16/8/12

HORTA DE SANT JOAN. LLEDÓ D´ALGARS (per la ruta de la Vía Verda Val de Zafán), ARNES. ESTRETS D´ARNES. HORTA DE SANT JOAN. Ruta BTT.

Como escribe nuestro rutero veraniego Josep Insa Montava: "Aquest itinerari és per fer-lo sense presses (com tots) i així poder-ne gaudir a cor què vols. Una curta baixadeta fins a l´antiga estació del tren de la Val de Zafán. La seguirem per apropar-nos a Lledó, poble de la Franja (Aragó), remuntarem el riu Algars per guanyar el poble d´Arnes, i recorrerem els idíl-.lics i mai prou ponderats Estrets d´Arnes. Després retornarem plàcidament al lloc de sortida".
Y en esta calurosa mañana de agosto, después de haber comprado unas piezas de fruta en el súper de Horta de Sant Joan, descendemos agradablemente por una carretera comarcal desde esta población hasta la estación de la Vía Verda.
Cuando son las 10,30 horas, comenzamos la ruta dirigiéndonos hacia Arnes.


A l´estació d´Horta de Sant Joan.

Per la Via Verda, direcció Arnes.

Estació d´Arnes.

Hemos llegado a la abandonada estación de Arnes. Consultamos la ruta y nos dirigimos en suave descenso hacia la población de Lledó d´Algars, ya dentro de la provincia de Teruel.


Consultando la ruta.



Después de una infernal y calurosa subida por la carretera  llegamos al Lledó d´Algars. Nos situamos rápidamente en el centro de la población, en la plazoleta de la Iglesia. Aquí podemos observar el tranquilo desarrollo vivencial,  (queda raro pero lo dejo), de las gentes en estos apartados entornos rurales, añorado recuerdo de mi infancia.



Lledó d´Algars.

Hago unas cuantas fotos de esta pequeña población. Resultan de lo mas tranquilas y sugerentes.


Iglésia de Lledó d´Algars.


Callejuela. Lledó d´Algars.

Justo al lado de una capillita típica, mi acompañante descansa bajo el pórtico de una calle frente a la iglesia parroquial.


A verlas pasar junto al santo. Lledó d´Algars.


La calle porticada.


En la fuente. Lledó d´Algars.


Algunas fotos mas...


Entrada. Lledó d´Algars.

Ventana discreta. Lledó d´Algars.

En el nº 7. Lledó d´Algars.

Una vez satisfecha la curiosidad, y habiendonos llenado de positiva energía pedalearemos hacia el pueblo de Arnes. Al fondo, una magnífica y atrayente imagen dels Ports.


Els Ports. Roques de Benet.

Pasamos cerca del viaducto por donde transcurre la Vía Verda que se dirige ya hacia tierras aragonesas, pasando por Vallderroures,  y llegando hasta Alcañíz y la Puebla de Híjar.


Viaducto Via Verda Val de Zafán.



Indicadores en la Terra Alta.

Nos internamos por un caminejo con olor a pino que nos va a llevar hasta Arnes. El ambiente es muy agradable.





Cruzamos el paso de un pequeño riachuelo. Es el rio Estrets justo antes de juntarse con el río Algars. Resulta refrescante frente al calor y al pedaleo.




Subiendo después de cruzar el río.

Llegamos finalmente a Arnes. El pueblo sumido bajo el calor veraniego, va a recompensarnos una vez más con un pequeño y refrescante descanso.


Llegando a Arnes.

 Iglésia. Arnes.

Una vez recorridas sus tranquilas calles, seguimos ruta hacia los famosos "Estrets".


Otra vez els Ports.

Hacia els "Estrets".

Hemos llegado al los "Estrets d´Arnes". El lugar es muy atractivo. El agua del río limpia y transparente ofrece un reclamo al sudoroso bíker que no espera otra cosa que sumergirse buscando este encuentro con la exultante naturaleza que lo rodea.




Vamos circulando sobre una acequia. El paisaje se va volviendo grandioso. A la derecha podemos ver las Roques del Duc y a la izquierda Les Gronses.
La belleza del lugar va en aumento. Las paredes de roca bajan en forma de V.


La sequia. Estrets d´Arnes.

Pedaleando. Estrets d´Arnes.





Hay tramos que la dificultad impide seguir pedaleando, por lo que decidimos empujar la bici. De todos modos, como vengo diciendo, la belleza del lugar supera con creces el pequeño esfuerzo.


Subiendo y empujando. Estrets d´Arnes.

El río repentinamente aparece seco. Observamos en algunas de las charcas una gran cantidad de serpientes de agua y pececillos que se mueven ignorantes del peligro que les acecha. Y es que si no llueve dentro de unos días, su hábitat, desgraciadamente, habrá concluido.


"Serps de rierol".



Pero nosotros retrocedemos en busca de agua, y finalmente, cerca de las tres de la tarde, encontramos un lugar para bañarnos y relajarnos un rato antes de comer algo.


El paradisiaco elemento.



El baño al fin...

Las aguas transparentes. Estrets d´Arnes.


Las grandes rocas nos rodean. Estrets d´Arnes.

La rapaz. Ojo avizor. Estrets d´Arnes.

El baño resulta refrescante. No pongo las fotos del mío debido al olvido del bañador, pero en fin...
El xiquet se conforma con un bocata de mejillones en escabeche. Yo hecho mano de una ensalada de legumbres con tomate, lechuga y aceitunas. Una nueva modalidad de comida campestre que estoy probando este año para así evitar los bocatas con latas que tan en boga había mantenido durante estos años. Y la verdad, es que me funciona mucho mejor. Aparte de refrescantes (se almacenan junto a los bidones de agua e isostar congelados), resultan más fáciles de digerir y aportan vitalidad y fuerza.



Después del bocata de mejillones.

Seguimos ruta hacia el final dels Estrets, el mas de Lliberós, cerca del área recreativa de La Franqueta. El paisaje es abrumador...


Circulando sobre las rocas... tuvo un tropezón.

Llegando al mas de Lliberós.

Una vez al final del camino, no queda otro remedio que subir por la carretera de la Franqueta hacia el "coll de Blanco". Son cerca de las cinco de la tarde y sobre nuestras cabezas cae un sol de justícia. La subida es muy pronunciada y sudamos la gota para llegar arriba. Lo hacemos parsimoniosamente, buscando la exigua sombra que nos dan los árboles. Pero llegamos, y luego...la bajada... 
Pasamos cerca de las roques de Benet. El agua se va acabando...


Cerca de les roques de Benet.

La foto obligada. Roques de Benet. Els Ports.


Unas cuantas pedaleadas más y ya vemos a lo lejos la población de Horta de Sant Joan.
Hacemos un alto en un lugar determinado para observar todo un barranco que se extiende a lo lejos.


Al fondo Horta de Sant Joan.

La gran quebrada.

Unos descensos suaves y agradables, nos llevan hasta otra fuente al lado del camino. ¡Alto!. Alguien está llenanado una gran cantidad de botellas de plástico de ocho litros con esta agua. Nos acercamos para llenar nuestros bidones. Vemos que se trata de un Mohamed. ¡Alerta!. Pero nos deja llenar nuestras reservas y refrescarnos.  Al poco seguimos la ruta hacia Horta.


Horta de Sant Joan. Terra Alta.

Aquí termina la ruta, despues de otra subida hacia el pueblo. ¿Porqué será que siempre están situados en las partes más elevadas?.
Han sido 35 km. de recorrido, en general agradables y fáciles. Lástima que el amigo Lorenzo haya apretado tanto, pero es verano, sosiego, calor y chicharras...

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