Magnífica ruta que comienza bajo cero, y para ser más exactos a -5ºC. Este dato nos colma de felicidad. Por fin ha llegado el aire frío siberiano que tanta nostalgia nos produce y que nos lleva al recuerdo de aquella lejana infancia de fríos inviernos al que estábamos tan acostumbrados .
Por suerte, la nieve caída hace tres días va a deleitarnos con un paisaje realmente sorprendente y nos va a permitir disfrutar del itinerario de una manera espectacular.
Hora, temperatura y día... |
Nos encontramos en Castellolí, pequeña población de la comarca de l´Anoia, en la provincia de Barcelona, para comenzar un recorrido parecido a la que realicé en noviembre del 2010 en esta interesante zona. Aquí dejo el enlace:
Y comenzamos adentrándonos por un camino entre la nieve. El frío es intenso, pero los pertrechos que cada uno ha adaptado nos van a proteger perfectamente.
Tres de los cuatro. |
El sol todavía tenue a esas horas de la mañana se alza lentamente entre los árboles.
Vamos avanzando por la senda impoluta de nieve no hollada. El paisaje que nos rodea es realmente espectacular.
Este reencuentro con la fría naturaleza hace que la mente se relaje y que se sublimen los pensamientos interiores. Es un momento de comunión con uno mismo...
La nieve dificulta el avance ya que en algunos tramos desaparece el camino y hay que guiarse solamente con el track descargado en el GPS.
Esta elevación sutil de la propia alma en medio de este paisaje, escuchando el silencio y la monotonía de los pasos sobre la nieve, nos despierta cuando nos acercamos al primero de los objetivos de nuestro itinerario.
Nos desviamos del camino principal para subir por un sendero entre la nevada vegetación que nos va a llevar al "Castell d´Aulí".
El "Castell d´Aulí", es una fortaleza documentada ya en el año 990, ahora en estado ruinoso, pero que aún conserva la fuerza de antaño, con un gran ábside lombardo perteneciente a la iglesia románica de Sant Feliu.
Nos desviamos del camino principal para subir por un sendero entre la nevada vegetación que nos va a llevar al "Castell d´Aulí".
El "Castell d´Aulí", es una fortaleza documentada ya en el año 990, ahora en estado ruinoso, pero que aún conserva la fuerza de antaño, con un gran ábside lombardo perteneciente a la iglesia románica de Sant Feliu.
El lugar, en lo alto de un promontorio, va a resultar estratégico para hacer una pausa.
Desde la cima se puede contemplar un extenso panorama. Allá abajo tenemos la masía de Can Jaume Bruguers.
Can Jaume Bruguers. |
Al fondo destaca la silueta de la Serralada de Montserrat. El paisaje es realmente magnífico, soberbio.
Estamos ya preparados para acometer el esperado desayuno, con tranquilidad, acorde al momento...
El tipismo al que uno se acostumbra, sigue fiel en cada recorrido. Sobran palabras para expresar la suculencia de la coca amb xocolata en este preciso momento y lugar.
Seguimos ruta extasiados por la belleza de los paisajes que nos rodean.
Llegamos a una abandonada masía con un gran interés arquitectónico de tipo modernista. Se trata de Can Muset. El recinto es amplio y la construcción, emblemática y grandiosa, es de principios del siglo XX.
Indagando, parece que esta masía ha sido adquirida por una compañía rusa, la Sibirsk Global Investments, que valora la posibilidad de convertirla en un ... ¡Casino...!.
¿manda narices!. Esperemos que las oposiciones sean lo suficientemente duras y convincentes para que esto no pueda llevarse a cabo.
Las bajas temperaturas de los últimos días (hasta -10ºC), nos permiten encontrar hielo de un grosor considerable, unos 3 cms.
A medida que vamos avanzando, podemos ver nuevos y extraordinarios paisajes nevados de gran belleza, capaces de extasiarnos religiosamente con tanta contemplación.
En el frío horizonte aparece de nuevo la imperturbable silueta de Montserrat.
Ahora nos adentramos por un camino entre altos árboles que se inclinan por el peso de la nieve.
Nos vamos acercando al lugar conocido como la Font del Ferro. La altura y frondosidad de los árboles es impresionante.
Una reja medio caída cierra el paso a la mina de agua que se adentra bajo la montaña.
El caudal de la Font del Ferro es mínimo y es que a pesar de la gran nevada, la sequía imperante en los últimos meses queda evidenciada.
La Font del Ferro. |
Segunda pausa de la jornada para la recuperación motriz. Frutos secos, algunos sequísimos, a base de nueces y almendras.
Ahora seguimos ascendiendo por un desdibujado sendero en medio del bosque,desapareciendo en muchos tramos a causa de la gran cantidad de nieve.
Adentrarse por este bosque supone ahora un momento espectacular de la ruta. En muchos tramos hay que ir agachándose entre la vegetación inclinada por el peso de la nieve.
Termina la subida, ahora tomamos un camino con bastante hielo y fango. Hay que ir con mucho cuidado ya que se han producido ya algunas caídas.
El camino nos lleva a la masía de Can Soteres que se alza en la cima de un promontorio. El enclave es perfecto para disfrutar de unas magníficas vistas de la zona.
Masía de Can Soteres. |
Montserrat, omnipresente... |
Nos cruzamos con unos beteteros que nos plasman en una instantánea para el recuerdo.
Más allá nos encontramos con una furgo atrapada en el hielo. Parece que se dirige a Can Soteres, ya que la masía está ahora ocupada por okupas. El solitario conductor, ha errado en la colocación de las fundas para la nieve, y las ha puesto en las ruedas que precisamente no tienen tracción. Le echamos una mano en la correcta colocación de las mismas y al poco puede salir del trance.
Can Soteres y Montserrat asomando... |
Seguimos disfrutando plenamente del extraordinario recorrido. Nuestro siguiente punto de interés, son les Coves de Can Llucià o Coves del Pas.
Dejamos el camino principal para ascender por un sendero que serpentea entre la umbría del bosque, y pronto llegamos ante la gran abertura de la cavidad.
Las Coves de Can Llucià fueron exploradas por Amador Romaní, estando constituidas por una red laberíntica de galerías con un recorrido total de unos 450 mts y 10 metros de profundidad.
Provistos de una super-linterna led de sublime castañazo lumínico, penetramos por alguna de las galerías interiores.
Las cavidades resultan ser auténticas ratoneras de reducidas dimensiones. Cuando entré en solitario en el 2010, tuve luego algunas dificultades para volver al exterior ya que realmente, son muy perdedoras.
http://espeleobloc.blogspot.com.es/2009/12/les-coves-de-castelloli.html
Dejamos la cavidad atrás para seguir ahora por el último tramo de la ruta, el cuál nos permitirá de nuevo disfrutar de la nieve y de esta naturaleza silenciosa y sublime.
Llegamos a la población de Castellolí cuando son las dos y media de la tarde. Como siempre nos lo hemos tomado con calma, pero no hay duda que esta es la mejor manera de disfrutar un itinerario de estas características.
Este es el enlace de un tal Fitoparera, al cuál agradecemos este estupendo track de 13 kms.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3672326
Ruta realizada. |
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