El Delta del Ebro es un magnífico espacio natural con unas características propias que definen su identidad, ofreciendo a cualquier hora del día una multitud de contrastes cromáticos que son todo un deleite para la vista.
Aquí dejo unos enlaces de interés de otras rutas realizadas en este lugar:
http://franclips.blogspot.com.es/2011/08/el-trabucador-delta-de-lebre-ruta-de.html
http://franclips.blogspot.com.es/2010/09/ruta-ebro-amposta-faro-el-garxal-gr-99.html
Para disfrutar todo esto no hay nada mejor que subirse a una bici y recorrer sin prisas los caminos que bordean los extensos arrozales.
Como telón de fondo, la inconfundible silueta de la Serra del Montsià, que da nombre a la comarca.
El itinerario comienza en la población de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) y a punto con el pedaleo, se comienza a percibir los olores y sensaciones que se desprenden de una ruta por estos lugares.
Largos caminos que se pierden en el lejano horizonte y canales de agua que nos acompañan durante kilómetros, altos cañizares donde muchas aves encuentran escondrijo ...
La ruta nos lleva pasando por la Encanysada a la La Casa de Fusta. Construida a finales de los años 20 del siglo pasado por un grupo de cazadores que se instalaron en el delta del Ebro, atraídos por la cantidad y variedad de aves que albergaba este espacio natural. Actualmente ha estado habilitada para acoger el Centro de Información del Parque Natural del Delta del Ebro.
En una de las salas del centro se encuentra el museo ornitológico, una colección representativa de las especies de aves que viven en el Delta del Ebro.
Después de cruzar por la laguna de La Tancada, se llega a la Platja del Trabucador.
La platja del Trabucador tiene una extensión de 6,5 kilómetros de longitud que se adentra en el mar hasta la punta de la Banya, en pleno Parc Natural del Delta de l’Ebre. Se trata de un espléndido ejemplo de playa salvaje, un auténtico espacio de horizontes infinitos...
Desde el Trabucador el itinerario sigue hacia la pintoresca población de Poblenou del Delta.
El pueblo fue creado con el objetivo de que fuera residencia para los agricultores que trabajaban en los arrozales de la zona. Hacia 1957 esta, fue distribuida entre 97 familias de colonos y el pueblo fue bautizado con el nombre de Villafranco del Delta. En el 2003, se cambió por el de Poble Nou del Delta.
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