1/4/22

POR TIERRAS DE SORIA. Ruta Turística.

Nos desplazamos a Soria, provincia quizá un tanto olvidada, pero que sin duda tiene un particular encanto que hay que conocer. 

DÍA 1. MOLINOS DE DUERO. VINUESA

Después de cruzar la zona de "Los Monegros" y Zargoza, poco a poco nos vamos introduciendo en tierras sorianas. Aquí destacan las grandes extensiones de pinares que nos acompañarán durante los próximos 3 días.
El destino es la pequeña población de Molinos de Duero, donde pernoctaremos. A partir de aquí, realizaremos las excursiones planificadas.
Situado a 38 kilómetros de la capital soriana, Molinos de Duero, se halla en un marco natural incomparable: a los pies de los Picos de Urbión,  a orillas del Duero y del embalse de la Cuerda del Pozo.






Uno de los edificios más emblemáticos es la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours, patrono de la población. Junto con la de Montenegro de Cameros, son las 2 únicas iglesias góticas sorianas con planta de cruz griega.








Molinos de Duero fué centro destacado de la Real Cabaña de Carretería. En 1753 tenía una cabaña de 2.617 bueyes que tiraban de 872 carretas. La historia nos ha dejado el legado de una villa de casonas del S.XVI y S.XVIII con fachada de sillería de piedra, amplios zaguanes para carga y descarga y chimeneas pinariegas.






Nos trasladamos a la localidad de Vinuesa. Se encuentra en el corazón de la Soria Verde, una comarca que destaca por su gran belleza natural. Sus orígenes se remontan a la época en que los pelendones, un pueblo celtíbero, se asentó en el norte de la provincia, al pie de los Picos de Urbión.






Recorrido por sus calles empedradas hasta llegar a la Plaza Mayor con su Iglesia de Nuestra Señora del Pino de estilo gótico renacentista construida en 1591 por el maestro cantero Juan de Naveda. La planta es en cruz latina y consta de tres naves con bóvedas de crucería.






La calle Luenga es una importante arteria que parte de la Plaza Mayor para adentrarse entre las casonas y palacios que se encuentran en todo el centro de la población.





Los edificios mantienen la típica arquitectura pinariega, como la Casa de los Ramos, el Palacio de Don Pedro de Neyla y los Marqueses de Vilueña.
Este último, conocido también como de los Valtueña, es un edificio sobrio del siglo XVII. La fachada, en la que se abre la puerta principal en un gran arco de medio punto, está conformada por cuatro balcones sobre los que se ubica el escudo de armas.








Recorrido junto al embalse de la "Cuerda del Pozo". Cruzando un largo puente, se pueden encontrar los restos de una calzada y un puente romano, cuando baja el nivel de las aguas.
Aquí comienzan las sendas que llevan a la conocida fuente del Salobral, la Muedra, el mirador de las aves, la ermita de San Mateo, etc.






DÍA 2. MURIEL DE LA FUENTE. LA FUENTONA. CALATAÑAZOR. BURGO DE OSMA. CAÑÓN DE RIO LOBO. ERMITA DE SAN BARTOLOMÉ.

Nos desviamos de la N-234 Soria/Burgos en un cruce junto a la ermita de la Blanca, una sólida e impresionante edificación que sorprende la visitante.





Vamos en dirección a Muriel de la Fuente para ver uno de los espacios naturales de gran interés en esta zona, en plena Sierra de Cabrejas, la Fuentona.
Forma parte de un entorno natural de alto valor ecológico, con la sabina albar como especímen vegetal más destacado. En sus proximidades se encuentra uno de los más extensos y mejor conservados bosques de sabinas del mundo, el sabinar de Calatañazor.
Aparcamos el coche en la zona habilitada, junto a la ermita de la Virgen del Valle, y nos dirijimos por el sendero, dejando el río Abión a la derecha.





El lugar es declarado Monumento Natural en 1998, siendo el lugar de nacimiento del río Abión.








Caminamos observando la cantidad de buitres que nos sobrevuelan y que se posan sobre las rocas. 










