19/3/16

De MONTSERRAT A SANT JOAN (Funicular Estació Superior). ERMITA DE SANTA ANNA. ERMITA DE SANT MIQUEL Ruta de Senderismo.

Llegamos al Monestir de Montserrat cuando es cercana la hora de las 9 de la mañana. Llovizna ligeramente al tiempo que una neblina cubre las rocosas montañas que rodean el privilegiado lugar. Nos preparamos convenientemente para protegernos de esa lluvia liviana pero insistente que va calando sin apenas percibirse.
Desde esta gran atalaya puede verse una extensa panorámica de tinte blanquecinos que encumbran los sentidos de quien la contempla.




El mal tiempo nos hace plantear por unos momentos si realizamos la ruta o la dejamos para otra ocasión. 
El itinerario comienza justo al lado del "funicular de Sant Joan", que salvando un gran desnivel en pocos minutos, nos situaría en la llamada "estació superior", lugar donde comenzaría verdaderamente nuestra ruta.
Nosotros deseamos cubrir estos 300 mts. de desnivel subiendo por un camino con tramos de escaleras y sendero que se encuentra a la derecha de este funicular. Y allá vamos, desafiando la intemperie y la pertinaz lluvia que suave pero insistente sigue cayendo.






Pocas vistas podemos ver a lo lejos ya que la niebla va cubriendo las montañas de nuestro alrededor. Por lo demás, silencio, solo el ruido de las gotas de lluvia sobre las capuchas que nos cubren la testa.






Algún tramo entre grandes formaciones rocosas resulta muy espectacular. El desnivel que vamos salvando es realmente pronunciado.







Se acaba el tramo de escaleras. Ahora se sigue por un sendero entre el bosque. Pasamos al lado de la ermita de santa Anna, (una hoquedad de la roca). Un poco mas abajo, se precipitan las aguas por entre las formaciones rocosas de la montaña. 








Resulta realmente agradable caminar por el sendero entre la húmeda vegetación, escuchando el rumor suave de la llovizna que acaricia las hojas de los árboles.
El suelo cubierto de hojas y el olor característico de tierra mojada rezuma por todas partes.







Al fin, llegamos a la estación superior del funicular de Sant Joan. Para resguarnecernos de la lluvia entramos en una de las salas habilitada como exposición donde se documenta el espacio natural de la serra de Montserrat.
Y aprovechamos el lugar y la hora para desayunar convenientemente.











Doy una vuelta por el lugar donde puede verse la ingeniosa maquinaria que mediante un potente cable de acero, pone en movimiento el funicular.





En el exterior sigue la lluvia persistente, y ahora una espesa niebla ha caído plomiza sobre el ambiente cubriéndolo todo. Definitivamente dejamos para otra ocasión realizar un itinerario por este lugar que nos llevaría hasta la cima de Sant Jeroni, a 1270 mts. verdadera atalaya de la montaña.





Desde el funicular de Sant Joan, seguiremos un camino que muy a nuestro pesar se encuentra cimentado y que rodeando la montaña por la otra vertiente nos va a llevar de nuevo al monestir.







El camino pasa al lado de la ermita de Sant Miquel, que asoma entre la niebla.






Entre las rejas que cierran la puerta de entrada se vislumbra un sobrio interior con pintura alada de Sant Miquel Arcangel.







He ahí una acuarela que ha realizado con rapidez inusitada nuestro acompañante, y que muestra el acertado siluetado que caracteriza la serra de Montserrat.
Hacía ya demasiado tiempo que no podíamos disfrutar en estas rutas de las artísticas pinturas que muy bien sabe improvisar.







A poca distancia de la ermita, y descendiendo por un sendero se llega al mirador de Sant Joan, otra gran atalaya donde se puede divisar otra dilatada panorámica. Pero cierto es que hoy nada puede verse más allá de pocos metros de donde nos encontramos.





Esta es la vista que nos depara el mirador de Sant Joan.





Extasiada y solitaria contemplación mental es la que tuve mientras iba remontando el camino al tiempo que la lluvia seguía cayendo lentamente sobre mí.




De nuevo en el camino de bajada hacia el monasterio, nos vemos envueltos por la cerrada niebla que da al paisaje un aspecto fantasmagórico.
A pesar de todo, el ambiente es realmente impresionante. Podemos disfrutar en todos los sentidos de una curiosa sensación que evade la mente contemplativa a medida que vamos caminando.







A un giro del camino y cerca de nuestro destino, comienza a escucharse un rumor lejano que lentamente se transforma en bullicio. 





A pesar de la lluvia y del mal tiempo, mucha gente se ha acercado al santuario. El lugar es un bullir de gentes de diferentes nacionalidades que atraídas por el lugar lo visitan continuamente.




Avanzado ya el mediodía, decidimos visitar el santuario y podemos asistir un breve tiempo a los cantos angelicales de la famosa "Escolanía de Montserrat", todo un deleite para los oídos extasiados de la multitud que llena el sacro recinto.






Mientras, en el exterior persiste la lluvia y la niebla, y todo nos envuelve misteriosamente invitando a volver en otra ocasión para dejarnos ver lo que esta mañana, la montaña nos ha ocultado.




Ruta de 5,47 kms. cuyo enlace dejo aquí:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12627155


Ruta realizada.

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