El otoño va agonizando y es el momento de realizar un recorrido matinal, tranquilo y contemplativo por un paraje de interés natural convertido en parte en aeródromo.
Nos encontramos en el Parque Natural del río Llobregat, situado en el margen derecho de su tramo final. Tiene una extensión de unas 145 hectáreas, con una gran diversidad de flora y fauna. Aquí se pueden encontrar los principales paisajes del delta: juncales, prados húmedos, pinares, carrizales, playas y estanques litorales, como el de Cal Tet y el de Ca l'Arana.
En otra ocasión mucho más veraniega, tuvimos también la oportunidad de recorrer estos espacios deltaicos:
Este espacio natural es muy importante para la fauna, en especial para las aves acuáticas, por el hecho de estar justo en medio de la ruta migratoria de las aves del norte de Europa hacia África.
Por un pequeño bosquecillo de pinos se llega al estany de Cal Tet. Aquí entramos en una pequeña construcción de madera donde podemos contemplar con respeto y silencio la fauna que plácida y ajena a nuestra observancia, se mueve entre las aguas y los cañizos.
Aconsejamos la visita con unos imprescindibles prismáticos.
El desayuno forma parte también de la tranquila ruta matinal.
El Delta del Llobregat acoge una variedad de fauna muy importante, especialmente de aves, tanto migratorias como nidificantes. Destacan las abundantes poblaciones de cames llargues, corriols camanegres, corriols petits y cabussets. También se encuentran aves invernantes, en especial las anátidas de diferentes especies, así como el bitó, la baldriga balear y el águila pescadora, tres especies en peligro de extinción. Hay una población autóctona destacada la tortuga de ríachuelo y el fartet, un pez endémico. Entre los mamíferos, sobresalen los murciélagos.
Encontramos un curioso Hotel de Insectos. Aquí una variedad de solicitantes encuentran entre la amalgama de habitaciones lugar para establecerse una buena temporada.
Pasando luego por el famoso Mirador de los Aviones, entramos en el espacio acotado del Estany de La Ricarda, y de allí a las extensas playas del Prat.
El sol de finales de otoño irradia una templanza ciertamente agradable, mientras las suaves olas se desvanecen en la fina arena de la playa.
Aquí dejo el enlace de la ruta de 13,44 kms. de recorrido.
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| Ruta realizada. |
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