Después de un tranquilo recorrido, llegamos a uno de los puntos más destacados de la ruta, la laguna de La Fuentona, donde nace el río Abión. El manantial tiene unos 50 metros de profundidad y está conectado con una inmensa y, en parte, desconocida red subterránea de varios cientos de metros. Se ha intentado conocer más de este entramado pero su dificultad es extrema. El mítico programa de TVE «Al filo de lo imposible» hizo un reportaje.
Los expertos sólo han podido explorar 155 metros de galerías subterráneas, descubriendo una primera galería de 203 metros de longitud y 55 de profundidad, a la que han bautizado como sifón, y una segunda galería que desciende otros 100 metros más hacia el interior de la tierra. Lo que sucede a partir de ahí es todavía una incógnita.






Esta laguna de origen kárstico, emerge del subsuelo y sus aguas, teñidas de intensos verdes y azules y completamente nítidas, permiten apreciar la fauna y flora a poca profundidad.







Retrocedemos un poco para desviarnos por otro sendero indicado que nos llevará en poco tiempo a otro curioso lugar, la cascada de la Fuentona.
En los altos riscos seguimos observando buitres y águilas sobrevolando las rocas con sus enormes alas en busca de presas para llevar a los nidos cercanos.







Llegamos a la cascada que, si bien no supera la exuberante belleza de La Fuentona, sí proporciona un curioso enclave, hoy completamente exhausto por la sequía de los últimos meses.





Regresando al inicio del itinerario, abandonamos el lugar para dirigirnos a otra población que nos viene de paso, Calatañazor.
Este es uno de esos preciosos pueblitos sorianos de calles estrechas y adoquinadas y casa con entramado de madera y soportales, típicos de la arquitectura popular de la Edad Media. Además, ha servido de escenario para algunas películas, como "Campanadas de medianoche", de Orson Welles, o Fuenteovejuna. El lugar invita a recrearse admirándolos sin prisa. 
Pero a esta hora. es imposible llegar hasta el pueblo ya que la horda de visitantes de Semana Santa, hace imposible tan deseado acceso. Por tanto, decidimos seguir adelante.





En medio de un sofocante calor impropio de esta época del año llegamos a otro enclave de interés, Burgo de Osma.
Esta villa fué declarada Conjunto Histórico desde 1993. Hunde sus raíces históricas en la celtíbera y después romanizada ciudad de Uxama Argaela. Por estas tierras discurre la Vía romana que unía Astorga con Zaragoza; otra secundaria permitía la comunicación con la ciudad de Tiermes.






Llegamos a la hora punta de comer. Todo está abarrotado. Imposible tomar nada en ningún lugar ni en ninguna de las diversas tabernas que se encuentran en la calle Mayor, tabernas que, por otra parte...no terminan de convencernos.







Cunde la desesperación y el hambre...






... salimos del centro histórico de la población...






...y más allá de las murallas, junto al río, un gran supermercado nos solucionará el problema de la comida.






Esta antigua y monumental ciudad conserva un interesante recinto fortificado y un importante conjunto de edificaciones entre las que destaca la Catedral de Ntra. Sra. de la Asunción, uno de los conjuntos históricos más relevantes de Castilla y León.








El interior, visitable previo pago de una cierta cantidad, permite observar una espectacular edificación que sorprende en monumentalidad y en detalles arquitectónicos.





Abandonamos la población a pleno sol, y nos dirijímos a otro enclave natural que deseamos visitar con avidez, el llamado "Cañón de Río Lobos".
Accedemos al parque pasando por la población de Ucero, donde nos detenemos en el "café bar el lobo" que se encuentra a la salida de la población para tomar un cortado que resultará ser de los malos, malos...







Desde las inmediaciones de Ucero, se accede a la parte baja del Cañón, donde se encuentran los paisajes más espectaculares y se concentran las zonas más visitadas.





El Cañón del Río Lobos es una magnífica reserva natural con espectaculares paisajes esculpidos a lo largo del tiempo por las aguas de este río. Es conocido sobre todo por sus rutas de senderismo, por la esotérica ermita templaria de San Bartolomé, y por su importante colonia de buitres leonados.











Por lo general los caminos ofrecen poca dificultad, siendo las únicas complicaciones los pasos del río y algún que otro tramo pedregoso o erosionado por las crecidas. Mayormente transitan por terreno llano, siguiendo el curso del río, pero en las sendas circulares se remontan las laderas del cañón con alguna subida bastante empinada.






