El pequeño camino me va alejando de la población. El sendero va ascendiendo bajo un impecable sol matinal, que augüra una calurosa jornada de junio.
Como digo, dejo atrás la población de Ódena en la comarca de l´Anoia, Barcelona. Allá queda, detrás de la arboleda, agazapada y asomando el pequeño campanario de la iglesia.
El camino pasa al lado de un conjunto de tiendas de campaña que se encuentran rodeando la explanada de un campo.
Al fondo otro de los denominados "100 cims", el Puig Aguilera, hacia el cual me lleva la ruta después de un rodeo por caminos solitarios.
Paso junto al Raval d´Aguilera, conjunto tranquilo de casas donde imagino debe vivirse con esmerado sosiego rural.
Los trigales, junto al camino, se encuentran muy crecidos, comenzando a cambiar su color, a la espera de la cada vez más cercana época de siega.
Siguiendo el camino, rodeo un pequeño bosque silencioso y solitario...
El camino gira completamente a la derecha y desciende hasta encontrar una riera junto a la que crece una espesa vegetación.
Cerca de aquí, una construcción de piedra seca, entre el abandono del tiempo.
Sigo en completa soledad por un camino que se va alejando de la riera y que va subiendo dejando a un lado la llamada "feixa del llop" oséase, el "bancal del lobo".
Enfilo ahora en dirección al punto álgido de la ruta, el "Puig d´Anguera", uno de los llamados "100 cims" de Cataluña.
Pequeñas ondulaciones de terreno confieren al horizonte un espléndido panorama resaltado por los verdes campos de cereal.
De repente llega la sorpresa. Alguien ha plasmado un sorprendente graffiti en el muro de un cobertizo junto al camino. La frase lapidaria es toda una declaración filosófica en medio de la naturaleza.
"Tu Pecado te alcanzará". Gran frase para un momento en comunión con tu propia soledad. Permaneced al acecho para que las posibles infracciones del alma, no nos alcancen jamás.
Pero a mayor tranquilidad, mejor no pecar...
Poco después lo que si alcanzo es una pequeña cantera, afortunadamente abandonada bajo un sol de justicia.
Llega el momento del desayuno cuando son ya cerca de las once de la mañana. Resulta reconfortante la fresca cerveza junto al bocadillo de atún, las aceitunas y la fruta para postre.
Satisfechos los deseos continúo por el llamado camino de "Puig d´Aguilera"
Cerca de aquí, un espléndido mirador, ofrece una impresionante vista de esta comarca, con algunas de las poblaciones más destacadas. Al fondo el núcleo de Igualada.
Poco después siguiendo el camino, encuentro el punto geodésico del "Puig d´Aguilera" de 626 mts de altura.
Un poco más adelante se llega al borde de la montaña, con un enorme precipicio del que hay que separarse para evitar un final inesperado.
Desde aquí una visión espectacular, con la autovía A2 en primer término y el rumor del tránsito que llega desde el fondo.
Abandono el lugar y desciendo por un empinadísimo sendero que serpentea por la ladera de la montaña.
Hay que ir con mucho tiento para no resbalar... y mientras iba lo iba haciendo y estaba pensando esto, resbalé. Por fortuna pude girarme en el momento preciso y caer de lado, sin haber doblado las rodillas hacia atrás, que es lo más peligroso.
Ya al final del descenso, encuentro otro sendero que sigo, a pleno sol y en completa soledad...
Bajo por otro abrupto sendero que me llevará hasta un campo de trigo...
... que voy rodeando por el borde para no pisar las espigas...
... y salir de el entre una espesa maraña de seca vegetación.
Sigo por evidente camino. Al fondo la silueta inconfundible del "Puig d´Aguilera". Hace poco más de 30 minutos, me encontraba en su cima, justo en el flanco derecho, sobre las rocas que asoman sobre el precipicio.
Paso cercano a extensos viñedos que se pierden en la lejanía. Son los campos de Can Macià.
Más adelante y justo antes de un puente, se llega a la "font de Can Macià. Un enclave idóneo para hacer una parada a la sombra del lugar.
Unos minutos de reflexión mientras el agua fresca de la fuente mana dulcemente con ese sonido tan peculiar que, ahora mismo prestando atención a mi interior, a buen seguro puedo escuchar.
Desde un puente, puede observarse una pequeña extensión de agua con aislados cañizares que crecen entre sus turbias y cenagosas aguas. Es el pantano de Can Macià.
El camino transcurre junto al recinto de dos edificios. Sen trata de la casa solariega de bodega Fermí Bohigas que elabora vinos y cavas.
El lugar de Can Macià, es apreciado por la belleza de sus edificaciones. Alrededor de la casa se levantan los diferentes espacios, así como una capilla, que fue construida en 1922 en devoción a la Mare de Déu de la Mercé.
Sigo viendo el Puig d´Agilera con Montserrat al fondo asomando levemente...
Por un venturoso camino llego finalmente a Ódena punto final de este itinerario de gran belleza paisajística como todos los que por fortuna, tengo la suerte de realizar.
Epílogo:
Han sido 12,44 kms. de recorrido con un suave desnivel de 350 mts.
Puede descargarse la ruta en este enlace:
Y si todo va bien, seguiré por estos caminos de Dios en busca de nuevas aventurillas...
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