruz.


Pablo Canche. Poblado de Tulum.

Se ha denominado también Guerra de Castas al movimiento social que los nativos mayas del sur y oriente de Yucatán iniciaron en el mes de julio de 1847 contra la población de blancos (criollos y mestizos), que se encontraba establecida en la porción occidental de la Península de Yucatán. La guerra, que costó cerca de un cuarto de millón de vidas humanas, terminó oficialmente en 1901 con la ocupación de la capital maya de Chan Santa Cruz por parte de las tropas del ejército federal mejicano.


Familia de Tulum.

De Tulum llega a Chunyaxche lo que en maya significa "el tronco del árbol ceibo". Allí descubre muchas ruinas. Eran  ruinas que estaban a mucha distancia de la costa.
Chunyaxche fue una ciudad de la época mayapán que se desarrolló entre los siglos XIII y XIV Tres años mas tarde Peissel volvería a este lugar y hallaría entre la espesa vegetación selvática una gran ciudadela compuesta por numerosos edificios, pasajes secretos y templos ignorados...


Peissel y el guía Coba-Cama en Chunyaxche.

El viaje sigue hacia Chamax. En este lugar Peissel salva su pellejo milagrosamente ya que tres contrabandistas están a punto de terminar con su vida. Su escondite resulta un lugar idóneo para que estos personajes no puedan hallarle.


Pirámide de Chamax y los tres contrabandistas.





El periplo aventurero parece no tener fin, y los lugares se van sucediendo uno tras otro descubriendo en cada recodo un enigma, una aventura, una sorpresa.


La gran costa de Quintana Roo.

Explora, sufre, pasa hambre y mucha, muchísima sed llegando casi a la deshidratación. Pero va recorriendo kilómetro tras kilómetro por la costa de Quintana Roo.


Punta Allen.

Y consigue llegar a Río Indio, a Xacalak y a Belice, punto final de este apasionante viaje de exploración. Ha conseguido el objetivo solo, con la ayuda de unos pocos que que encuentra en el camino. 
El gran mérito ha traído consigo también el descubrimiento de muchas ruinas que hasta ahora permanecían ignoradas.




Las primeras incursiones por mar a la costa de Quintana Roo las realizó John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood en 1842 que llevó al descubrimiento de Tulum.
Este último nos dejó estupendos grabados de los descubrimientos realizados.


Palacio del Gobernador de Uxmal (F. Catherwood).

Quintana Roo había atraido y fascinado también a otros exploradores y aventureros. Luego llegarían Morley y Samuel Lothrop, y también Charles Lindberg que efectuó en 1929 un reconocimiento aéreo de la costa, lo que le permitió tomar fotografías de muchos parajes desconocidos.
Pero a mí me ha apasionado esta ruta de Michel Peissel que sirve que expongo aquí de evocación y homenaje a este gran explorador.


Arco de Labná. (F. Catherwood).

Los mayas debieron de ser los mas grandes de los antiguos habitantes de la América Central. Dejaron innumerables templos y palacios por todo el territorio que perteneció a sus dominios. Sus principales ciudades fueron Palenke, Tikal, Uxmal, Copán y Chichén Itzá, extraños lugares cuyas pirámides, torres y palacios se yerguen todavía hoy como testimonio silencioso de la gran civilización maya.


El Castillo de Tulum. (F. Catherwood)

Así termina una de las historias más largas que ha conocido la humanidad, la historia de los mayas que durante tres mil setecientos años reinaron como dueños y señores de las junglas del Yucatán.

"Y vendrá el día en que sólo quedará el "chachalaka" para invocar a los dioses del Este, del Norte, del Oeste y del Sur, que protegen las grandes lagunas barridas por el viento, las selvas infinitas y las playas quemadas por el sol, de Quintana Roo".

                                                                        Michel Peissel.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por su visita y comentario. Ciertamente el libro es una aventura que deleita de principio a fin. El autor escribe una segunda parte en "Las puertas del oro". Muy interesante para ver los cambios que se producen en la zona explorada.
    Saludos.

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