La estampa de la ermita en un paraje espectacular y rodeada de una naturaleza majestuosa hace fácil comprender la atracción ejerce en el imaginario popular. Se trata de un lugar mágico donde todo se une para crear un enclave de gran belleza. La ermita se encuentra situada sobre un meandro del río Lobos, con sus pozas llenas de nenúfares, ranas y libélulas, y bajo el abrigo de unos altos farallones de piedra anaranjada.
La ermita, de estilo románico, data del siglo XII. Destaca por su colección de canecillos con enigmáticas figuras labradas en la piedra, y su notable rosetón con estrella de cinco puntas, hoy adoptado como logotipo del parque natural.








Entre los nidos de buitres que pueblan estas paredes se abre una gran oquedad en la piedra caliza conocida como Cueva Grande, que alberga en su interior muestras de arte rupestre del Calcolítico o Bronce Medio con rasgos esquemáticos y representaciones de figuras humanas y animales de tonos rojizos, que el profano apenas puede intuir.
Impresionante cueva a la que no dudamos entrar para llegar haste el fondo. Toda una experiencia.










Una vez en el exterior y cerca de la cueva, aprovechamos para una frugal merienda que sabe tan de maravilla, como la lluvia en Sevilla.






Regresamos al punto de partida. Ahora remontamos por una carretera que en pronunciado ascenso ... 






... pasa junto un área de descanso con un mirador donde se pueden contemplar las extraordinarias panorámicas del Cañón.






El cañón de Rio Lobos desde el mirador que se encuentra junto a la carretera SO-920. Resulta un buen lugar para la observación de rapaces, especialmente de buitres que tienen sus nidos entre los altos farallones de las rocas.






El sol en su ocaso, brinda una nueva sensación al observador de la naturaleza.






Regresamos a Molinos de Duero cuando ya ha caído la noche. La pequeña plazoleta, solitaria a estas horas, destila un aire de sobria belleza al amparo de la luna llena.






DÍA 3. LA LAGUNA NEGRA. CASTROVIEJO. CUEVA SERENA. DURUELO DE LA SIERRA. SALDUERO. 


Llegamos al lugar subiendo por una estrecha carretera asfaltada con un autobús que te lleva desde una zona de aparcamiento.
La Laguna Negra de Urbión, es una laguna de origen glacial situada en la sierra de los Picos de Urbión. Forma parte del Parque natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión, declarado en el año 2010.
Esta oscura, fascinante y enigmática laguna, envuelta en leyendas, forma unos de los parajes más bellos de la provincia. De origen glacial, encajada a unos 2.000 metros de altura, entre paredes graníticas y bordeada por infinitos pinares, dan a esta laguna un aspecto enigmático.














Sobre unos grandes bloques de piedra, vamos ascendiendo por una especie de sendero que se dirige hacia una espectacular cascada que podemos ver a lo lejos.
Hay mucha gente que se encuentra en este lugar, y por eso es una ardua tarea ir subiendo.









Abandonamos el lugar, pero ahora, para bajar, prescindiremos del autobús, y lo hacemos por un espectacular sendero que se adentra por un paisaje de montaña de gran belleza paisajística.











Partiendo de Duruelo de la Sierra, una carretera asciende rodeada de pinares hasta llegar a un curioso lugar, "Castroviejo", un entorno impresionante por su belleza y singularidad.







Castroviejo está formado por grandes rocas moldeadas por la acción del viento durante siglos i milenios, constituyendo una naturaleza de formas caprichosas.






Descendiendo entre las grandes rocas hay un mirador, de vista  majestuosa; un mar de pinares, praderas, pueblos, el Pico Frentes, Soria, hasta perderse en la lejanía.










Cerca de Castroviejo, a unos trescientos metros descendiendo por la carretera, se encuentra una senda a la derecha, y siguiéndola un breve trecho  nos encontraremos con la Cueva Serena.






Esta cavidad tiene la particularidad de la cascada de agua que cae indolente frente al frontispicio pétreo.
En invierno esta se hiela y da lugar a un impresionante espectáculo digno de la naturaleza.








