Nos encontramos en Premiá de Dalt, un municipio de la comarca del Maresme, situado a unos 20 kilómetros de Barcelona. Limita con los municipios de Teiá al oeste, San Ginés de Vilasar al este y Premiá de Mar al sur.
Comenzamos un tranquilo recorrido por la Serralada litoral que nos va a llevar por la zona boscosa que se extiende sobre este conjunto de poblaciones.
Vamos subiendo hacia lo alto de la población por tranquilas y empinadas calles que nos alejan lentamente del núcleo urbano.
A poca distancia encontramos el lugar denominado "La cadira del Bisbe". Se trata de un poblado ibérico que configura el primer antecedente histórico de lo que hoy es Premiá de Dalt. Es de finales del siglo V a. C. y fue fundado por los layetanos.
Aconsejamos la visita al lugar, aunque hoy nosotros la hemos desestimado.
Hemos llegado a un punto donde se puede observar una dilatada vista a pesar de la bruma que raya en el horizonte.
Llegamos a un cruce de caminos. Vamos en dirección Sant Mateu. Mas tarde pasaremos de nuevo por este lugar y seguiremos hacia la Creu de can Boquet.
La hora del desayuno no se hace esperar demasiado, así que al amparo del bosque y entre los muros de un antiguo asentamiento humano, desplegamos el avituallamiento.
Una vez concluido el desayuno, seguimos por el amplio camino y llegamos a un lugar cuyo recuerdo nos es familiar. Y lo es ya que en una anterior ocasión pasamos por aquí en otra memorable jornada de sábado. El mas de Can Riera que se ve al fondo, nos lo ha recordado.
AQUÍ dejo el enlace de esta anterior ruta.
Las setas, algunas comestibles y otras no, esporan en el suelo boscoso que cruza el camino por el que vamos avanzando.
Gran parecido con los lejanos "manglares" son estos troncos arbustivos que nos encontramos en un tramo de la ruta.
Las otoñales viñas con sus colores ocres destacan en el paisaje nublado, melancólico y lejano, mientras el tiempo transcurre monótono, silencioso e inexorable.
De repente hay movimiento junto a un cruce de caminos. Una hípica cercana, bicicletas y senderistas, todos confluyen en este lugar.
Ahora vamos descendiendo por un camino de suelo muy arenoso que propicia fáciles resbalones. Hay que ir con mucho cuidado ya que al primer descuido te encuentras en el suelo. Nosotros lo hemos experimentado en varias ocasiones, por lo que hay que extremar la precaución.
Entramos en las primeras casa de Vilasar de Dalt.
Llama la atención esta planta "parásita" cuyas raíces son de dificilísima eliminación. Se trata de la Araujia Sericifera llamada también "Miraguano". Esta planta es nativa de América del Sur. Se la considera una mala hierba nociva en muchos ámbitos fuera de su zona de distribución natural.
El trayecto discurre ahora por una zona de urbanizaciones que resultan poco agradables para el senderista mas acostumbrado a los caminos naturales.
Pasamos al lado de una edificación que nos llama la poderosamente la atención.
Es el Santuario Nuestra Señora de la Cisa que se ubica en el municipio de Premiá de Dalt, muy cerca del mar. Es del siglo XVI y se construyó sobre unos restos romanos. Sufrió un pavoroso incendio durante la Guerra de Secesión por las tropas de Felipe V (1713), y se reconstruyó en estilo barroco en el siglo XVIII.
La puerta es rectangular, moldurada, y encima se encuentra una hornacina con una imagen de la Virgen. Los esgrafiados son de 1925. El edificio volvió a resultar muy deteriorado en 1936 y por fortuna pudo ser restaurado posteriormente.
Por unas calles con regusto a cierto tipismo mediterraneo y que conservan todavía la esencia de la pequeña población, nos vamos acercando a nuestro destino final.
En definitiva, ruta sencilla de 11,19 kms. y 407 mts de desnivel, y poco más para contar...
Aquí dejo el enlace de wikiloc para e que desee descargarla:
Ruta realizada. |
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