Cuesta abandonar el lugar lleno de paz, tranquilidad y energía positiva, pero lo hacemos a nuestro pesar, eso sí, bien ionizados, para dedicarnos ahora al pastoreo de cabras.
Sin saber como, ha aparecido un pequeño rebaño en el entorno de Castroviejo...








De nuevo por la CL-117, regresamos a Molinos de Duero. Nos detenemos en un par de ocasiones para fotografiar un puente medieval sobre el río Duero. 





Mas adelante, en Salduero, se puede cruzar el Duero por una curiosa pasarela de piedras de un margen a otro.


DÍA 4. GARRAY. YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE NUMANCIA.


Nos encontramos de regreso a casa, y nos viene a propósito la visita de aquella histórica ciudadela de Numancia donde se desarrollaron hechos trascendentes y acontecimientos que estudiamos en los libros de texto de la añorada y lejana infancia.






Al entrar, podemos ver unos monumentos conmemorativos. El primero, levantado en 1842 y quedó inconcluso, resaltando sólo su base o pedestal, donde se encastaron cuatro placas de mármol que quedaron sin inscribir.
Pero sobre todo destaca el monumento conmemorativo por excelencia, en honor de los Héroes Numantinos, realizado en 1904 y que hoy forma parte inseparable de la imagen de Numancia. Se trata de un monumento sencillo, con un pedestal cuadrado de piedra que sustenta un obelisco que se eleva al cielo. 





Numancia toma el nombre de una desaparecida población celtíbera situada sobre el Cerro de la Muela, en Garray, a siete kilómetros al norte de la actual Soria. La resistencia de sus habitantes al asedio realizado por las tropas de la República de Roma bajo las órdenes de Publio Cornelio Escipión Emiliano El Africano  en el verano del año 133 a. C., fue impresionante. Puso sitio a la población, levantando un cerco de nueve kilómetros apoyado por torres, fosos, empalizadas, etc. Tras 13 meses de hambruna y enfermedades, agotados sus víveres, los numantinos decidieron poner fin a su situación. Algunos de ellos se entregaron en condición de esclavos, mientras que la gran mayoría decidió optar por el suicidio.





La ciudad fue repoblada, posiblemente con pueblos celtíberos vecinos, y sufrió nuevas destrucciones durante las Guerras Sertorianas. En el siglo III comienza su decadencia definitiva, y generalmente se considera que la ciudad dejó de ser ocupada en el siglo IV d. C., aunque nuevos hallazgos sugieren un asentamiento visigodo en el siglo VI d. C.






Las calles eran empedradas con cantos rodados, las calles se orientaban en dirección este-oeste, excepto dos calles principales en dirección norte-sur. Todas estaban diseñadas de manera que pudiesen cortar el viento norte. 
Cuando llovía, los desagües de las casas vertían el agua y el lodo a la misma calle. La presencia del río Duero implicaba zonas encharcadas en el territorio.






Las casas se agrupaban en manzanas, tenían unos 50 m²,  generalmente tres estancias. En la principal, comían y dormían. Empleaban otro cuarto como despensa y un tercero como vestíbulo y entrada.





Las casas eran construidos principalmente con piedra, aunque había elementos de madera, adobe, barro y paja; la techumbre quedaba constituida por trenzados de centeno. Los numantinos recubrían el suelo con tierra apisonada.





Un elemento interesante era la presencia de corrales rectangulares, anexos a las casas. Era costumbre en los habitantes bañarse en su propia orina, pese a ser cuidadosos y limpios en su manera de vivir. (según fuentes de algunos historiadores romanos).






Relativo a la alimentación, la carne se alternaba con los cereales, frutos secos y legumbres. También había vino con miel y la famosa cerveza llamada caelia, hecha de trigo fermentado.





Una muralla reforzada por varios torreones, con cuatro puertas de entrada y salida, defendía a sus habitantes, que podían llegar hasta un aproximado de 2 mil de ellos, cohabitando al mismo tiempo.
En fin, visita interesantísima a la que contribuyó una entregada guía que nos hizo imaginar a la perfección todos los detalles de la vida en este histórico cerro de Numancia.
Una magnífica página web, ilustra plenamente toda la historia alrededor de la ciudad:

Y con esto se concluye el viaje a tierras de Soria.



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